Pendiendo de un hilo

Sostiene Vasile, por lo que merece cuanto menos un hueco en el elenco de El club de la comedia, que sus competidores se han unido en una “conspiración mediática” contra su cadena. Ve fantasmas por todas partes el jefe de todo esto, como el niño de El sexto sentido, pero en versión high society. Le perdiguen coches del CNI con los cristales tintados, cuando no están ocupados registrando la casa de la vedette Bárbara Rey por mandato real. Debe haber montado Paolo un cobertizo en su huerto de telebasura en el que ir colgando los recortes de prensa que justifican su paranoia, mimetizado hasta el tuétano con aquel matemático esquizofrénico, John Forbes Nash, al que Russell Crowe interpretó con maestría en Una mente maravillosa.

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