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El beso de Judas
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Nacho Gay

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El beso de Judas

Probablemente, no hay buenos y malos programas. Lo que hay son programas bien hechos y programas mal hechos. Tonterías las justas es un programa ajado, manido

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El beso de Judas

Probablemente, no hay buenos y malos programas. Lo que hay son programas bien hechos y programas mal hechos. Tonterías las justas es un programa ajado, manido y, sin embargo, un programa bien hecho. Pueden estar contentos en Cuatro por lo que ocurrió ayer en su ignominiosa sobremesa. Florentino Fernández cumplió con su parte.

 

El nuevo programa que presenta es manido, sí, porque en realidad es la mezcla de otros muchos programas similares. Tiene algo de El Informal –montajes audiovisuales, parodias informativas-; de El Intermedio –su conexión, aunque mucho más somera, con la actualidad-; de Sálvame –su concepción del espacio como algo infinito-; de El Hormiguero –el plató, la realización, el tratamiento de la música. No en vano, la producción del espacio corre a cargo de Pablo Motos-; de Sé lo que hicisteis

Tonterías las justas tiene una Patricia Conde, dos Pilares Rubio y hasta tiene algo que SLQH no tiene: imágenes de Telecinco. Pero lo más importante es que quiere tener su audiencia. Flo les mandó ayer un beso a sus compañeros de laSexta en riguroso directo -coincidió con Patricia Conde en varios programas-. Pero era el beso de Judas, porque Tonterías… nace con la intención de robarles la cartera.

No parece desde luego que el público objetivo de este espacio sea el de la telenovela de La 1, siquiera el de Sálvame. Pero los perfiles de la audiencia de Tonterías las justas y Sé lo que hicisteis, habrá que preguntar a Sofres, probablemente se van a parecer como dos gotas de agua.

Y que tiemble Patricia Conde porque Flo viene fuerte. Este tipo tiene gracia pero, por encima de todo, tiene un aplomo escénico envidiable y una estimable capacidad de improvisación, algo fundamental para el directo. El suyo es, lo dicho, un programa bien hecho. Con ritmo, con cierta originalidad. Y gracia, que al final es de lo que se trata. Aún con todo, hay cosas mejorables. El pretendido desapego a la actualidad resulta desconcertante, les falta un poco de mala baba y deberán pasar los días para que crezca la química en los diálogos que mantienen sus tres presentadores en estudio: Ana Simón, Dani Martínez y el propio Flo.

Para el recuerdo, la visita ayer de Pepe Navarro y su genial performance sarcástica al más puro estilo Darth Vader: “Flo, yo soy tu padre”. Fue la guinda al pastel con la que los directivos de Cuatro se pusieron ayer berretosos. Ya tocaba. Independientemente de lo que diga hoy el audímetro, Cuatro ha acertado con esto. Hasta ahora, la cadena se había empeñado en vendernos una imagen de buenrollismo y modernidad algo hueca, basada en ‘autopromos’ de gran nivel, pero apuntalada en muy pocos espacios, sobre todo espacios con una periodicidad diaria.

Se equivocó Cuatro al venderse al mundo como la cadena de las series. Y más siendo estas extranjeras. Al final, la imagen de marca la confieren ciertos programas como éste que ritualizan el consumo. Si uno piensa en laSexta, le vienen de inmediato a la cabeza los rostros de Patricia Conde, Wyoming o Buenafuente. ¿Y si piensa en Cuatro?

Lo que quieren precisamente es que dentro de poco ocurra algo similar. El estreno de UAU! -programa manido, programa mal hecho- y el de Tonterías las justas responden desde luego a esa intención. Lo que ocurre es que cuatro años son muchos años, quizá, para darse cuenta de algunas cosas.

AUDIENCIAS: Tonterías las justas debuta a la altura de Sé lo que hicisteis

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Probablemente, no hay buenos y malos programas. Lo que hay son programas bien hechos y programas mal hechos. Tonterías las justas es un programa ajado, manido y, sin embargo, un programa bien hecho. Pueden estar contentos en Cuatro por lo que ocurrió ayer en su ignominiosa sobremesa. Florentino Fernández cumplió con su parte.

Cuatro Florentino Fernández