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¿Simples juguetes? Acusan a Pixar de rememorar el Holocausto en ‘Toy Story 3’
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Nacho Gay

Carta de Ajuste

Por
Juan M. Fdez

¿Simples juguetes? Acusan a Pixar de rememorar el Holocausto en ‘Toy Story 3’

Siempre se acusó a Disney de introducir en el metraje de sus películas mensajes subliminales de todo tipo, incluso de índole sexual. Ya mítico es el

Foto: ¿Simples juguetes? Acusan a Pixar de rememorar el Holocausto en ‘Toy Story 3’
¿Simples juguetes? Acusan a Pixar de rememorar el Holocausto en ‘Toy Story 3’

Siempre se acusó a Disney de introducir en el metraje de sus películas mensajes subliminales de todo tipo, incluso de índole sexual. Ya mítico es el plano de El Rey León en el que una nube de polvo forma claramente la palabra “SEX”. O la imagen del film ¿Quién engañó a Roger Rabbit? en la que uno de los personajes femeninos muestra en uno de los frames su ropa interior, en un cruce de piernas que ni Sharon Stone en Instinto básico.

Pixar, estudio que fue adquirido precisamente por Disney en el año 2006, se ha caracterizado siempre por ofrecer productos audiovisuales para todos los públicos, esto es, con diferentes niveles de lectura, más allá de su obligada moraleja de cuento infantil. Sin ir más lejos, siempre se asoció la maravillosa WALL-E, una de sus mejores obras, con la intención de elaborar una crítica al alto grado de obesidad de la sociedad americana actual.

Evidentemente, el subtexto de este tipo de cintas escapa al discernimiento de los más pequeños. El cine de animación de los últimos años, más si cabe el de Pixar, piedra angular de su portentosa evolución, se ha caracterizado por elaborar discursos complejos capaces de interesar a los más cinéfilos. Pero el de Toy Story 3 parece que lo es demasiado. Tras el estreno en EEUU de la tercera parte de la trilogía, que se ha convertido en el mayor éxito de la compañía, algunos blogueros yanquis defienden que esta cinta guarda demasiados paralelismos con el Holocausto como para hablar de pura coincidencia.

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Una guardaría que esconde... ¿un campo de concentración?

La película no se estrena en España hasta el próximo 23 de julio. Entonces podremos comprobar si esta teoría es o no del todo descabellada. Pero lo cierto es que el simple argumento de la película da lugar a la especulación. Vayamos por puntos (¡alerta spoilers! A continuación, se desvelan partes de la trama):

-Andy, que ha crecido y marcha a la universidad, abandona a sus antiguos juguetes, que son arrojados a la basura. La secuencia en la que el niño toma esta decisión guarda, según algunos, un claro paralelismo con la escena del tren en los primeros compases de El Pianista, de Roman Polanski.

-Llega el camión de la basura (los judíos solían ser trasladados a los campos de concentración en trenes) para transportar a los juguetes a una guardería.

-En principio, el nuevo “trabajo” de dichos juguetes les resulta atractivo, pero pronto se dan cuenta de que la guardería (simil del campo de concentración) es en realidad una verdadera tortura, repleta de trabajos forzados.

-Los líderes de la guardería (en analogía con los nazis) se muestran especialmente severos con los juguetes.

-Uno de esos juguetes consigue escapar. Se trata una especie de payaso triste, mal parecido, que simbolizaría los traumas psicológicos y los trastornos físicos de todos los judíos que lograron salir con vida de los campos de concentración.

-En un momento determinado del film, algunos juguetes son arrojados al fuego como castigo. ¿Rememorando la cámara de gas?

-Finalmente huyen y encuentran un nuevo hogar donde vivir felices (estado israelí).

Lo cierto es que el paralelismo asusta. De momento, Pixar no se ha pronunciado al respecto. Quizá no lo haga nunca. Pero lo que parece que sí seguirá haciendo es construir excelentes películas aptas y sugestivas para todos los públicos.

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Siempre se acusó a Disney de introducir en el metraje de sus películas mensajes subliminales de todo tipo, incluso de índole sexual. Ya mítico es el plano de El Rey León en el que una nube de polvo forma claramente la palabra “SEX”. O la imagen del film ¿Quién engañó a Roger Rabbit? en la que uno de los personajes femeninos muestra en uno de los frames su ropa interior, en un cruce de piernas que ni Sharon Stone en Instinto básico.