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De 'The Jinx' a 'Generation Kill': las mejores series cortas para alargar el verano
Las cadenas HBO y BBC lideran el 'boom' de las miniseries
Hay quien no ve series de televisión porque le preocupa que una ficción por capítulos exija un compromiso demasiado serio. Otros son amantes de lo breve, prefieren un buen relato a una novela, un contundente chupito a una pausada copa. E incluso hay quien se cree eso de “lo bueno, si es breve, dos veces bueno.” Para todos ellos las cadenas de televisión también tienen productos hechos a medida, las miniseries, historias compuestas por un puñado de episodios y que rara vez cuentan con más de una temporada.
Cualquier canal, especialmente si es británico, puede probar suerte en el procedimiento de contar una buena historia de forma concisa. Pero dos de ellos sobresalen notablemente en la tarea, la BBC y la norteamericana HBO. También es habitual que, aunque sobre géneros no hay nada escrito, las miniseries estén destinadas a contar ficciones históricas o se preocupen por adaptar reconocidos éxitos literarios. Buenas historias, en formato breve, una invitación inigualable para disfrutar de ficción televisiva de calidad. Aunque nuestro tiempo de ocio sea escaso, no queremos dejar de estar al día de las producciones más interesantes de la pequeña pantalla.
Jonathan Strange y el señor Norrell
Una de las grandes apuestas de la BBC para la temporada 2014-2015 ha sido la adaptación de la novela superventas escrita por Susanna Clarke, Jonathan Strange y Mr. Norrell. Y eso se nota nada más comenzar la miniserie de siete episodios, dirigidos por Toby Haynes y escritos por Peter Harness. Porque, como es de suponer tratándose de un producto de la cadena pública británica, la ambientación de la historia, así como el maquillaje y la vestimenta de los personajes han sido cuidados al detalle, y al espectador le resulta muy fácil trasladarse al mágico siglo XIX en el que viven los personajes. Pero además la miniserie, que fue aprobada por la cadena hace dos años, se ha preocupado por mantenerse fiel al carácter fantástico de la historia creada por Clarke, y los efectos especiales con los que se recrea la magia de son de primer nivel.
Las series cerradas a una temporada suelen ser ficciones históricas
Jonathan Strange y el Sr. Norrell se ambienta en la Inglaterra de las guerras napoleónicas, pero introduce en la Historia un componente ficticio, la magia. El relato comienza cuando el Sr. Norrell decide trasladarse a Londres para ponerse al servicio del gobierno. Su intención, restaurar el nombre de la magia inglesa, que no goza de buena fama, ayudando al ejército en su lucha contra el ejército napoleónico. Mientras, en otro punto del país, el despreocupado Jonathan Strange recibirá un importante mensaje que le llevará a descubrir su verdadera vocación, ser mago. Pero para ambos la magia y su interés por ponerla al servicio de los demás tendrán terribles consecuencias. Las audiencias no le han acompañado en Gran Bretaña, pero si fuese una producción estadounidense sería la serie de la que más habríamos oído hablar en los últimos meses.
The Jinx (El gafe): Vida y muertes de Robert Durst
Este año la HBO ha puesto el listón de la depravación humana televisada un poco más alto, gracias a la miniserie documental The Jinx, que en su traducción al español –El gafe– ya ofrece alguna pista sobre el protagonista de la historia. Hijo de un millonario neoyorquino dedicado a los bienes inmobiliarios, Robert Durst nació en 1943 y en las tres últimas décadas ha sido investigado en otras tantas ocasiones en relación con la desaparición de su mujer, la muerte de una amiga y el asesinato de un vecino. Para trasladar a la pantalla esta truculenta y atractiva historia, Andrew Jarecki, Marc Smerling y Zachary Stuart Pontier, los creadores, no se han limitado a hacer un documental al uso. Tras años de investigación, y cientos de horas de entrevistas grabadas a familiares y policías, The Jinx es un producto visualmente cautivador, que se preocupa por reconstruir fielmente los hechos vinculados a la parte más oscura de la vida de Durst.
HBO ha puesto el listón de la depravación humana televisada un poco más alto
El documental, compuesto por seis episodios, arranca en septiembre de 2001 en la localidad tejana de Galveston, cuando el detective Gary Jones acude a una llamada que habla de la aparición de un torso desnudo flotando en un río. Posteriormente, Jones descubriría que el cuerpo había sido descuartizado y todos sus miembros, a excepción de la cabeza, arrojados al río. El principal sospechoso, Robert Durst, un tipo que, según los propios policías, “no parecía que pudiese desmembrar a un hombre.” A partir de ahí, los creadores desmontan el puzle que conforma la vida del pobre niño rico, desde sus relaciones sentimentales y familiares a sus estancias en la cárcel y sus amistades vinculadas con la mafia. Y mientras contemplamos una vida llena de lujos, se revela una personalidad fría y sin escrúpulos, un ser despreciable a la altura de los más renombrados asesinos en serie.
The Honourable Woman
Estrenada hace poco más de un año, la arriesgada creación de Hugo Blick todavía dará que hablar en unas semanas, ya que parte como favorita para llevarse alguno de los cuatro Emmys a los que está nominada en la categoría de miniseries. Y no es para menos, porque la producción de la BBC es una de las series políticas más interesantes de los últimos años, que además sitúa su foco de atención en un tema especialmente complicado, la convivencia entre israelíes y palestinos. La protagonista de la historia es Nessa Stein, la mujer a la que hace referencia el título y que interpreta de forma sobresaliente la actriz neoyorquina Maggie Gyllenhaal, que entre otros está acompañada en el reparto por el siempre brillante Stephen Rea.
Nessa dirige la empresa que fundó su padre décadas atrás y que terminó costándole la vida cuando fue asesinado en presencia de sus hijos. Lejos de continuar con su legado como fabricantes de armas, Nessa y su hermano deciden reconducir los intereses de sus negocios, y en la actualidad son unos reconocidos promotores de los puntos de encuentro entre la comunidad palestina y la israelí. Sin embargo, los deseos de Nessa por encontrar la igualdad y alcanzar la convivencia pacífica se dan de bruces con la realidad, y con los intereses de la diplomacia internacional. E involuntariamente se verá envuelta en una peligrosa trama que marcará, de nuevo y para siempre, a ella y a su familia.
Generation Kill
Ahora que faltan un par de semanas para que regrese a la televisión uno de sus creadores más reputados, David Simon con Show Me a Hero, es un buen momento para ver su última miniserie, que también fue la primera en apartarle de su querida Baltimore. Con la adaptación del libro homónimo del periodista Evan Wright, Simon trasladó sus preocupaciones a la invasión de Irak que las tropas de marines norteamericanos llevaron a cabo en 2003. A pesar de que a primera vista el tema no es propio del reivindicativo creador, más preocupado por otro tipo de problemas, el relato de Wright de su experiencia como periodista empotrado permite a Simon poner sobre la mesa la parte menos vistosa de la invasión estadounidense. Esa que transcurre entre las operaciones que llevan a cabo, que sumerge a los soldados a profundas conversaciones plagadas de preguntas sin respuesta y los convierte en lo más parecido a una familia que tienen en kilómetros a la redonda.
Compuesta por siete episodios, Generation Kill logró en 2009 once nominaciones a los premios Emmy. A pesar de que sólo logró tres de los galardones técnicos, no nos equivocamos si decimos que la serie es una de las mejores producciones que se han hecho hasta ahora sobre la contienda, incluyendo la multitud de producciones cinematográficas que en los últimos años se han hecho sobre la guerra de Irak. Porque la miniserie de HBO no abusa del efectismo de la acción, no busca perpetuar clichés y se conforma con ser un relato honesto sobre la cruda realidad de la invasión de Irak, uno de los acontecimientos más relevantes de la política internacional de las últimas décadas.
The Bletchley Circle
De calidad relativamente menor que sus predecesoras en la lista, el principal valor de esta miniserie británica de dos temporadas y siete episodios es su trasfondo histórico, así como los interesantes personajes femeninos que la protagonizan. La historia comienza en 1952, siete años después del final de la II Guerra Mundial, y se centra Susan, Millie, Lucy y Jean, cuatro mujeres que tras jugar un papel trascendental en la contienda, ahora tratan de recuperar sus vidas. Pero la presencia de un asesino en serie en la ciudad despierta las sospechas de Susan, que lejos de dejar atrás su pasado como descifradora del ejército británico, reúne de nuevo a sus compañeras para dar con él.
A pesar de que su labor en la instalación militar de Bletchley Park, en la que el propio Alan Turing desarrolló parte de su labor como criptoanalista, ocupa poco tiempo en la trama resulta muy interesante conocer el trabajo que llevaron a cabo cientos de mujeres anónimas. Unas mujeres que, poco después de resultar trascendentales para el devenir de su país, se vieron obligadas a encontrar un nuevo lugar en la sociedad.
Hay quien no ve series de televisión porque le preocupa que una ficción por capítulos exija un compromiso demasiado serio. Otros son amantes de lo breve, prefieren un buen relato a una novela, un contundente chupito a una pausada copa. E incluso hay quien se cree eso de “lo bueno, si es breve, dos veces bueno.” Para todos ellos las cadenas de televisión también tienen productos hechos a medida, las miniseries, historias compuestas por un puñado de episodios y que rara vez cuentan con más de una temporada.