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Vasile, el más Risto de la clase
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Nacho Gay

Carta de Ajuste

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Vasile, el más Risto de la clase

Es cierto. Muchos han salido llorando de su despacho. Cuentan que la última, apenas unas semanas antes de entrar en 'GH VIP', fue Belén Esteban. Ahora le tocaba el turno a Risto Mejide

Foto: Ilustración de Paco Sordo para 'Vanitatis'
Ilustración de Paco Sordo para 'Vanitatis'

Hoy, Paco Sordo (¡bienvenido!) estrena ilustración en esta mi sección y lo hace por todo lo alto: caricaturizando a Paolo Vasile. Con un par. Si se cumple la leyenda urbana, mañana Paco tendrá la cabeza sangrante de un caballo bajo sus sábanas y yo tendré que buscar un nuevo dibujante para dar color a estas tristes líneas. Da igual, como dijo Pérez-Reverte cuando vendió los derechos de Alatriste a Mediaset: “Qué pasa, me gusta el riesgo”.

A pesar de las innumerables fábulas que ha protagonizado, siendo el lobo en casi todas ellas y Caperucita solo en un par, Paolo Vasile es en realidad una persona sencilla, mundana, común;esto es, de esas que hacen todo lo posible por salir en una foto (mi madre también lo haría) junto a los Reyes de España. Y no digo esto porque yo lo haya visto y tampoco porque ocurriera en la fiesta del 25 aniversario de Antena 3. No.

Es cierto. Muchos han salido llorando de su despacho. Cuentan que la última, apenas unas semanas antes de entrar en GH VIP, fue Belén Esteban, que siempre, o casi siempre, ha tenido línea directa con el Altísimo. Sin embargo, ese día, tras la distendida charla entre desiguales, la de San Blas se desahogaba en uno de los retretes de Telecinco (me encanta la paradoja retrete dentro de retrete) con alguien de su confianza. La letra pequeña tenía la culpa. Y Belén, aunque no lo parezca, sabe leerla. Las condiciones de una renovación son a veces tan injustas…

Ahí lo dejo.

Sandra Barneda es esa simpática señora que los sábados entrevista a Montoro y los miércoles hace lo propio con Chabelita. Una mujer renacentista

De todos modos, en esto de pedir siempre ha habido clases. A Jorge Javier Vázquez, por ejemplo, le fue bastante mejor en ese mismo despacho no hace demasiado tiempo. Pero, claro, no es lo mismo Jorgeja que Belén, como tampoco es lo mismo estar jodido que estar jodiendo, que decía Cela. Quedarte sin Jorgeja (ese señor que nunca duerme, porque si lo hiciera lo veríamos) es como quedarte sin tabaco a las tres de la madrugada en Cogolludos de la Sierra. En ese supuesto cualquiera de nosotros, también Vasile, estaría jodido. Sin embargo, Belén Esteban está más acabada ya que Los Pecos. Y ahí puedes hincar el diente, tocar las narices. Ahí las condiciones, todas, las pones tú. En ese supuesto Paolo estaría jodiendo. Y no, no es lo mismo.

Estos son los antecedentes del hecho. La jurisprudencia. Ahora intentemos aplicarla a las tres últimas renovaciones a las que se ha enfrentado el jefe: las de Emma García, Sandra Barneda y Risto Mejide. ¿Cómo acabó la cosa? Hagan sus apuestas.

Emma García

Esta es fácil. Aquí Paolo se podría haber vestido hasta de Christian Grey. Emma tiene el récord de fracasos consecutivos en televisión. Entra al despacho tras convertirse en la única mujer conocida que ha aguantado cinco años debajo del agua. Sin respirar. Nadie sabe por qué, pero ahí sigue, debajo del agua. Eso sí, cobrando menos que ayer y, por supuesto, menos que mañana. Emma necesita a Vasile y Vasile no la necesita a ella, pero siempre la ha tenido estima y pocos saben el porqué.

Resultado conseguido y esperado: negociación contractual a la baja.

Sandra Barneda

Sandra es esa simpática (no es la palabra adecuada, pero no me sale otra) señora que los sábados entrevista a Montoro y los miércoles hace lo propio con Chabelita. Una mujer renacentista, diría yo. Entra al despacho mareada tras un viaje (¿deseado?) en la montaña rusa de la credibilidad. Viene de luto porque su programa festivo, Hable con ellas, ya está de vigilia cada noche de Halloween. No obstante, perdura su labor informativa y seria, ejem, al frente de Un tiempo nuevo, un espacio que solo hemos visto un día, el día en que conocimos al ‘pequeño Nicolás’, que por supuesto no cobró. Sandra necesita a Vasile y Vasile necesita un poco a Sandra. ¿Por qué, si su programa hace un 9%? Porque Paolo quiere tener un arma política arrojadiza. Otra cosa es que lo haya conseguido. Arrojadiza, ya saben… Si vosotros me tocáis las narices con Sálvame, yo os quito cada sábado un par de votos, perosi todos somos amiguitos, os entrevisto a Montoro (hay que tener valor) y a Jorge Fernández Díaz en prime time. Aun con todo, Sandra tampoco estaba en condiciones de exigir, así que…

Resultado conseguido y esperado: negociación contractual a la baja.

Risto Mejide

Risto es ese publicista pasado de vueltas que presenta el Chester. Entra al despacho con los deberes (bien) hechos. Quizá Vasile no le necesita demasiado, pero él tampoco parece necesitar a Vasile. El jefe ignoraba este último dato, de ahí el resultado final de la reunión:

"Risto Mejide es uno de nuestros más queridos colaboradores, pero lamentablemente no se ha podido alcanzar un acuerdo en la renegociación de su contrato (…) Dadas las circunstancias de los últimos años, hemos pedido a empleados, artistas y proveedores el mismo esfuerzo de mantenimiento de sus retribuciones y en general hemos encontrado mucha comprensión".

Este es el comunicado que mandó la cadena. Pura elegancia. Pasó algo parecido cuando abandonaron la casa Arguiñano o Pablo Motos. Se confirma que es más fácil salir amistosamentede la Cienciología que de Telecinco.

De todos modos, la importancia del comunicado radica en la frase “dadas las circunstancias de los últimos años, hemos pedido a empleados, artistas y proveedores el mismo esfuerzo de mantenimiento de sus retribuciones”. Lo dicen justo ahora, cuando el mercado publicitario vive su mejor momento de los últimos siete años y cuando con solo un programa, Gran Hermano VIP, Telecinco está alimentando toda una parrilla líder. Nunca la nada fue más barata ni más rentable. Y, sin embargo, ahí tienen al jefe, pidiendo limosna a los empleados, interiorizando hasta las últimas consecuencias los preceptos de cierta reforma laboral. Poniendo excusas baratas sobre heridas abiertas. Intentando ser el más Risto de la clase.

La verdad sea dicha: Risto es un cuarto de kilo de Jordi Évole, con el que competíatodos los domingos, pero aun así es el único que se ha atrevido a plantar a Vasile, un hombre que puede cerrar de un manotazo el 99% de las puertas que abren el cielo. Ahí tienen a Belén Estebanen GHcontrasu voluntad. A Emma abriendo braguetas en horario infantil. A Barneda saliendo del armario en el late night.Pero Risto ayerle dijo aVasile que se guardasela calderilla y hoy me cae mejor, porque ya no me queda tan claro que, al menos en algunos casos, no sea lo mismo estar jodido que estar jodiendo.

Hoy, Paco Sordo (¡bienvenido!) estrena ilustración en esta mi sección y lo hace por todo lo alto: caricaturizando a Paolo Vasile. Con un par. Si se cumple la leyenda urbana, mañana Paco tendrá la cabeza sangrante de un caballo bajo sus sábanas y yo tendré que buscar un nuevo dibujante para dar color a estas tristes líneas. Da igual, como dijo Pérez-Reverte cuando vendió los derechos de Alatriste a Mediaset: “Qué pasa, me gusta el riesgo”.

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