El último clavo al que se aferra Botella

En el cuartel general de Génova 13 empieza a cundir el pánico respecto al futuro de las dos plazas fuertes y emblemáticas para la derecha desde muchos lustros atrás: esto es, Madrid (Ayuntamiento) y Madrid (Comunidad).

La alcaldesa Botella Serrano no parece que haya tenido mucha suerte la pobre, sobre todo con el desgraciado y trágico asunto del ‘Madrid Arena’ cuya gestión política, humana y mediática se parece tanto a aquella admirable y nunca bien ponderada administración del 11-M y días siguientes, y que al fin y a la postre propició que los españoles dieran un histórico puntapié en el trasero de un señor que pasaba por ahí, llámese Mariano Rajoy.

En este caso de la poliglota (¡viva Shakespeare!) primera edil de la capital lo cierto es que no estaría ocupando sillón en la Plaza de Cibeles si no estuviera desposada con quien está (tampoco quiero hacer sangre, al fin y al cabo cada uno tiene los poderes que tiene) y lo más sustancial: en estos momentos existe gran preocupación por el futuro electoral de Madrid entre la alta dirección popular.

Además de los favores de antaño debidos y todavía en vigor, doña Ana poco puede ofrecer para encabezar la lista electoral del PP en las próximas elecciones municipales. El tiempo corre a velocidad de crisis galopante y, o mucho tiene que demostrar o se temen que la tradicional alianza de la izquierda acabe con lustros de poder PP en ese dicasterio.

Salvo que el Comité Olímpico Internacional decida, ¡por fin!, otorgarnos  los anillos para organizar los JJOO de 2020.