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Graciano Palomo

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Poderío en el Planeta

El Premio Planeta 2016 fue una afirmación de poder civil, que no necesariamente tiene que resultar antipático o prepotente. Percibí ese 'seny' que se echa de menos en los políticos de aquellos lares

Foto: Los reyes Felipe y Letizia, junto a Carles Puigdemont, Ana Pastor, Soraya Saenz de Santamaría,, Josep Creuheras y Rafael Catalá, en la cena del Premio Planeta. (EFE)
Los reyes Felipe y Letizia, junto a Carles Puigdemont, Ana Pastor, Soraya Saenz de Santamaría,, Josep Creuheras y Rafael Catalá, en la cena del Premio Planeta. (EFE)

José Creuheras, presidente del Grupo Planeta, acompañado de su estado mayor del primer grupo de comunicación de España (Atresmedia), había convocado a más de mil personas en el Palau de Congresos de Catalunya –a una legua de las famosas Torres Negras de Caixabank y a unos metros del Palacio Real de Barcelona, ahora bajo dominio de Colau– para entregar el Premio Planeta 2016, el mejor dotado de cuantos premios literarios habitan en lengua española. Entre ese estado mayor, por citar quizá al más relevante en cuanto a las referencias básicas dentro del Grupo, Mauricio Casals, presidente del diario La Razón y mucho más.

Hacía más de 19 años que no asistía al cónclave social/literario y en esta ocasión me producía cierto morbo asistir 'in situ' al desarrollo de la convocatoria que, además de literaria, representaba algo más desde que en 1952, José Manuel Lara fijó en 40.000 pesetas el reconocimiento crematístico de la mejor novela presentada.

Fue un auténtico espectáculo, perfectamente tabulado por los buenos profesionales del Grupo y unos anfitriones atentos hasta el último detalle. Desfilaron los Reyes de España, lo más granado del Gobierno (en funciones) con la vicepresidenta a la cabeza, el máximo representante del Estado en Cataluña, léase el 'president' Puigdemont y su antecesor, Artur Mas –sumamente descolorido y difuminado–, el poder mediático que en sí mismo representa Atresmedia y el poder económico que también conlleva el conglomerado de empresas que conforman Planeta.

Resultó, dicho por corto y en síntesis, una afirmación de poder civil, que no necesariamente tiene que resultar antipático o prepotente. Percibí ese 'seny' que se echa de menos en los dirigentes políticos de aquellos lares y que, en el fondo, viene a sustanciar esa percepción generalizada de que la sociedad civil en su amplia acepción es mucho más importante que su representación política.

Con hechos.

José Creuheras, presidente del Grupo Planeta, acompañado de su estado mayor del primer grupo de comunicación de España (Atresmedia), había convocado a más de mil personas en el Palau de Congresos de Catalunya –a una legua de las famosas Torres Negras de Caixabank y a unos metros del Palacio Real de Barcelona, ahora bajo dominio de Colau– para entregar el Premio Planeta 2016, el mejor dotado de cuantos premios literarios habitan en lengua española. Entre ese estado mayor, por citar quizá al más relevante en cuanto a las referencias básicas dentro del Grupo, Mauricio Casals, presidente del diario La Razón y mucho más.

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