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Las series que ya nos hablaron de los cerdos más despreciables de Hollywood
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Aloña Fernández Larrechi

Desde Melmac

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Aloña Fernández Larrechi

Las series que ya nos hablaron de los cerdos más despreciables de Hollywood

La ficción metatelevisiva ha contado en los últimos años con diversos acosadores que ya daban pistas de la situación que se vivía en la industria

Foto: Una secuencia de 'Padre de Familia' en la que se hacía mención a uno de los acusados en las últimas semanas.
Una secuencia de 'Padre de Familia' en la que se hacía mención a uno de los acusados en las últimas semanas.

Harvey Weinstein, Kevin Spacey, Dustin Hoffman, Brett Ratner y James Toback. Cinco hombres que en el último mes han dejado de ser lo que sus currículums dicen de ellos, para formar parte de la conversación por lo que esconden en su interior. Seres infames que acosan y abusan de mujeres y hombres aprovechándose de su posición. Tipos desviados capaces de las perversiones más oscuras, que van desde el acoso verbal a la violación, pasando por las felaciones o la masturbación. Hechos que han llegado a la opinión pública gracias a varios trabajos periodísticos y al coraje de muchas víctimas cansadas de callar lo que, en algunos casos, era un secreto a voces.

El reportaje de ‘The New York Times’, y los sucesivos publicados en otros medios, han servido para poner nombre y rostro a unos hechos que, tristemente, se daban por seguros en una industria como la del cine. Porque Weinstein y compañía no son, por desgracia, únicos en su especie, y antes que ellos llegaron Bill Cosby, Casey Affleck o Roman Polanski. Hollywood, como cualquier otro tipo de industria, no es inmune al acoso sexual y a los abusos. Y la televisión ya lo había sugerido, o afirmado, en varios capítulos de diversas producciones. El último de ellos, curiosamente, se estrenó en plena “tormenta Weinstein”. Y entre sus guionistas se encuentra una mujer con mucha experiencia en lo que, hasta hace un mes, eran rumores sobre el productor.

Foto: Harvey Weinstein en una imagen de archivo. (Reuters)

Una semana después de la exclusiva del diario neoyorquino, la NBC emitió el tercer episodio de la segunda temporada de ‘Great News’, una comedia ambientada en la redacción de un programa de noticias que en España emite Cosmopolitan. Con el título de “Honeypot”, una de las tramas del capítulo narraba el comportamiento de Diana St. Tropez, la directora de la cadena a la que interpreta Tina Fey. St. Tropez obliga a los trabajadores del programa (conviene recordar aquí que se trata de una comedia) a comerse un plátano frente a ella, bailar sensualmente o agacharse repetida, y lentamente, a recoger un bolígrafo del suelo.

La protagonista de la serie, la productora Katie Wendelson, se muestra reacia a creer a sus compañeros, y cuando va a hablar con St. Tropez se encuentra con un “me queda poco tiempo en la empresa y quiero pasarlo bien” como respuesta. Además de la imposición de un silencio que, según la directora, se presupone de una profesional como ella. Hasta que su propia madre, que trabaja como becaria en el programa (no pregunten) le dice que también ha sido víctima de la perversidad de Diana St. Tropez.

Lo mismo que reciben los hombres

Cuando Katie y sus compañeros le tienden una trampa a la directora, con su madre Carol como cebo, St. Tropez más que caer se rinde. Deja de fingir que es una figura de poder irresponsable y abusiva para preguntarle a su víctima “¿por qué nadie ha ido quejarse al departamento de recursos humanos todavía?” La lealtad de Katie, el temor de algunos de sus compañeros y el poco tiempo que le quedaba a la empresa, por culpa de un traslado internacional, son algunas de las razones que vemos a lo largo del episodio.

He luchado por la igualdad del trabajo durante 25 años”, dice Diana cuando se justifica ante Carol. Agotada por su trabajo, la directora confiesa que está cansada de traslados de responsabilidad que tratan de demostrarle su valía, cuando ella lo que quiere “es lo que reciben los hombres, 40 millones de dólares para retirarme.” Una bofetada en la cara de varias cadenas y empresas. Pero por si no les queda claro a algunos, la cómica estadounidense por boca de su personaje St. Tropez, nombra a hombres como Roger Ailes, Billy Bush y Bill O’Reilly. El fundador de Fox News, un periodista de la NBC y un comentarista político, que tras grandes escándalos se retiraron con los bolsillos llenos.

placeholder Imagen de una secuencia de 'Rockefeller Plaza'
Imagen de una secuencia de 'Rockefeller Plaza'

Weinstein en la pequeña pantalla

No es la primera vez que Fey, que coescribió el episodio junto al guionista de ‘Unbreakable Kimmy Schmidt’ (de la que hablaremos más abajo) Sam Means, lleva sus conocimientos de la trastienda de la industria a la televisión. Ni tampoco la primera vez que arremete contra alguien. Harvey Weinstein ya fue objeto de sus puyas en dos episodios de ‘Rockefeller Plaza’, la serie sobre la guionista de un late show de la NBC y sus peculiares compañeros que duró siete temporadas. En las dos últimas entregas podemos encontrar dos referencias a Harvey Weinstein que, vistas hoy resultan aún más perturbadoras. “No tengo miedo a nadie de la industria. Rechacé mantener relaciones sexuales con Harvey Weinstein en no menos de tres ocasiones... O cinco” le dice Jenna a Tracy en el episodio ‘Kidnapped by Danger’. Una referencia que la propia Jenna, de profesión actriz, vuelve a hacer tan sólo dieciocho capítulos después, en el décimo de la última temporada, ‘Florida’.

La fama del ejecutivo del que todos se acordaban cuando recogían un Óscar, formaba parte de los mentideros de la meca del cine. De una manera tan grotesca y descarada que los creadores de ‘El Séquito’ le dedicaron un personaje, que obviamente no le hizo ninguna gracia a Weinstein, Harvey Weingard. Un tipo gordo e irascible que alardeaba de su posición. En un intento de contrarrestar el machismo que destilaba la serie, también se permitieron el lujo de poner a Vince, el actor protagonista, en un aprieto. De la mano de un posible inversor que, para adentrarse en un nuevo negocio de Vince, pone como condición que acceda a acostarse con su mujer. Algo que, tras ocho temporadas queda más como una broma de mal gusto que como otra cosa.

La sutilidad de Seth McFarlane

Weinstein no ha sido el único de la lista inicial cuyo nombre y conducta ya fueron deslizados en alguna línea de diálogo de una comedia. Concretamente de ‘Padre de Familia’, la serie de animación de Seth MacFarlane que lleva 16 temporadas en antena. En la cuarta entrega pudimos ver a Stewie, el bebé cabezón, corriendo y gritando “¡Ayuda! He escapado del sótano de Kevin Spacey.” En la décima, el mismo personaje terminaba disfrazado de chica en medio de una subasta de una red de tráfico sexual. En el segundo 36 se oye a la encargada del evento agradecer a Brett Ratner su puja.

El humor absurdo característico de la serie, y las salidas de tono habituales de MacFarlane, hicieron posibles sendas referencias en una licencia más del creador, al que probablemente las últimas noticias no le habrán cogido por sorpresa. Porque aunque no lo llevó a su producción estrella, o por lo menos no me consta, el guionista y actor también sabía algo sobre el currículum más íntimo y oscuro de Weinstein. Al que mencionó cuando presentó las nominaciones a los Óscars de 2013. Tras leer las candidatas (3:23), MacFarlane dice “felicidades señoritas. Ahora ninguna tendrá que fingir que se siente atraída por Harvey Weinstein”. Un comentario que el actor ha reconocido que hizo “lleno de ira y furia”.

placeholder Imagen de la comedia de Netflix 'Unbreakable Kimmy Schmidt'.
Imagen de la comedia de Netflix 'Unbreakable Kimmy Schmidt'.

El olvidado ascenso de Joey

Más allá de los nombres propios de los acosadores también hay producciones que, de alguna manera, sugirieron el tipo de sujetos que a veces se mueven entre los bastidores de la industria. En la malograda ‘Smash’, que transcurría entre los teatros y los musicales de Broadway, el director del libreto que centra la producción es un hombre habituado a acostarse con las estrellas de sus producciones. ‘Unbreakable Kimmy Schmidt’, la comedia de Netflix de la que Tina Fey es creadora y productora, lleva el acoso sexual un poco más lejos y con más surrealismo. Titus, el aspirante a actor compañero de la protagonista, consigue una audición en 'Barrio Sésamo'. Y a pesar de que se encuentra más cómodo de lo esperado entre niños y títeres, tiene que soportar la eterna pregunta. ¿Qué estaría dispuesto a hacer por cumplir uno de sus sueños profesionales y trabajar en el mítico programa infantil?

Aún más sorprendente resulta el tono con el que la queridísima ‘Friends’ trató el acoso y el chantaje sexual en el trabajo. Pocos recuerdan ya que en el décimo episodio de la segunda temporada, para conseguir el papel del Dr. Drake Ramoray, Joey se acostó con la encargada de casting. Una mujer de la que el aspirante a actor dijo a Chandler que “si la conociera en un bar la invitaría a cenar… Ya sabes, al día siguiente.” Lejos de estar horrorizado, su compañero de piso ve esta circunstancia como una oportunidad, porque “si le añades un hombre gordo, es como Navidad”. Aunque, en un principio, se niega a los requerimientos de la encargada del reparto de 'Los días de nuestra vida', la oferta resulta tan (profesionalmente) tentadora que Joey termina accediendo. Y para redondear la broma al final del episodio vemos cómo Chandler, que confiaba en que sus consejos surtirían efecto y el actor aprovecharía la oportunidad, recoge el dinero que se había apostado con el resto de sus amigos.

Una trama que en “la mentalidad de las 90”, a la que algunos acusados se refieren cuando justifican su comportamiento, pudo pasar desapercibida, pero que hoy en día sería impensable en una sit-com. ¿O no? Lo más paradójico de todo es que, entre la propuesta de ‘Great News’ y la trama de Joey en ‘Friends’ han pasado veinte años. Y en las dos el sujeto acosador es una mujer. El mensaje de Fey es un millón de veces más potente que el de su predecesora. Pero lo sería mucho más si el personaje acosador fuese un hombre, porque como ha quedado probado en el último mes, ellos son los acosadores. Y esa naturaleza obtusa debería ser llevada a la pantalla por sus iguales. Porque no vale andarse con medias tintas en un asunto tan grave y preocupante como el acoso.

Harvey Weinstein, Kevin Spacey, Dustin Hoffman, Brett Ratner y James Toback. Cinco hombres que en el último mes han dejado de ser lo que sus currículums dicen de ellos, para formar parte de la conversación por lo que esconden en su interior. Seres infames que acosan y abusan de mujeres y hombres aprovechándose de su posición. Tipos desviados capaces de las perversiones más oscuras, que van desde el acoso verbal a la violación, pasando por las felaciones o la masturbación. Hechos que han llegado a la opinión pública gracias a varios trabajos periodísticos y al coraje de muchas víctimas cansadas de callar lo que, en algunos casos, era un secreto a voces.

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