Sandwich a Carmena: de Wanda a Florentino

Tengo noticias fehacientes que el presidente del BBVA, Francisco González, está que fuma en pipa con lo de la Operación Chamartín. En realidad al pueblo llano nos importa una higa los negocios particulares pero no que se cercenen 120.000 puestos de trabajo que se necesitan más que Rajoy 150 escaños. Por ese camino vamos mal. Creo.

Manuela Carmena, que nunca tuvo muy claro que gestionar un inmenso poblachón fuera lo suyo, parece que le ha cogido gustillo al cargo y hace juegos malabares: un caramelo para Podemos y una golosina para Ahora Madrid, es decir, engaña a todos al mismo tiempo. ¡Carajo con la Carmena! Es inmune a hechos personales en lo económico que de por sí se llevarían por delante a cualquier responsable público en un país civilizado.

Ahora se apresta a asegurarse tres años más en la poltrona capitalina cuando se formalice el acuerdo de gobierno con el PSOE. ¡Una artista de la pista!

Pero si lo que diga Aguirre por un lado y Villacís por otro la traen al pairo -siempre le quedará el brazo de Cifuentes al que asirse- no debería descuidar las bandas. Héte aquí que Wanda Jiling la acaba de empitonar en la televisión china (“Nunca amé más a un país extranjero que a España y es donde peor me tratan”) y, por otro, saca pecho ante el poder fáctico por antonomasia, Florentino Pérez. Diga lo que quiera Wanda no va a llevar adelante su proyecto en el Edificio España y está por ver si la antigua candidata del PCE tiene redaños para modificar la reforma que Florentino quiere imponer en el estadio Santiago Bernabeu que incluye la construcción de un hotel y un casino.

Los inversionistas de Abu Dabi (450 millones de euros) no acaban de entender nada de lo que ocurre por estos lares.

Yo sí.