La cohabitación de Cospedal y Maillo

Va a resultar muy interesante desde el punto de vista de la observación política la nueva etapa que se inicia en las alturas del Partido Popular a propósito del ascenso del zamorano Fernando Martínez-Maillo a título de coordinador general.

De facto será el primer ejecutivo diario en Génova 13, a las órdenes de la que sigue siendo secretaria general, María Dolores de Cospedal, que tiene acreditado no haber sido nunca mujer florero. La teoría es simple pero la praxis cotidiana tiene su aquel porque la coincidencia al cien por cien nunca es posible.

Porque, al final, de lo que realmente estamos hablando es de poder, que en esa casa siempre ha sido y es un asunto capital. ¡Para eso están en el chollo de la política! Supongo. En este sentido, el comandante en jefe ha oficiado de Rajoy en estado puro. Ha dado satisfacción a Cospedal -cabe recordar que durante los momentos más dramáticos de la existencia del PP puso una cara que acabó con muy serios moratones- pero también ha recompensado la fidelidad de Martínez-Maillo, que en términos generales es una copia 'rajoniana' bastante exacta en cuanto a la discreción y la prudencia.

TE PUEDE INTERESAR

Rajoy rectifica y recupera el modelo Aznar con un número tres dedicado a Génova

Ángel Collado

Especialmente importante es el proceso que ahora se inicia en los distintos territorios, donde cada cual -en los escasos donde haya cambios y relevos- intentará colocar a dirigentes regionales y provinciales de su confianza porque yo soy de los que creen que Mariano Rajoy no seguirá más allá de su actual mandato. Creo, no que lo sepa a ciencia cierta.

Uno de los puntos calientes dentro del mapa del charrán es Castilla y León, que es mi tierra de origen y de amores. Porque Juan Vicente Herrera lleva años diciendo que quiere jubilarse y dedicarse a otras cosas quizá más interesantes que administrar miseria. Sucede, sin embargo, que lógicamente quiere tener voz y voto en relación con la persona que le sustituya en el liderazgo partidario y luego el candidato a la Junta. Juanvi Herrera tiene sus nombres y la Oficina Central los suyos. En el resto, poco de nada o nada de poco.