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De 'Uncle' a 'Justified': Ocho series que no conoces y que no pararás de recomendar
¿Ya has visto absolutamente todo lo que tenías pendiente? ¿Quieres impresionar a tus amigos presumiendo de tu último descubrimiento? Aquí tienes una pequeña selección
La faceta más social del amante de las series, al igual que la del cinéfilo o la del fan de la lectura, tiene dos aspectos muy característicos: por un lado, disfruta hablando con sus iguales sobre las producciones que ven, intercambiando sus puntos de vista y compartiendo sus opiniones. Por otro, ansía encontrar series poco conocidas y merecedoras de sesudas disertaciones que, tras recomendárselas a su círculo más íntimo de amigos seriéfilos, le proporcionen reconocimiento entre los mismos.
A pesar de que estos comportamientos evidencian un ‘ligero’ egoísmo, en realidad contribuyen a propagar la existencia de series que merecen ser vistas y disfrutadas, aunque no acaparen grandes titulares ni vengan precedidas de agotadoras campañas de promoción. Para contribuir a estas costumbres tan sanas, quedan aquí ocho recomendaciones, convenientemente acompañadas de su público objetivo más idóneo y los espectadores a los que puede producir alergia. Para disfrutar primero de grandes historias frente a la pequeña pantalla y posteriormente recomendarlas a nuestro círculo más seriéfilo y exigente.
1. Man Seeking Woman
Para ese primo en el que la familia había depositado todas las esperanzas de boda y que ahora trata de sobrellevar la soltería sin sucumbir a los locos emparejamientos de su madre y sus hermanas.
La adaptación de Simon Rich de su libro The Last Gilfriend on Earth es una producción muy masculina que cuenta, con grandes dosis de surrealismo, el intento de un joven por sobrevivir a una dolorosa ruptura sentimental. Y lo hace desde el interior del hombre abandonado, que tiene pesadillas con la desaparición de su miembro más preciado y convoca gabinetes de crisis para escribir un mensaje de texto a una posible cita. Incómoda y políticamente incorrecta, consigue sorprender por su capacidad para ser franca y parecerse a la realidad de lo que podríamos pensar.
No indicada para feministas ni espectadores de moral rigurosa.
2. State of Play
Para tu amigo periodista, ejerza o no, que se atrevió a encumbrar The Newsroom por el simple hecho de estar firmada por Sorkin, sin ser capaz de reconocer el maloliente idealismo que destilaba la serie en cada secuencia.
En 2009 Russell Crowe y Ben Affleck se atrevieron a atropellar la creación de Paul Abbott que seis años antes la BBC había llevado a la televisión. Qué mejor forma de redimirnos de semejante pérdida de tiempo que disfrutar de la apasionante miniserie de seis episodios que arranca con dos asesinatos sin conexión aparente y se adentra, con el paso de los minutos, en un interesante thriller político. Y donde hay política hay periodistas, y ahí estará la redacción de Herald, encabezada por el veterano Cameron Foster, dispuesta a poner patas arriba Westminster, haciendo tambalearse las relaciones entre la prensa y el poder.
No indicada para plumillas de corazón sensible.
3. The Divide
Para tu tío abogado, ese que se declara amante de las series de abogados pero que reniega de los procedimentales, tan frecuentes en el género.
Vaya por delante que esta es una historia triste, porque no tiene final. Tras ocho episodios que crecen y mejoran por momentos, la producción de Richard LaGravenese y Tony Goldwin (sí, el presidente en Scandal, el malo de Ghost) termina en lo más alto, pero por culpa de sus pobres audiencias WeTV (propiedad de AMC) decidió no renovarla. Pero que eso no sea excusa para no adentrarse en una historia que plantea uno de los problemas más severos de la justicia norteamericana, la pena de muerte. Para ello la producción se centra en Christine Rosa, una joven estudiante de Derecho que colabora en Innocence Project y trabaja en un caso en el que se verán envueltos altos cargos y personalidades muy influyentes de la ciudad de Filadelfia.
No indicada para aquellos a los que no les gusta sufrir frente a la tele.
4. Uncle
Para ese amigo que, veinte años después, continúa ensayando todos los jueves con su banda, y ama la música y su bajo por encima de todas las cosas. Y para los que necesitan encontrar un perdedor televisivo con el que identificarse.
Lo malo de las promos de las series es que siempre se dejan algo y, en este caso, la BBC prescinde del toque que aporta originalidad a la serie: la vertiente compositora del protagonista... a la que irremediablemente va unida una imaginación desbordante, que sitúa a este perdedor en los más inesperados escenarios. La historia comienza cuando Andy, el fracasado, está a punto de suicidarse y recibe la llamada de su hermana, que le pide que le eche una mano con su hijo, su casi desconocido sobrino Errol. Tras un accidente de coche, y una visita a un club gay, Errol y Andy se convertirán en inseparables emocional y musicalmente hablando.
No indicada para aquellos que no soportan ni el más mínimo gorgorito.
5.Tell Me You Love Me
Para los amantes de las series que no tienen pudor, que no esperan que un drama les provoque una sonrisa y disfrutan con escenas muy crudas en las que probablemente se vean reconocidos. Y para tu tía más moderna, que está harta de tramas edulcoradas que nada tienen que ver con la realidad.
A pesar de lo ñoño del título, la producción de 2007 escrita y dirigida por Cynthia Mort tiene poco de romántica o ideal. A través de diez episodios el drama de HBO relata la historia de tres parejas en tres momentos muy diferentes de su relación que tienen una terapeuta en común, la Dra. Foster. El miedo a la convivencia, el coste diario de la rutina o la dificultad de reconocer un fracaso ante la comodidad de la costumbre son algunos de los obstáculos a los que se enfrentan las parejas protagonistas. Y para trasladarlas a la pantalla Mort no duda en ofrecer al espectador relaciones realistas y cargadas de intimidad que, unidas al buen hacer interpretativo del reparto, dan lugar a un retrato maduro y brillante sobre las relaciones de pareja.
No indicada para recatados y aquellos que atraviesen una crisis sentimental.
6. Justified
Para tu padre que lleva dentro un John Wayne y disfruta como un enano a la hora de la siesta frente a la película de vaqueros de turno, esté despierto o no. Y para los amantes de los personajes sólidos que acostumbran a mantener conversaciones dignas del aplauso más entusiasta.
A primera vista Raylan Givens sólo parece un vaquero de gatillo fácil y mirada intensa. Pero la producción basada en los libros de Elmore Leonard es probablemente el drama más infravalorado de los últimos años. Si bien su arranque es mejorable, las cinco temporadas posteriores permiten olvidar ese detalle. El pistolero es Raylan Givens, un Marshall que tras “portarse mal” es devuelto a su Kentucky natal, para él el peor de los castigos. Allí se reencontrará con viejos amores y varios paletos delincuentes, entre los que se encuentran su propio padre y su antiguo compañero de mina Boyd Crowder, con el que vivirá en permanente conflicto legal, físico y verbal.
No indicada para aquellos que detestan lo más profundo de la profunda América. Y los elencos poco femeninos.
7. Accused
Para los fanáticos de las series británicas, tan sólidas, tan bien construidas y mejor interpretadas que nada más terminar el capítulo de rigor entornan la mirada y se sienten superiores a los seriéfilos que se tragan todo lo que emite la HBO por ser HBO. Y para los que quieren ver a Sean Bean hacer otra cosa que no sea morirse.
Con un reparto compuesto por lo más granado de la escena interpretativa británica, la serie de BBC relata a través de diez historias independientes las experiencias de otros tantos personajes con la justicia. Aunque las series ‘de abogados’ son tan viejas como la propia televisión, la creación de Jimmy McGovern es un contundente relato compuesto por historias dramáticas que van a dar a un mismo lugar: un juicio y un veredicto. Y todo ello al modo propio de las islas, con inacabables días nublados en los que el destino siempre está dispuesto a sorprender de la peor de las formas.
No indicada para espectadores de corazón tierno.
8. The 100
Para tu cuñado, ese que cada dos por tres te viene contando que ha descubierto el nuevo Perdidos cuando en realidad se dedica a esperar que Abrams produzca una nueva serie.
A pesar de que llevamos meses sin entonar el manido “es el nuevo Perdidos”, la televisión ha conseguido sobrevivir sin una serie plagada de sobresaltos y misterios sin resolver. Pero son muchos los seriéfilos que necesitan una dosis de aventuras locas en lugares remotos con enemigos desconocidos y malvados, para lo cual la adaptación del libro de Kass Morgan es una buena opción. La producción de Syfy plantea un mundo postapocalíptico en el que un grupo de jóvenes delincuentes son enviados a la Tierra para comprobar su habitabilidad. Y de ellos depende el futuro de la humanidad. Suena descabellado y lo es, pero su capacidad para asumir riesgos y no dar nada por sentado la convierten probablemente en la mejor serie estadounidense de ciencia ficción en emisión.
No indicada para aquellos que no soportan series con adolescentes hormonados como protagonistas.
La faceta más social del amante de las series, al igual que la del cinéfilo o la del fan de la lectura, tiene dos aspectos muy característicos: por un lado, disfruta hablando con sus iguales sobre las producciones que ven, intercambiando sus puntos de vista y compartiendo sus opiniones. Por otro, ansía encontrar series poco conocidas y merecedoras de sesudas disertaciones que, tras recomendárselas a su círculo más íntimo de amigos seriéfilos, le proporcionen reconocimiento entre los mismos.