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Víctor Alvargonzález

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En qué me he equivocado

Hoy me tiro al césped y les cuento en qué me he podido equivocar en lo que va de año. Y, lo más importante: si el error debe ser corregido o no

Foto: Billetes de dólar americano. (Reuters)
Billetes de dólar americano. (Reuters)

Siempre me ha llamado la atención lo mal visto que está en este sector publicitar los aciertos. Nadie critica a un futbolista por lanzarse corriendo eufórico a la banda cada vez que mete un gol. Probablemente sea porque lo compensa tirándose de los pelos y arrastrándose por el césped cuando falla.

Yo sigo la misma política. Celebro los goles. Pero no escondo los errores.

Me han leído y escuchado ponerme la medalla de haber anticipado contra viento y marea que el BCE compraría deuda corporativa y que había que tenerla en cartera. O que la renta fija en general seguía siendo interesante porque, por mucho que haya subido en los últimos años, podía seguir haciéndolo en la medida en la que la inflación seguía a la baja (ver “Teoría de la relatividad financiera”) O lo de ser prudentes este año con la renta variable (ver “¿Qué es una cartera todoterreno?”)

Pero hay que ser consecuentes, así que, hoy me tiro al césped y les cuento en qué me he podido equivocar en lo que va de año. Y, lo más importante: si el error debe ser corregido o no, porque un buen estratega no es el que acierta siempre - eso es imposible - sino el que acierta más que se equivoca. Y mejor todavía si sabe reconocer sus errores y actuar en consecuencia.

En mis conferencias y artículos de inicio del año no sólo dije lo de comprar bonos corporativos o ser prudentes en renta variable. También he dicho que el dólar seguiría revalorizándose contra el euro. No está siendo así.

Mi error ha sido pensar como economista y no como inversor. El mercado tiene sus reglas; entre ellas, que si algo es conocido, está descontado en los precios

Mi razonamiento era simple: si el BCE llena el mercado de euros – y vaya si lo ha hecho -, la ley de la oferta y la demanda dice que la consecuencia es una subida del dólar. La FED no sólo ha dejado de imprimir dólares, sino que está iniciando una política un poco más restrictiva subiendo tipos. El BCE hace justo lo contrario. La divergencia debería reflejarse en la relación de cambio de ambas divisas. Pues ya ven: el euro no baja de 1,10 aunque Draghi haya sacado no ya el bazuca, sino una bomba de varias toneladas.

Mi error ha sido pensar como economista y no como inversor. Nunca se debe olvidar que el mercado tiene sus propias reglas y, entre ellas, que si algo es conocido, ya está descontado en los precios. Una vez confirmado que Draghi ha hecho casi todo lo que está en su mano, los operadores concluyen que ya no hay más que descontar en la cotización.

Los mercados descuentan expectativas de futuro, no situaciones presentes. Mi “call” del dólar funcionó en 2015 porque la cotización no había descontado que habría QE en Europa y que luego habría todavía más QE y otras medidas expansivas. Todo ello apoyado en la expectativa de caída del nivel de inflación. Ahora estamos flirteando con la deflación –ya no es una expectativa-, el BCE ha sacado hasta la bomba de neutrones y el mercado de divisas dice “hasta aquí hemos llegado”. Y no porque el tema esté solucionado, sino porque es ahora cuando son muy limitadas las opciones que le quedan al Sr. Draghi & Co.

¿Tiene razón el mercado? Salvo que, además de la bomba, el BCE saque el helicóptero, es decir, entregue directamente dinero a los ciudadanos para animar el consumo como preconizaba Milton Friedman, no hay mucho más que pueda hacer.

mientras tanto el mercado ha dictado sentencia y pasará tiempo hasta que suba el dólar, si es que lo hace

A lo mejor lo que estamos es ante un receso y hay que esperar a que el mercado descuente nuevas subidas de tipos de la FED y que el BCE saque armas no convencionales. Pero mientras tanto el mercado ha dictado sentencia y pasará tiempo hasta que suba el dólar, si es que lo hace. Así que me arrastro por el césped, lo golpeo, estiro con desesperación la camiseta y a otra cosa, que hay mucho que hacer.

La otra idea de inversión que no está funcionando este trimestre es precisamente la que mejor me ha funcionado a lo largo de los últimos años: dar mucho más peso a los mercados desarrollados que a los emergentes. Aun así creo que es pronto para el cambio. Después de hacerlo peor que los desarrollados durante años y de una caída brutal adicional es lógico que se produzca una reacción al alza en los emergentes. Tendría que haber algo que sustentara esta subida para que realmente habláramos de un cambio de tendencia y no de una reacción técnica. Algo como que se aclararan las expectativas económicas en China, por poner un ejemplo. Y, sinceramente, no lo veo.

Buen fin de semana.

Siempre me ha llamado la atención lo mal visto que está en este sector publicitar los aciertos. Nadie critica a un futbolista por lanzarse corriendo eufórico a la banda cada vez que mete un gol. Probablemente sea porque lo compensa tirándose de los pelos y arrastrándose por el césped cuando falla.

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