Wyoming quiere la cabeza de Motos

A Cuatro le crecen los enanos. A los días de ruido y furia que vive la cadena a cuenta de fusiones con prisas, crisis de ‘megaconglomerados’ afines a la socialdemocracia y caídas estrepitosas de audiencia, se une ahora la perdida de brío que sufren, quizá por todo lo anterior, algunos de los que han sido los iconos de la casa roja durante su corta existencia.

El Hormiguero ya no es lo que era. Ha perdido fuelle. Mucho fuelle. En lo que va de temporada –de septiembre de 2009, hasta la fecha-, el programa de Cuatro se ha dejado por el camino casi tres puntos de share. Esa es la diferencia que resulta de restar el 7,3% que acumula en lo que llevamos de marzo, al 10% cosechado en el primer mes del curso.

Los datos son a todas luces alarmantes. No sólo porque El Hormiguero es, en muchas jornadas, el espacio más visto de Cuatro, sino porque Pablo Motos hace tiempo que se subió a las barbas de los gestores de la emisora, sabedor de que la suya es una de las principales conexiones de la misma con el target comercial, que es el que genera los mejores réditos publicitarios. El sueldo de Motos no está nada mal. El precio por programa tampoco es de saldo. Así que pinta en bastos para el access prime time de Cuatro.

Pinta en oros, sin embargo, para laSexta. Lo que unos pierden, otros retienen. Wyoming ha ganado poco desde que empezó la temporada. Se ha mantenido, digamos, en torno a un meritorio 7,4% de cuota media de pantalla, un dato bastante superior al de la pasada campaña y especialmente competitivo si hablamos de una cadena como laSexta, que se ha encontrado siempre, salvo excepciones muy puntuales, por debajo de esa media.

A base de polémicas fingidas, homenajes a Falete y al talento de sus guionistas, Wyoming está a punto de superar a su rival directo en la franja, en un contexto en el que laSexta también se va a merendar de inmediato a la cadena amiga. Quién lo hubiese dicho hace unos meses…