Les aconsejo serenidad

Por fin parece que el verano y el buen tiempo ya se han instalado en España y con ello las carreteras empiezan a tener mucho más tráfico del registrado en los últimos meses. No un tráfico exagerado, porque la situación económica hace que los desplazamientos por carretera se limiten mucho, pero en cualquier caso si hay un incremento que habrán podido notar estos días.

El otro día un experto en seguridad vial comentaba que lo más importante a la hora de dar consejos sobre temas relacionados con la conducción y con la seguridad vial es que sean lo más sencillos posibles. No se puede hacer un listado de cosas que hay que hacer, porque nadie hará caso de ello. Y si yo les tuviera que aconsejar algo sería simplemente serenidad cuando se sienten al volante.

Serenidad para rodar tranquilo por una carretera, para ir detrás del coche de delante si es que va a la misma velocidad que nosotros, pero no intentar adelantar y adelantar y adelantar y siempre adelantar. Eso hace que vayamos cada vez más deprisa, más de lo que querríamos, que nos pongamos en peligro por ir cada vez más rápido y en tensión permanente.

Esa tensión de ir siempre más deprisa que los demás, de adelantar a todo el mundo, supone que en un tramo de 30 o 40 kilómetros llegaremos uno o dos minutos antes como máximo. Y a cambio nos habremos puesto un poco más en peligro, nos jugaremos una multa de radar y llegaremos a nuestro destino, con tensión y estresados.

La otra forma de llegar al destino creo que es mucho más racional, es la de viajar o desplazarse en el coche con serenidad. Gastaremos menos, ahorraremos en consumo pero sobre todo lo haremos sin tensión. Pero eso no significa ir despacio, sino ir tranquilo. Y se puede ir tranquilo a 120 km/h.

Cuantas veces circulando por una carretera vemos un coche circulando, por ejemplo, a 110 km/h y rápidamente nos ponemos a la izquierda para adelantarle, pero luego una vez rebasado comprobamos que vamos a 120 km/h y para evitar multas frenamos. ¿Merecía la pena esta maniobra que por otra parte siempre conlleva un peligro?

Sé que los consejos en estos temas de conducción tienen que ser sencillos, pero es imprescindible pensar siempre en los demás, intentar no hacer a los demás lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros. Y ayudar a los otros como nos gusta que nos ayuden cuando estamos al volante.

Pero creo que el tema más importante, del que depende más directamente nuestra seguridad y la de todos los que circulan por las carreteras, es la distancia de seguridad. Ir deprisa, cerca del coche de delante y despistado hablando por teléfono o mandando un mensaje es llevar todas las papeletas para sufrir un accidente que puede ser muy grave. Lo malo es que la persona que va detrás y pegada al coche de delante es la única culpable de esta situación de  grave peligro en una carretera. Y los que saldrán peor parados en ese accidente serán los ocupantes del coche de delante.

Creo que en la inmensa mayoría de los casos, cuando se produce un accidente de tráfico no es tal accidente sino más bien una negligencia, o una imprudencia o una temeridad de alguien que no se ha parado a pensar que la conducción es una actividad de riesgo. Y lo más importante, que no es solo nuestra vida la que está en peligro si hacemos algo mal, sino la de todos los usuarios de la carretera.

Por favor, para que este verano haya menos accidentes, que es lo que todos buscamos sin duda, circule con serenidad, tranquilo, sin prisas, sin pegarse al coche de delante, sin pensar en adelantar a todos. Es por su bien y por el nuestro. Merece la pena llegar más tranquilo y cinco minutos más tarde.