Los ocho años de Grijelmo

En Moncloa estudian los nombres que pudieran sustituir al chico de Cebrián, Alejandro Grijelmo (Alex para los amigos), en la presidencia de la agencia EFE. Ya escribí en una ocasión que para conocer a un monaguillo no había más que darle un carguillo. Ocho años subido en coche oficial, visa a cargo del contribuyente, sueldazo ignoto (se pone como un basilisco cada vez que alguien quiere conocer lo que percibe que es dinero público), oropel internacional… no está mal para un periodista (tuvo el título ya de mayor) que empezó en los magnetófonos de Europa Press.

Este es otro de los que se han creído que son de verdad. Tanto que utiliza los abogados del Estado para emprenderla contra medios y compañeros que se baten el cobre en lo privado y que tienen más talento que él.

Siempre he querido preguntárselo, pero nunca se ha dejado: ¿qué papel tuvo la Princesa Letizia Ortiz en el nombramiento de Grijelmo al frente de la agencia estatal de noticias? Porque fue José Blanco el que le dijo a mi admirado Carlos G. Reigosa –este sí que hubiera sido un magnífico presidente- que la esposa de don Felipe le había pedido a Zapatero que le diera el puesto a su amigo Grijelmo, que al parecer, ofició de padrino de la asturiana.

No renuncio a conocer la verdad al respecto. Quizá haya un motivo más para empujar hacia la III República.