El pintor Antonio López fascina y desespera a los millonarios mexicanos

Es uno de los pintores españoles más cotizados del mercado. Antonio López tiene fama internacional por la cotización de su obra, pero también por el tiempo de ejecución que necesita para completar su trabajo. El último en sufrirlo en sus propias carnes es el millonario astur-mexicano Juan Antonio Pérez Simón, socio y amigo de Carlos Slim, entre otros, que acaba de comprar uno de los cuadros sobre su serie de la madrileña Gran Vía… o eso creía.

A pesar de haber estado expuesto en el Museo Thyssen-Bornemisza, que brindó una retrospectiva sobre el genial pintor ciudarrealeño en septiembre de 2011, el cuadro sobre la serie de granvías que ha comprado Pérez Simón todavía no está acabado. Como ha ocurrido con otras muchas de sus obras, el artista mantiene viva la ejecución y ha llegado a modificar el original que estuvo expuesto, pues entiende que todavía está en proceso de realización.

El empresario mexicano de raíces asturianas (Llanes) suele comentar con sorna cuando sale a colación la paradoja que supone haber comprado un cuadro que no posee y que a su vez está vivo. Conocido como una gran coleccionista privado, Pérez Simón posee una millonaria colección de más de 1.500 obras de arte y una de las mejores bibliotecas privadas de México, donde hizo fortuna como empresario tras emigrar de joven de su Asturias natal.

Desde hace un par de años, Pérez Simón ha pasado a convertirse en habitual de las citas de la alta sociedad española tras iniciar una relación con la española Silvia Gómez-Cuétara, viuda del promotor inmobiliario Luis García Cereceda y exmujer del abogado Ramón Hermosilla. Adoptado por el clan de ricos asturianos, con el empresario de medios Blas Herrero a la cabeza, el millonario mexicano espera el día en que presumir del granvía de Antonio López.