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'The Marvelous Mrs. Maisel', cómo sobrevivir a unos cuernos con gracia
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Aloña Fernández Larrechi

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Aloña Fernández Larrechi

'The Marvelous Mrs. Maisel', cómo sobrevivir a unos cuernos con gracia

El último estreno de Amazon es difícil de encontrar en la plataforma pero ha conseguidodo tres merecidas nominaciones a los Globos de Oro y es su mejor serie desde 'Transparent'

Foto: Midge sobre el escenario en su primera actuación "profesional".
Midge sobre el escenario en su primera actuación "profesional".

"¿Por qué nos preocupamos las mujeres por cómo nos ven o nos miran? (…) ¿Por qué las mujeres deben fingir algo que no son? ¿Por qué debemos fingir ser estúpidas cuando no lo somos? ¿Por qué hemos de fingir estar desesperadas si no lo estamos? ¿Por qué hemos de fingir sentirlo cuando no tienes nada que sentir? ¿Por qué hemos de fingir que no tenemos hambre… Si tenemos hambre?” Esta es Amanda Gleason. O Fanny Midge. O Lotte McAllister. No importa. Cualquiera de ellas es la mujer que Miriam Maisel sube al escenario para contarle a su público cómo ha ido su día.

Puede que, como en su primera actuación en el Gaslight, Miriam, Midge para los amigos, hable de una de sus experiencias más aterradoras. Su marido acaba de dejarle por su secretaria. “Sé que es superficial e insignificante, pero ni siquiera es tan guapa” Antes de presentar a un grupo de jazz que acaba de conocer, Midge comparte con el público del club el concepto que tiene de sí misma como madre. "Si secuestrasen a mis hijos y tuviese que describirlos diría que tienen "cara de niños". Midge es el alma de las fiestas, logrando acaparar toda la atención de los presentes en la sala. De paso por una concentración, Midge explica sus propias sensaciones y las traslada a su audiencia “Si las mujeres se percatan de lo que pasa en el mundo no cesarán hasta arreglarlo. Porque lo arreglaríamos. Y le pondríamos accesorios.”

Foto: Jessica Biel, en el papel de Cora Tanetti, tras cometer un homicidio. Opinión


Con una protagonista así, la serie solo podía titularse ‘La maravillosa Sra. Maisel’. Y solo podía estar escrita por Amy Sherman-Palladino, la madre de ‘Las Chicas Gilmore’. Para redondear el resultado, la encargada de interpretar a esta mujer fantástica pero también imperfecta, la producción de Amazon cuenta con Rachel Brosnahan. Una actriz prometedora y brillante, a la que ya hemos podido ver en ‘Manhattan’ y ‘House Of Cards’.

Presente desde el 29 de noviembre en el catálogo de Amazon Prime, sorprende que la compañía no haya hecho demasiado por promocionar su estreno, y es una misión imposible encontrarla en su catálogo. Porque me atrevo a decir que, sin haberle encontrado el encanto a ‘I Love Dick’, ‘La maravillosa Sra. Maisel’ es una de las mejores producciones de la división audiovisual de la empresa de Jeff Bezos desde ‘Transparent’. Sirva como ejemplo que todavía no se ha cumplido un mes desde su estreno y la producción ya ha sido nominada a tres Critic’s Choice y tres Globos de Oro.

placeholder Midge acude en camisón a contarle a su padre algo que no le va a gustar.
Midge acude en camisón a contarle a su padre algo que no le va a gustar.

La esposa entregada

Todos ellos han caído rendidos a los pies de Midge, una treintañera judía que vive en el Nueva York de los años 50 unos pisos más arriba que sus padres, en el siempre lujoso Upper West Side. Midge es una mujer dedicada a su vida familiar, que transcurre entre Joel, su marido, y sus hijos. Cocina para él, y le pide a su madre que cuide de ellos mientras le acompaña en su sueño vital. Ser cómico.

La protagonista de esta comedia es una mujer dedicada a su matrimonio, que tras varios años de convivencia aún no es capaz de desmaquillarse antes de meterse en la cama. Y cada mañana se levanta antes que Joel para amanecer impecable. Pero su compromiso con su esposo no es únicamente físico, y para ayudarle a alcanzar sus aspiraciones le acompaña siempre a sus actuaciones. Y no se conforma con observar, sino que se dedica a tomar nota de las risas del público o las entonaciones de su marido. Apuntes que le ayudarán a mejorar. O (probablemente) no.

Una noche, tras una rutina sobre el escenario del Gaslight poco acertada, Joel sufre un arrebato de sinceridad. Mientras hace la maleta le cuenta a la buena de Midge que se acuesta con su secretaria, que está cansado de su perfecta vida y que aquello no se parece en nada a lo que había soñado. Inesperadas novedades que Midge comparte poco después con su padre, del que tiene que escuchar que “necesita un marido” y que le conviene arreglarse y ponerse el vestido favorito de Joel. “Y luego sales, lo buscas y lo traes a casa” sentencia antes de abandonar la habitación.

placeholder Midge Maisel sobre el escenario del Gaslight.
Midge Maisel sobre el escenario del Gaslight.

La cómica verborreica

Pero el plan de Midge es otro e incluye beberse una botella de vino kosher de camino al Gaslight. Allí se subirá al escenario, casualmente vacío y más por la falta de conciencia que por verdaderas ganas. Sus ebrios murmullos despertarán la curiosidad de los presentes y cuando la joven se acerca al micro para hacerse escuchar ya no podrá soltarlo. Ante los clientes con los que horas atrás ha compartido sala confiesa que tiene muchas preguntas en su cabeza, como si no era necesaria para su marido. Las primeras risas llegarán cuando comente el ruidoso baño cercano al escenario y ya metida en harina, micrófono en mano, Midge comenzará su historia con un rotundo “mi vida se ha desmoronado hoy”.

Desde ese momento, ataviada con un camisón azul bajo un abrigo rosa Midge embelesa a su audiencia con una crítica mordaz, en la que confiesa que creía que era una gran esposa porque organizaba fiestas temáticas y le dio hijos. “Un niño y una niña” aclara a los presentes antes de admitir que “nuestra hija se parece cada día más a Winston Churchill con esa frente. Pero eso no es una razón para marcharse, ¿no?” Aunque serán otras bromas, con “putas francesas” de por medio y cierta desnudez, las que provocarán que la impecable protagonista de ‘La maravillosa Sra. Maisel’ termine pasando “20 minutos” en una celda cercana del distrito de Manhattan.

placeholder Maisel y Susie unidas por el humor.
Maisel y Susie unidas por el humor.

La mujer independiente

La inesperada actuación de Midge en el Gaslight revelará una certeza imprevista: el talento, y las dotes para comedia de los Maisel, no corresponde a su huidizo esposo, sino a ella. Desde ese momento, la joven madre trabajará para mejorar sus cualidades artísticas, y para ello contará con la inestimable ayuda de Susie. Una de las trabajadoras del local, con años de experiencia en el mundo de la comedia, que sueña con dejar la barra y dedicarse a representar artistas. Juntas, recorrerán los locales de Nueva York para aprender que en el mundo del "stand-up" el éxito no depende únicamente de los monólogos, sino que también son importantes los silencios, la colocación sobre el escenario o incluso la habitual banqueta frente al micrófono.

Pero los inicios de Midge en el mundo de la comedia no serán fáciles. La joven deberá aprender a reconocer los temas que despiertan el interés de su audiencia, y cómo debe plantearlos para que la carcajada llegue en el momento adecuado. Y todo ello sin desvelar a sus padres, con los que vuelve a compartir casa, a qué se dedica en esas salidas nocturnas que, para ellos, están intensamente dirigidas a encontrar un nuevo marido. Abe y Rose son un matrimonio judío con décadas de convivencia a sus espaldas, y juntos asistirán con asombro al particular desmoronamiento de la vida sentimental de su ojito derecho. Una situación que no asumen con facilidad, y que tratarán de revertir, a pesar de que Midge no parece demasiado preocupada por recuperar a su marido.

A lo largo de ocho episodios que saben a poco Amy Sherman-Palladino retrata, con una ambientación a la altura de 'Mad Men', a una mujer con personalidad, que intentó ser la mejor esposa y fue capaz de sobrevivir al abandono gracias a su independencia, su humor y sus ganas de salir adelante. Para Midge, la comedia es ese lugar en el que puede ser ella misma, lejos de las tradiciones judías y las miradas de una sociedad que aún no quiere asumir que las mujeres son capaces de tener una opinión propia. Una historia prometedora que aborda con inteligencia el sexismo de la época, no para asumirlo, sino para presentar al público un personaje capaz de caminar por el mundo con la confianza propia de quien cree que, pase lo que pase, puede con todo. Y eso es lo que hace que Midge no sea una señora más, sino una señora maravillosa.

"¿Por qué nos preocupamos las mujeres por cómo nos ven o nos miran? (…) ¿Por qué las mujeres deben fingir algo que no son? ¿Por qué debemos fingir ser estúpidas cuando no lo somos? ¿Por qué hemos de fingir estar desesperadas si no lo estamos? ¿Por qué hemos de fingir sentirlo cuando no tienes nada que sentir? ¿Por qué hemos de fingir que no tenemos hambre… Si tenemos hambre?” Esta es Amanda Gleason. O Fanny Midge. O Lotte McAllister. No importa. Cualquiera de ellas es la mujer que Miriam Maisel sube al escenario para contarle a su público cómo ha ido su día.

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