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¡Ay, Almodóvar, qué BMW tan lindo!
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Graciano Palomo

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¡Ay, Almodóvar, qué BMW tan lindo!

Nadie le podrá negar a este manchego, cineasta y acaudalado que es un consumado maestro de la provocación. Ahora la acaba de montar porque confiesa que

Foto: ¡Ay, Almodóvar, qué BMW tan lindo!
¡Ay, Almodóvar, qué BMW tan lindo!

Nadie le podrá negar a este manchego, cineasta y acaudalado que es un consumado maestro de la provocación. Ahora la acaba de montar porque confiesa que se equivocó apoyando a “Zapatero para evitar que el PP siguiera en el poder”.

Está, sin duda, en su derecho, of course. Pero entonces habló de golpe de Estado y otras lindezas político/sociales por el estilo. Pero no es aquello lo que me interesa, al fin y a la postre entra en la mejor tradición hollywoodiense el apostar por un partido político al uso.

No. Me interesa la distinción entre la prédica y el trigo. Hace ya unos cuantos años, al iniciarse la Transición y cuando bebíamos agua, el que esto suscribe preguntó a Gregorio Peces-Barba cómo era posible que estuviera todo el día dando la matraca sobre la igualdad social, y al mismo tiempo se fumara unos puros que suponían tres veces el salario mínimo interprofesional.

-¡Soy socialista, me respondió un tanto airado, pero no tonto!

Bien, cosas de la vida, el otro día me topé en un semáforo de la calle Mayor de Madrid con un inmenso BMW, chófer ad hoc, que portaba el cuerpo mortal del insigne y laureado director de cine. La ordinary people se hacía cruces del carro y del poderío que transportaba. Sin duda, se lo ha ganado pero como Pedro Almodóvar es uno de los productores/creadores que pasa la gorrilla por las subvenciones públicas para sus obras del celuloide me gustaría saber cuál es su declaración de la Renta, el Impuesto de Sociedades de sus productoras. No por nada especial; simple curiosidad.

Porque si vamos a saber (con toda razón y justeza) si los dirigentes políticos tienen una muela careada, no sé por qué no debemos tener conocimiento del resto del personal que también recibe dinero público.

Por cierto, el ministro Wert, tan locuaz y descocado por lo general, debería decirnos (porque su edecán impuesto al que no quiere nada, José Mará Lassalle, no lo dirá nunca para no estropear su imagen, si la tuviera), debería decirnos, sigo,  si don Pedro, ¡Pedroooo!, ha presentado impreso para cobrar alguna subvencioncita.

¡Creo que un día el maestro Raúl del Pozo me dijo que Luis Buñuel las pasabas canutas para poder vivir!

Aquí, ¡ojalá!, ya no vamos a pasar ni una. Ni siquiera que Cándido Méndez viaje en coche oficial a costa de nuestros impuestos. 

Nadie le podrá negar a este manchego, cineasta y acaudalado que es un consumado maestro de la provocación. Ahora la acaba de montar porque confiesa que se equivocó apoyando a “Zapatero para evitar que el PP siguiera en el poder”.