Banderas, el solidario/progre a mil euros el cubierto

De las infinitas memeces del solsticio que he leído y oído en este aterrador agosto tengo anotado en mi cuaderno unas declaraciones del otrora muy bien subvencionado por el oro socialista andaluz, Antonio Banderas, que llegó  a su tierra para cantar rancheras en la montaña marbellí (se supone que a buen precio la estrofa).

Banderas, del que no entro a valorar su talento como artista porque jamás he visto ninguno de sus films, lleva mucho tiempo prodigándose como ‘líder social’ y no seré yo el que se lo reproche. Quiere imitar en latino a los iconos liberales de Hollywood, y no me parece mal dado que, al fin y al cabo, su fama por aquellos privativos lares proviene básicamente de haberse casado con Melanie Griffith.

Pero el malagueño, que viaja en jet particular y lleva una vida de lujo como el más rabioso capitalista a los que tanto critica, debería saber que las palabras mueven y el ejemplo arrastra. No se puede mantener un discurso rabiosamente social de cara a la galería y luego gastarse en un desayuno lo que un obrero recibe durante una semana. ¡No señor!

Pues bien, el pasado domingo 5 el señor Banderas hizo dueto con Bisbal dentro de las galas ‘Starlite’ que organiza no sé quién en la montaña de Marbella. Mucho obrero con mono o parado con licenciatura en Física o Matemáticas no parece que había. Porque el cubierto costaba mil euros por riñón. Repito: mil euros por barba.

Naturalmente, se podía anotar entre los asistentes a Daryl Hannah, Jon Secada, Ana Obregón, Anne Igartiburu, Eugenia Silva, Carmen Lomana, entre otras intelectualidades de postín.

Mil euros el cubierto. Poco antes, el amigo Antoñito, ¡Ándele!, había puesto a escurrir al gobierno Rajoy por los recortes. No dijo nada del despilfarro que sus amigos de la Junta de Andalucía realizan contratando a familiares, amigos, amiguetes y demás ralea mientras el paro en la tierra de Banderas sobrepasa ya el 30 por ciento.

¡Qué jetas!