Es noticia
Cuando Suárez era “tahúr” y “golpista”
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Cuando Suárez era “tahúr” y “golpista”

En realidad, lo ocurrido con Adolfo Suárez es muy hispano. Primero, se critica su nombramiento -¡qué error, qué inmenso error!-, luego se le encumbra, posteriormente se

Foto: El expresidente Adolfo Suárez.
El expresidente Adolfo Suárez.

En realidad, lo ocurrido con Adolfo Suárez es muy hispano. Primero, se critica su nombramiento -¡qué error, qué inmenso error!-, luego se le encumbra, posteriormente se le lapida, se le entierra en vida durante un larga temporada, para posteriormente colocarle en el pedestal de los iconos al mismo tiempo que se balancea el botafumeiro hasta el paroxismo.

La fresa final inevitable: los carroñeros intentan vampirizar el espíritu con el que se alimenta el corazón del pueblo llano.

Calcado. Sobre todo, lo último con poses obscenas de exlíderes sin ningún carisma y odiados por ese mismo pueblo que tratan de colocarse el escapulario del muerto en forma de “legado” con toda desfachatez, olvidando las duras palabras que le dirigió Suárez durante la campaña de 1993 cuando le acosaba sin piedad. Les prometo en breve una historia real y fehaciente de cómo fue el asalto de Aznar a la fortaleza suarista. ¡No tiene desperdicio!

Pero sin duda, fueron el tándem Felipe/Guerra en los primeros años de la Transición los que en su ansia por llegar al poder cubrieron de improperios, descalificaciones, mentiras y falsedades el camino del entonces presidente que aguantó con estoicismo y en ocasiones con contenida indignación.

Alfonso Guerra dirá ahora lo que le venga en gana. Bien es verdad que cada día queda menos gente viva que conoció aquella historia, lo cual le ofrece ventaja para reescribir su propia posición como le venga en gana.

Llamó a Suárez “tahúr del Mississippi” simplemente porque le gustaba echar una mano de “subastao” con el general Gutiérrez Mellado; le dijo que no cabía en la democracia y la democracia no cabía en él; le denominó “caballo de Pavía” que entraría a tiros en el Congreso y finalmente le describió como un mero “regentador de whiskería…” No sigo porque podría llenar todos los gigas de este periódico. El problema que tiene Guerra con esto es que yo lo escuché con estos oídos que se comerán la tierra, al igual que un sinfín de compañeros de entonces que reían sus gracietas y sus maldades.

Institucionalmente, no olvidarlo, el PSOE del moderado Felipe y el agresivo Guerra descalificaron la victoria electoral de UCD en 1979. Ni siquiera la reconocían porque había apelado, dijeron y escribieron, al “miedo”. Recomiendo a los lectores se lean la nota de la Comisión Ejecutivo Federal del 3 de marzo de 1979. No tiene desperdicio.

De las puñaladas de los otros está prácticamente todo dicho. Aunque no escrito.

Por ejemplo, cuando el presidente entonces de CEOE, Carlos Ferrer Salat, se fue a Washington a pedir encarecidamente que los Marines USA desembarcaran en las costas españolas para desembarazar al “comunista” Suarez.

¡Carajo qué historia!

En realidad, lo ocurrido con Adolfo Suárez es muy hispano. Primero, se critica su nombramiento -¡qué error, qué inmenso error!-, luego se le encumbra, posteriormente se le lapida, se le entierra en vida durante un larga temporada, para posteriormente colocarle en el pedestal de los iconos al mismo tiempo que se balancea el botafumeiro hasta el paroxismo.

Ada Colau ONG