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Palo Alto
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El cariño de Cristina y el apoyo de Cifuentes
Lo he escrito muchas veces: nada de lo que no es real subsiste al paso del tiempo
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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, tiene un carajal dentro de su Gobierno autonómico que ya no oculta ni Telemadrid. Tendrá que demostrar que es capaz de poner orden si aspira a mayores ambiciones. Ya no vale el recurso a la herencia recibida porque lleva el tiempo suficiente sentada en la Real Casa de Correos.
La diputada regional Elena González-Moñux ha decidido poner coto a las “elevadas agresiones verbales” en forma de acoso laboral de uno de sus hombres fuertes, el consejero Enrique Ossorio, que según la denunciante le han provocado una enfermedad mental grave. González-Moñux no es precisamente nueva y una desconocida en el PP. Viene de antiguo y llegó hasta el puesto de viceconsejera de Justicia, amén de sus cargos en el Partido Popular de Madrid.
El esperpéntico quilombo interno lo ha resuelto la presidenta Cifuentes mandando “cariño” a la diputada acusadora y “apoyo” al consejero denunciado. ¡Viva Cartagena!
Cuestiones 'ad hominem' al margen, su voto en la Asamblea es decisivo para argumentar una mayoría que sostenga a Cifuentes, además del apoyo de Ignacio Aguado (Ciudadanos). Si a eso unimos el cristo ateo que vive con alcaldes con buenas tarjetas de golpes electorales, pudiera ser que su gran objetivo de comerse el PP madrileño pudiera devenir en cólico.
No es el primer conflicto interno que tiene que capear. Recientemente, a propósito de una adjudicación de la Consejería de Asuntos Sociales que capitanea el conocido internamente como “Bellido Dolfos”, Carlos Izquierdo, a una imputada por las tarjetas 'black' se culpó de dicha adjudicación a Ignacio González cuando la ciudadana en cuestión venía operando de tal guisa en su fundación de temas sociales desde las épocas de Joaquín Leguina. Lo sorprendente es que se liberara una nota de prensa cargando las tintas donde no debían obviando que el actual consejero, Carlos Izquierdo, era viceconsejero en la etapa denunciada.
Lo he escrito muchas veces: nada de lo que no es real subsiste al paso del tiempo.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, tiene un carajal dentro de su Gobierno autonómico que ya no oculta ni Telemadrid. Tendrá que demostrar que es capaz de poner orden si aspira a mayores ambiciones. Ya no vale el recurso a la herencia recibida porque lleva el tiempo suficiente sentada en la Real Casa de Correos.