Las exigencias de Fernández (jefe accidental del PSOE)

El ensayista Juan Claudio de Ramón Jacob-Ernst ha escrito un luminoso artículo titulado 'El PSOE y su desgarro' que a mi entender refleja con mucha exactitud lo que está ocurriendo en el segundo partido de España (por ahora).

Sostiene el diplomático que el PSOE ha entrado en crisis por su porfiada negativa a permitir un Gobierno de centroderecha en minoría, al que fácilmente, mediante negociación, hubiera podido endosar parte sustancial del propio programa.

Estoy de acuerdo. Es lo mismo que Albert Rivera estuvo cantando todas las mañanas, tardes y noches en el balcón de su antiguo socio político, Pedro Sánchez, antes de que el madrileño fuera decapitado en un sábado de pasión. Sostiene también el escritor que una de las graves equivocaciones de los socialistas ha sido abusar de una retórica que presenta al PP mucho más extremo de lo que es, apreciación compartida por otros opinadores de izquierda como es el caso del avezado Raúl del Pozo.

Esto lo ha entendido, según fuentes muy serias del PSOE, Javier Fernández, que se apresta a dar la abstención a Mariano Rajoy cargado de razones internas pero también con otras externas. Si no quiere que su nueva andadura de poder sea más breve que el reinado de Sánchez en la socialdemocracia española, Rajoy tendrá que tragar las exigencias de Fernández en materia socioeconómica, regeneración y laboral. En eso está. Javier Fernández y Susana Díaz quieren diferenciarse y marcar diferencias con los populistas e independentistas, pero también con el PP; cosa lógica y elemental. De lo contrario, el PSOE se quedará sin sitio y su derrota será segura. Pero es también un hecho que esa derrota será, por añadidura, la propia derrota de España.