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Un tom-tom para Rajoy con vistas al 20-N
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Galo Mateos

Mensajes de Narnia

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Un tom-tom para Rajoy con vistas al 20-N

Imagino que es de todos conocido el casi genérico de los navegadores de automóvil, tom-tom, y no menos conocido es el candidato que se ofrece a

Imagino que es de todos conocido el casi genérico de los navegadores de automóvil, tom-tom, y no menos conocido es el candidato que se ofrece a gobernar nuestros destinos a partir del 20-N, Mariano Rajoy.

En el anterior episodio de Narnia, proyectábamos nuestra vida política, social y económica a 2030, y pretendíamos construir el itinerario más lógico para llegar en las mejores condiciones a ese hito. Disponíamos de cuatro mandatos a partir de 2015, ya que de este inmediato, el que se dilucida el 20N, pocas novedades podemos esperar. Sin conocer los programas, de momento, es el candidato socialista quien parece recitar nuestro decálogo, ofreciendo recortes en el número de municipios, instituciones inútiles y cargos electos.

Hoy, trataremos de este mandato de tránsito antes de enfocar con rigor el advenimiento de ese vertiginoso periodo de cambio que nos lleve al futuro que empezamos a preparar ahora, ajenos a complejos históricos y arbitrariedades pasadas.

Tal vez, más que preocuparnos de definir un nuevo modelo teórico fruto de mentes especulativas, correspondería lo siguiente:

Redefinir el marco político, financiero-fiscal, energético, medio ambiental, hídrico, comunicaciones, demográfico, educativo, territorial y de protección social. Y si estamos de acuerdo, que de lo demás se ocupen los ciudadanos con su libertad e iniciativas y los mercados, sin saturar de leyes y subvenciones, lo que debe de funcionar por si mismo. Eso dará como resultado un Presupuesto, que obligará a cosas que no nos podemos inventar a priori, antes de saber qué ideas queremos proyectar sobre la sociedad.

A partir de ahí, estaremos en condiciones de contestar como ciudadanos si mantener la costosa maraña de intereses políticos, debe tener prioridad sobre la educación o la protección social. Según el grado de afrenta que suponga la oferta de la casta política, decidiremos si pueden continuar su mandato en paz o si hemos de buscarles un relevo urgente en 2015. No se me ocurre donde encontrar voluntarios, que a mano alzada prefieran televisiones y prensa corrompida por el poder antes que recortes en sanidad o educación. Y como es falso que existan esas voluntades, si las instituciones persisten en lo suntuario, la ciudadanía les va a poner las cosas difíciles, cuando no imposibles.

El nuevo modelo socio-político o económico, no será necesariamente un artificio que denominemos sociedad del Conocimiento, o de cualquier otro modo impuesto por las tendencias internacionales, sino el resultado práctico y real de la interacción de individuos y mercados, con las ideas y experiencias  propias y ajenas.

Oídos sordos a la ciudadanía

Una navegación compleja, pero sencilla Sr. Rajoy. Sencilla porque estamos hartos de definir en pocas líneas lo que queremos, sin sentirnos verdaderamente escuchados; compleja, porque no estamos convencidos de que usted esté dispuesto a sacrificar intereses sectarios por públicos, más allá de pronunciamientos electorales. La prueba es que mantenemos sin la menor turbación de su parte, todas las televisiones autonómicas y municipales, mientras dejamos de pagar a los proveedores, destruyendo mercados, libertades y garantías, de cuanto se ponga por delante de sus objetivos políticos. Y esto por solo citar un renglón de lo suntuario, frontalmente opuesto a lo necesario.

Ajústese este navegador al parabrisas, Sr. Rajoy. Escuche las indicaciones con atención. Ese tom-tom es la voz de los ciudadanos a los que dice querer servir si le votan. Si llegados a una encrucijada usted se empeña en una salida partidista, sabe que tendrá que volver al punto de inicio. Y que cuantos más errores de navegación cometa, más facilidades estará ofreciendo a sus opositores para una trazada mejor que la suya. No le decimos lo que tiene que pensar acerca de esos puntos clave, será de su exclusiva responsabilidad, tanto el definirlos, como el llevarlos a cabo. Y de la nuestra, cooperar sin reservas, si de verdad persiguen el bien común a corto y largo plazo.

Tenemos cuatro años por delante para ayudarle si se guía con nuestra voz, o para denunciar y entorpecer su gestión si elige el camino de contentar a los suyos a costa de los objetivos y el bienestar de los demás.

No se aflija, le diríamos lo mismo a cualquier candidato opositor, si tuviese alguna opción de ganar, pero no perdamos el tiempo con protocolos, ningún otro la tiene. Así que acepte este lógico ofrecimiento de quienes le van a dar su confianza o simplemente de quienes van a ser los destinatarios de su proyecto. Confiamos en su capacidad de definir con claridad ese marco básico y de permitir que la libertad individual y de los mercados interactúe con ese claro escenario que nos debe proponer.

Imagino que es de todos conocido el casi genérico de los navegadores de automóvil, tom-tom, y no menos conocido es el candidato que se ofrece a gobernar nuestros destinos a partir del 20-N, Mariano Rajoy.

Mariano Rajoy