El Gobierno cósmico sólo tiene un nombre español

Iñaki Urdangarin también se la ha jugado a su suegra. La Reina Sofía, que era una de las presentes inevitables en las reuniones secretas del famoso Club Bilderberg, tampoco acudirá en esta ocasión. Siempre fue la esposa de don Juan Carlos una asistente interesadísima en lo que se decía en el aquelarre de mayor vitola del mundo mundial. Pero con la escandalera que viene protagonizando el balonmanista y su parienta…

Si en la anterior edición la invitada fue la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que fue agujereada por los contertulios ante los agujeros en el Reino que representaba, en esta ocasión el invitado ha sido uno de los nuestros, el ministro de Economía, Luis de Guindos, al que el comisario español en el Bilderberg, Juan Luis Cebrián (un tipo que ya se llevó en su día colgada del brazo a María Dolores de Cospedal), concede la mayor importancia y no ve otro personaje más significativo para discursear acerca de nuestro país.

Dicen por esos lares que Cebrián se pirra (intelectualmente, of course) por las mujeres del PP que ocupan tronío y trono. Si el jefe de Prisa hubiera preguntado este modesto columnista, le habría dado algunos nombres españoles de relevancia mundial que interesan más que los altos funcionarios con chistera.

Si atendemos al mundo del jurdó habría invitado a Pablo Isla o a Jesús Núñez -el hecho de que no sea conocido no significa que no sepa sacar dinero hasta de las cuadras de caballos- y si fuera por imagen y reconocimiento sin duda el special one sería Rafael Nadal. Pero claro si de lo que se trata es de invitar a perdedores el candidato es claro: Florentino Pérez, el monstruo de las galletas que no se come una rosca. Muy serio, atildado y formalito, que parece que incluso es de verdad.