Arbeloa tuvo mejor despedida del Bernabéu que Casillas y Raúl

Álvaro Arbeloa tuvo este domingo una de las mejores despedidas que el Bernabéu ha dispensado a un jugador del Real Madrid en los últimos años. En estos tiempos en que ya no se juegan partidos homenaje, de esos que se estipulaban en el contrato cuando un futbolista alcanzaba 10 temporadas en un club, el reconocimiento que recibió Arbeloa de la afición del Madrid fue mayor que la despedida que tuvieron Iker Casillas o Raúl González Blanco, por poner dos ejemplos de símbolos madridistas que han dicho adiós en el siglo XXI.

Arbeloa es uno de los futbolistas más valorados en las redes sociales. Cuando el pasado viernes se empezó a anunciar que el de ayer sería su último partido en el Bernabéu, el defensa internacional fue 'trending topic'. Su identificación y apoyo a José Mourinho, primero, y su defensa del Madrid y enfrentamiento directo con Piqué en las redes aumentaron el carisma del doble campeón de Europa y campeón del mundo con la selección. Al apoyo en los foros de internet se sumó el de los aficionados en el viejo Chamartín. Porque la ovación cuando se dijo su nombre en los prolegómenos del partido contra el Valencia fue de todo el respetable. Y cuando saltó al campo, volvió a repetirse el homenaje de todo el estadio, con una réplica gigante de su camiseta con su dorsal número 17 y su nombre en la grada Fans RMCF.

Es inevitable comparar el adiós de Casillas con el de Arbeloa. El para muchos mejor portero de la historia del Real Madrid no recibió tanto cariño en su último partido, quizá porque no se sabía que se marchaba. Y su comparecencia pública para despedirse se vio envuelta en polémica por la soledad en la que le dejó el club, aunque Florentino Pérez trató de corregirlo 24 horas después y Casillas aceptó repetir la despedida en un acto tan extraño como frío.

Es inevitable comparar el adiós de Arbeloa con el de Casillas porque ambos acabaron regañados. El apoyo del defensa a Mourinho y la mala relación del portero con el entrenador portugués marcó la ruptura de una relación que era buena, tanto en la selección como en el Madrid, antes de la llegada de Mou. En la despedida de Arbeloa se percibe un mayor cariño por parte del club del que tuvo con Casillas y con Raúl. Nada en absoluto reprochable al bueno de Álvaro y una mejora en el trato que se puede interpretar como una rectificación por parte de Florentino Pérez y José Ángel Sánchez a la hora de despedir a sus jugadores, subsanando precisamente los errores cometidos con Iker Casillas, con Raúl o con Guti.

No es cuestión de entrar en un debate sobre si la calidad futbolística es directamente proporcional al nivel de cariño en la despedida. Arbeloa ha sido un profesional honrado, cuya polivalencia en todos los puestos de la defensa le ha permitido ganar títulos y jugar muchos partidos en el Dépor, Liverpool y Real Madrid, así como en la selección española más laureada de su historia. Su figura ha crecido en los últimos meses precisamente por el menosprecio de un compañero de selección como Piqué, que en una falta de respeto impropia e inadmisible entre profesionales le calificó como "cono… cido", haciendo un juego de palabras con el término cono, que es como lo critican en las redes los contrarios a Arbeloa.

Lo que es un hecho, al margen del guerracivilismo instalado en el madridismo tras el paso de Mourinho, es que Arbeloa ha recibido más cariño en su despedida que Casillas, Raúl y Guti, por comparar su salida con la de los últimos tres canteranos, y madrileños, que jugaron más de una década en el Madrid. Y parece evidente que ha contado con el apoyo del club. Nunca es tarde pare rectificar. Incluso se dice que Florentino piensa en él como portavoz del club. ¡Enhorabuena, Álvaro!

P. D. ¡Cómo corrían ayer los jugadores del Levante! Esa manera de competir pese a estar descendido es muy buena para la Liga. ¡Y verán cómo corre el Granada en la última jornada ante el Barça! ¡Y eso que ya ha obtenido la salvación de forma matemática! Seguro que Tebas está muy atento a las primas a terceros por ganar en la última jornada. Igual también las hubo en la jornada de ayer, Javier. ¡Seguro que lo estás investigando!