Florentino también aportaba a la caja del 3%

El pueblo llano puede tener la sensación de que la hora actual es la más corrupta de España desde la Toma de Granada. Se equivoca. Los grandes casos de alcantarillas hediondas hunden sus reales en tiempos pasados tanto del PP como del PSOE. Salen ahora pero son de antaño. No está mal que afloren y la Justicia aplique el bisturí 'manu militari' y sin miramiento alguno.

El estallido del 'oasis' catalán no puede sorprender a nadie medianamente informado de lo que durante décadas ha ocurrido por aquellos lares. De ahí que sorprenda el extraño 'menage a four' que se ha producido en esa amalgama de Junts que envuelve a trincones de la peor calaña junto a comunistas, anarquistas, carlistas, socialistas renegados , monjas alférez y abades mitrados. El recorrido se agota.

De la lista de 'dantes' –ya saben lo que dice la ley de Mahoma al respecto- me ha sorprendido encontrar a una filial de ACS –creo que se llama Urbaser, filial dedicada a la recogida de basuras y al teórico cuidado del medio ambiente- grupo de infraestructuras en el que manda, creo, Florentino Pérez. Me ha llamado poderosamente la atención verlo en ese listado de gentes que soltaba la pasta en las huchas de Convergencia. No por nada, sino porque esos mismos 'tomantes' siempre han venido denunciando al palco del Bernabéu, donde, teóricamente y según ellos, se hacían los negocios en los que chapoteaban con fruicción.

¡Ironías de la vida! Como ironía enormemente contradictoria es que el acaudalado catalán, icono del secesionismo, Victor Grifols, coadyuve a vaciar Barcelona como centro de decisiones empresariales llevándose la sede de sus laboratorios a Dublín. Ya sé que allí se paga la mitad por el impuesto de sociedades que en España, pero la “patria” y la señera bien se merecían, digo yo, un brindis envuelto en unos cuantos euros. Es lo de siempre, predicar una cosa y practicar justamente la contraria.

¿Con esos mimbres pretenden construir un Estado de nuevo cuño?