El hispano-alemán nos tiene en sus manos

Se llama Ricardo, se apellida Wehrhahn y luego viene lo de Amézaga. Es partner de Roland Berger Strategy Consultants, especialista en consultoría financiera, innovación y tecnología y presta sus servicios en la muniquesa/alemana y ya internacional Roland Berger, que, en efecto, es una multinacional pero no por ello deja de tener marca Deutschland.

Su hombre en España es el mencionado Ricardo, formado en la universidad de Hamburgo y persona muy conocida y valorada por su auctoritas en los círculos financieros de Madrid. Su principal activo es el sentido común y sus opiniones transcritas en papel timbrado valen millones de euros. Porque tienen fama de serios y parece que por una vez la fama sigue a la realidad.

“Los chicos de Roland Berger suelen decir verdades sin hacer daño…”, me susurra un alto ejecutivo que viaja en BMW negro tintado.

Junto con la firma Oliver Wyman, recordarán, RB hizo de la mano de Wehrhahn la primera prueba de estrés a la banca española, la misma que ahora están haciendo en Eslovaquia y con la que dentro de poco volverán por estos lares.

Dicen de él que es frío como un témpano a la hora de las calificaciones y de estampar su firma en los dosieres, como corresponde a un físico alemán con MBA en INSEAD, aunque todo ello matizado por el ancestro bilbaíno de su madre que, aunque con segundo apellido el Bocho, impronta mucho.

Dentro de poco volverá a las andadas. Y su lupa rebuscará en los ordenadores de la banca española, cuyo ejemplo de reconversión, dice, se pone como paradigma en todo el mundo desarrollado.

Le telefoneé hace un rato. Resumiendo: optimista, sí, pero…