Es noticia
La salida de Chevrolet del mercado europeo
  1. Motor
  2. Automaníacos
Carlos Cancela

Automaníacos

Por
Carlos Cancela

La salida de Chevrolet del mercado europeo

La última semana la multinacional General Motors ha sido protagonista por partida doble de la actualidad en el sector del automóvil. Por un lado por la

La última semana la multinacional General Motors ha sido protagonista por partida doble de la actualidad en el sector del automóvil. Por un lado por la puesta en marcha de la nueva Saab tras el cierre anunciado por General Motors, su propietaria hasta entonces, allá por el año 2009. Pero sobre todo por la huida de Chevrolet del mercado europeo del automóvil.

Es una muy buena noticia para el sector que una marca como Saab, con una gran tradición, no haya muerto y que con el comienzo de la producción se aclare un poco su futuro, eso sí, fuera del consorcio General Motors. De momento, la empresa NEVS ya ha iniciado la fabricación del 9-3 con motor de gasolina, pero a partir de primavera hará una versión eléctrica, que es lo que va a marcar su futuro. La mala noticia es que, al menos inicialmente, solo se van a vender los nuevos Saab en China y unas pocas unidades por internet para el mercado local sueco. Pero al menos es una marca legendaria que se mantiene viva.

El otro tema de General Motors esta semana ha sido el de Chevrolet y su salida del mercado europeo al finalizar 2015. Es la marca más importante del consorcio General Motors en estos momentos porque produce casi cinco millones de vehículos cada año. Es decir, que más de la mitad de los coches que General Motors fabrica y vende en todo el mundo llevan el sello de la “pajarita”. Chevrolet representa en la actualidad dos tipos de coches muy diferentes entre sí. Es como un gigante con dos cabezas.

Por un lado están los coches fabricados en Estados Unidos, los grandes todoterreno, los pick-up, las grandes berlinas y los deportivos americanos, los Camaro y Corvette, aunque esta última se está posicionando como una marca independiente de la propia Chevrolet.

Y por otro lado están los coches más pequeños, de precio asequible, y fabricados en Corea. Estos son los herederos de la extinta Daewoo, que ahora son simplemente Chevrolet para aprovechar al máximo la buena imagen de la marca norteamericana en todo el mundo.

En Europa, y con la grave crisis que atraviesa el mercado, los coches grandes, los americanos de Chevrolet de verdad, tienen un mercado muy limitado, casi inexistente. De hecho solo se importan regularmente los Camaro y Corvette, pero en pocas unidades. Y el grueso del mercado europeo para Chevrolet es el los modelos de origen coreano, los Cruze, Aveo y Orlando, o los todocamino Trax y Captiva.

Estos coches coreanos tienen una buena relación calidad/precio, pero se han posicionado como vehículos muy próximos a los de los fabricantes generalistas europeos, los Renault, Ford, Fiat o Volkswagen. Este tipo de producto de Chevrolet resulta ideal para mercados emergentes, para Rusia y las ex-repúblicas soviéticas, donde están consiguiendo un magnífico volumen de ventas. Y también en países asiáticos o en Sudamérica. Y es que un Chevrolet es casi como un Volkswagen, o un Opel o un Peugeot por su calidad pero un poco más barato.

Con ello, Chevrolet se ha posicionado como una marca muy interesante en los mercados emergentes, pero esa posición es la que ha hecho que pierda su sitio en Europa. Los Chevrolet no pueden competir en precio con los modelos “low-cost” como los Dacia, que están arrasando con unos precios muy bajos pero con una muy buena calidad.

Pero al mismo tiempo tampoco pueden competir con marcas como Hyundai o Kia que aunque son fabricantes coreanos han sabido adaptarse y hacer coches pensados para los clientes europeos y, lo que es más importante, fabricados en Europa. Y todo ello con unos precios muy próximos a los de los modelos Chevrolet. Y por la misma razón tampoco puede competir con los fabricantes generalistas europeos.

Además, Chevrolet tiene otro problema añadido, que sus productos compiten con los modelos de Opel, con los que comparte mecánica y en muchos casos hasta el concepto de vehículo y la producción. Este es el caso de los Trax y Captiva, frente a los Opel Moka y Antara, que son idénticos. O también del Chevrolet Volt y su hermano el Opel Ampera, fabricados en Estados Unidos.

Cuando a principios de año la multinacional General Motors decidió apoyar la marca Opel, su filial europea, de cara al futuro, estaba bastante claro que Chevrolet iba a perder su sitio en Europa, y eso es lo que ahora se ha confirmado.

Más vale tomar una decisión firme, aunque sea muy dura como la de que Chevrolet abandone Europa, que dejar pasar el tiempo y acabar con las dos marcas, con Opel y con Chevrolet, en fuera de juego dentro del mundo del automóvil. Para Chevrolet no va a suponer un problema el perder el mercado europeo, donde vendía pocas unidades frente a los casi cinco millones de coches que vende cada año en el mundo, y va a dejar más claro el terreno para Opel en el futuro quitándole un competidor. Desde General Motors se estima que esta decisión supondrá una mejora en la cuenta de resultados de entre 700 y 1.000 millones de dólares al año.

La última semana la multinacional General Motors ha sido protagonista por partida doble de la actualidad en el sector del automóvil. Por un lado por la puesta en marcha de la nueva Saab tras el cierre anunciado por General Motors, su propietaria hasta entonces, allá por el año 2009. Pero sobre todo por la huida de Chevrolet del mercado europeo del automóvil.