El 'patrimoni', no, ¿eh?, ¡la pela es la pela!

El increíble espectáculo dado por los secesionistas catalanes –por cuenta del contribuyente– alcanza estos días cotas realmente grotescas. Los valientes patriotas de la 'estelada' dicen estar dispuestos a ir a la cárcel pero que nadie les toque un maldito euro.

William Wallace, el legendario nacionalista escocés, se moriría de vergüenza ante los rupturistas españoles con Junqueras a la cabeza, que intenta escurrir el bulto mientras que a los burguesitos (multimillonarios) del PDeCAT se les hinchan los huevos.

España resulta un enigma histórico, como dejó escrito el gran Claudio Sánchez Albornoz, pero su permanencia como nación la tiene fácil

Nelson Mandela se revolvería en su celda sudafricana si viera tamaño espectáculo de valentía, coraje y determinación en defensa de sus ideas. ¿Alguien ha pensado que de esa guisa puede conseguirse un Estado? Es verdad que España resulta un enigma histórico, como dejó escrito el gran Claudio Sánchez Albornoz, pero su permanencia como nación la tiene fácil ante el tamaño de sus enemigos.

La pela es lo primero, oiga. ¡Ya lo sabíamos! De hecho, la subida al monte de los dirigentes de la antigua Convergencia se inicia cuando los funcionarios de la UDEF y la UCO empiezan a tabular sus trapisondas económicas y la pésima gestión al dejar en almoneda los derechos fundamentales de los ciudadanos de aquella comunidad autónoma.

Esa orgía de valor es pareja también con aquellos que, abominando la ruptura, permanecen callados como mujeres de moral distraída no sea que el poder del Govern les pueda reducir parte de sus subvenciones o contratos públicos. Me atrevo a pedir desde aquí a Mel Gibson que no desperdicie esta historia de valor y encargue por la vía rápida a Pep Guardiola y a Lluís Llach un guion por la vía de urgencia para que este patriotismo de hojalata no quede en el olvido.