El día que Mike Tyson se coronó como el campeón más joven de la historia

El 22 de noviembre de 1986, es decir, hace exactamente 30 años, el joven Mike Tyson se enfrentó al campeón del mundo del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) Trevor Berbick. El flamante campeón estaba convencido de que el palmarés de Tyson era puro marketing. En la rueda de prensa previa al combate, afirmó que Mike no se había enfrentado a nadie de su nivel, con lo que dejó claro que no respetaba al peligroso aspirante. “Le voy a noquear en el séptimo asalto”, dijo Berbick, quien, a sus 33 años, afrontaba su primera defensa, tras haber ganado por decisión unánime al anterior campeón, Pinklon Thomas.

Opinión

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José María Stampa Jost

'Iron' Mike, uno de los campeones más mediáticos y polémicos de la historia, aceptó el reto con tan solo 20 años. El joven aspirante sufrió el revés más doloroso un año antes de su combate ante Berbick. Cus D’Amato, su entrenador y manager, falleció el 5 de noviembre de 1985. D’Amato fue la figura paterna que Mike necesitaba. El propio Tyson siempre ha afirmado que le cambió la vida.

A pesar de este duro golpe, siguió adelante para dedicarle el título a su mentor. El Hilton Hotel de Las Vegas se había vestido de gala para presenciar el campeonato del mundo del peso pesado. 'Iron' Mike, al ser el aspirante, fue el primero en subirse al ring para esperar al campeón. Su palmarés hasta el momento, dejaba claro que era uno de los mayores pegadores del momento: invicto, con 27 victorias y 25 de ellas por KO.

Trevor Berbick, jamaicano de nacimiento, se presentó con un palmarés de 31 vicorias, 23 por KO, con 4 derrotas y un combate nulo. El campeón parecía estar confiado, hasta que el mítico árbitro Mills Lane ordenó a los púgiles al centro del ring para dar las instrucciones previas al combate. Berbick y Tyson se encararon y el juego psicológico del aspirante empezó a surgir efecto. El campeón empezó a notar la presión de enfrentar a un boxeador tan peligroso y no aguantó la mirada, Tyson ya tenía claro que estaba intimidado. Muhammad Ali, que se encontraba encima del ring, ya retirado tras haber perdido 5 años antes ante Berbick, se acercó a Tyson y le susurró al oído que vengara su derrota.

Sonó la campana que dio inicio al combate. El pegador de Catskill (Nueva York) se dirigió al centro del ring para intimidar al campeón con sus potentes golpes. Berbick aceptó el reto y se quedó en el centro del cuadrilátero para intercambiar golpes con el aspirante. Grave error cuando te enfrentas con uno de los mayores pegadores de la historia del boxeo. Mike, fiel a su estilo, entraba en la guardia de su oponente asestándole unos golpes durísimos. Al final del primer asalto, una potente combinación hizo tambalearse al campeón, que se salvó gracias a la campana.

Tyson, consciente de la situación favorable en la que se encontraba, salió de su esquina como un tranvía para arrollar a su oponente en el segundo asalto. Su primer golpe fue una tremenda volea de derechas que tambaleó al campeón, que segundos después se iría a la lona. Berbick superó la cuenta de protección, pero todo parecía indicar que Tyson iba a finalizar rápido su trabajo. Segundos después, un potente gancho de izquierda volvió a mandar a la lona al campeón que no consiguió recuperarse.

'Iron' Mike Tyson se convirtió en el nuevo campeón del peso pesado, pero no un campeón cualquiera, el más joven en la historia. “¡Soy el campeón más joven de la historia y también seré el campeón más longevo!”, afirmó Mike Tyson tras ese combate. Solo pudo cumplir una parte de su promesa, pero todavía sigue registrado como el campeón del peso pesado más joven en la historia.