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Esa extraña paradoja
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Nacho Gay

Carta de Ajuste

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Esa extraña paradoja

Paradojas, a lo largo de la historia, ha habido muchas. Algunas, con el paso del tiempo, se han convertido en verdaderos iconos de la paradoja. Quién

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Esa extraña paradoja

Paradojas, a lo largo de la historia, ha habido muchas. Algunas, con el paso del tiempo, se han convertido en verdaderos iconos de la paradoja. Quién no conoce la del mentiroso, la del avaro, la del barbero (o de Russell), la paradoja sorites, las tres de Zenon, la de Aquiles y la tortuga, la paradoja temporal (especial mención para el Regreso al futuro de Robert Zemeckis) o la ‘paradoja Luis Buñuel’, que se confesaba ateo “gracias a Dios”.

El cine ha generado múltiples paradojas. La televisión, por su parte, también ha forjado alguna. La principal, ese logaritmo neperiano de resolución aparentemente imposible: “Si todo el mundo ve los documentales de La 2 y nadie ve los programas de corazón, cómo es posible que, con los datos de audiencia en la mano, a La 2 no la vea nadie y los programas del cuore los vea en realidad todo el mundo”. Cosas que pasan. Extrañas paradojas.

A ésta se une ahora la ‘paradoja Cuatro’, que, como la anterior, es en realidad tan aparentemente compleja como abrumadoramente simple, lo cual implicaría, además, una segunda paradoja.

La ‘paradoja Cuatro’

Cuatro tiene las mejores ‘autopromos’ que se hacen en España y parte del extranjero. Lo dicen los entendidos. La cadena de Prisa acapara doce nominaciones a los premios Promax, que son los Oscar europeos del oficio. Seis de esas candidaturas son para la famosa promo de la última temporada de Perdidos, de la que el propio creador de la serie, Carlton Cuse, dijo que se trataba de la mejor que se había hecho jamás sobre su sublimado producto.

Paradojas, a lo largo de la historia, ha habido muchas. Algunas, con el paso del tiempo, se han convertido en verdaderos iconos de la paradoja. Quién no conoce la del mentiroso, la del avaro, la del barbero (o de Russell), la paradoja sorites, las tres de Zenon, la de Aquiles y la tortuga, la paradoja temporal (especial mención para el Regreso al futuro de Robert Zemeckis) o la ‘paradoja Luis Buñuel’, que se confesaba ateo “gracias a Dios”.

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