Lourdes Montes, lo tuyo no es el diseño

Lourdes Beatriz Montes Parejo saltó a la fama el 17 de agosto de 2011 de la mano de Fran Rivera. Quedaos con la fecha porque es de quesito rosa de Trivial. Por boca del torero supimos que es “una mujer increíblemente especial” y que se habían conocido en la Feria de Abril ese mismo año aunque el romance comenzó más tarde. En el mismo reportaje, la revista de cabecera de la familia ('¡Hola!') reveló que es sobrina de José Manuel Soto y abogada. Migajas de una personalidad seguramente compleja.

Tú, como yo, queríamos saber más de la sustituta de Cecilia Gómez en el corazón del hijo de Carmina Ordóñez, pero lo único que dedujimos es que a la señorita le gusta pasear su melena Pantoja (marca registrada) de plaza en plaza viendo torear a su pareja. Cuando pensaba que Lourdes y yo éramos de dos Españas distintas confesó su más íntima pasión: la moda. Se hizo diseñadora, creó una marca junto a su hermana Sibi y se abrió un blog. Y así es como hemos hecho camino al andar (que escribiría don Antonio Machado) hasta llegar al tema que nos ocupa: los diseños, simpares, de Lourdes Montes.

Ducha en Marketing y Publicidad, aprovechó su boda religiosa con el primogénito de Paquirri para lanzar su colección nupcial. Su ópera prima fue su vestido de novia; no convenció. Año y medio después confesó, a una seguidora de Instagram, que de poder retroceder se casaría con otra pieza porque esa no le gusta. Qué efímera es la moda.

El diseño en tono blanco-rosado-salmonete respiraba un cierto aire vintage años 40 gracias al escote en pico y la cintura baja que desembocaba en una falda con mucha caída y discreta cola. Qué complicado es emular el Cristobal Balenciaga de la reina Fabiola de Bélgica con las altas temperaturas sevillanas. Lo más destacado del conjunto eran las mangas cuchara rematadas con unas lágrimas de cristal (que también salpicaban el cuerpo) de dimensiones catedralicias y que recordaban a los adornos de las lámparas de araña.

Se puede dar con un canto en los dientes teniendo en cuenta que era una mezcla de los ocho looks que había diseñado para Analilen (la firma que comparte con su hermana).

Mujer que no se da por vencida y que no tira la toalla a la primera de cambio, ha continuado diseñando. Para Marta Cadaval, hija de César de Los Morancos, creó un vestido de novia inspirado en el que ella misma había vestido en su boda civil, con el que había soñado desde los 17 años, y confeccionado por Pronovias porque en esas fechas aún daba puntada sin hilo. Para la Moranca añadió un lazo de pedrería en la cintura que acentuaba uno de sus puntos débiles: las caderas. Otro fracaso de Lourdes.

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M. P.

Como no solo de novias vive la pequeña diseñadora, Lourdes lanzó en febrero una colección flamenca junto a Rocío Terry, propietaria de una tienda de adornos para el traje de gitana en la capital hispalense. De pequeñita Montes soñaba con dos cosas: casarse con su vestido de estilo medieval y vestirse de volante para ir a la feria. Altas metas. Todas cumplidas.

La primera colección de Miabril (así se llama la nueva marca) es un batiburrillo de volantes y lunares igual que sus colecciones para novias son una fusión de ganchillo folk y flecos de mantón. La fusión es la mezcla, en este caso una mezcla muy loca. Pero para loco el esmoquin que diseñó y confeccionó (su punto más flaco) a la periodista Sandra Aladro en color fucsia para la boda de sus cuñados Cayetano Rivera y Eva González. Novia que no le confió el diseño de su vestido. ¡Ay, Lourdes, qué poco futuro dentro del mundo de los trapos! Y es que no solo de 're/nombre' por rebote vive la industria de la moda.

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