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Competencia siempre ataca en agosto
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Competencia siempre ataca en agosto

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) parece que no se toma vacaciones, al menos en lo que se refiere a su particular

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) parece que no se toma vacaciones, al menos en lo que se refiere a su particular lucha contra el sector del automóvil. En agosto del año pasado abría la caja de los truenos al iniciar un expediente sancionador contra la mayor parte de las asociaciones del sector y contra muchos concesionarios de una buena parte de las marcas instaladas en España.

Pues bien, este viernes pasado, también en el mes de agosto, anunciaba que el expediente sancionador abierto en la distribución de vehículos se ampliaba a otros 31 concesionarios más de las marcas Audi, Seat y Volkswagen, con lo que el total de incoados de estas marcas se eleva a 107. Pero no es la única, ya que a principios de la semana pasada este organismo también hizo pública otra ampliación del expediente sancionador a varias empresas concesionarias de la marca Opel, con lo que en este caso ya son 28 las sometidas a la investigación.

Cuando la Comisión decidió arremeter contra todo el sector del automóvil, por definirlo de alguna forma, fue el 29 de agosto de 2013, tras realizar una serie de inspecciones a principios de verano en las sedes de algunos concesionarios y de diversas asociaciones de éstos.

Ahora, la Comisión matiza que la ampliación de la incoación no prejuzga el resultado final de la investigación, manteniéndose vigente el periodo máximo de 18 meses desde la fecha de la incoación inicial para la instrucción y resolución de este expediente. Es decir, que todas esas asociaciones y concesionarios llevan ya 12 meses bajo sospecha.

Resulta bastante curioso que habiendo sectores como los carburantes, la telefonía, el gas o la electricidad, en los que la competencia en España brilla por su ausencia, este organismo que debe velar por la competencia para que los ciudadanos paguen el precio más ajustado por las cosas, se fije tanto en el sector del automóvil, pese a una competencia brutal.

Y otra cosa que sorprende mucho más aún es que entre 2007 y 2013, cuando las ventas de coches cayeron a menos de la mitad en el mercado español, este organismo no miraba hacia el sector del automóvil. El primer mes en el que subieron las ventas después de años de caídas, fue en agosto de 2013 y a final de ese mes llegó sorpresivamente el expediente.

Cuando se iniciaron estos expedientes la propia Comisión explicó que dichas prácticas consistían en la fijación de precios y condiciones comerciales y de servicio, además del intercambio de información comercialmente sensible dentro del mercado del automóvil.

Creo que el automóvil es el sector más competitivo que hay en el mercado español, porque hay una gran cantidad de marcas que compiten por hacer su negocio. Cuando una persona quiere un coche compacto, por ejemplo, tiene 20 coches distintos y puede elegir si lo quiere más caro, o más barato, o más equipado, o más deportivo. Y el coche más vendido del mercado español puede alcanzar este año las 25.000 unidades (el año pasado fue el Citroën C4, un compacto que no llegó a esta cifra).Vamos, que no es un negocio muy rentable.

Ahora, la política de la Comisión parece bastante clara. El mercado del automóvil empieza a salir del agujero en el que entró en 2007, las ventas suben y… ¿hacia dónde mira la Comisión? pues hacia el sector del automóvil. Las marcas que más coches han vendido en lo que va de año son Volkswagen, Seat y Opel, pues se incluye en el expediente a más concesionarios de estas tres marcas.

Pero lo mismo se podría hacer con las petroleras, abrir un expediente contra Repsol, Cepsa y BP, por ejemplo, se está 18 meses investigando sus prácticas y luego se les sanciona por prácticas contra la competencia. Y con Telefónica, Vodafone y Orange, pues lo mismo. O con Iberdrola, Endesa y Fenosa.

El problema es que cuando competencia pone una multa a las petroleras por ponerse de acuerdo para subir los precios, como está demostrado que hacen regularmente, la multa que se les impone desde competencia es menos de lo que cobran en un solo día con ese precio abusivo, pero esas tarifas más altas las mantienen semanas o meses. Hasta con la multa es un negocio redondo.

Pero cuando Competencia le impone una sanción a un concesionario que ha vendido 10 coches en un año, y los hay que ni siquiera llegan a esa cifra, es el cierre definitivo. Sobre todo porque ese concesionario, que tuvo que hacer unas fuertes inversiones, lleva años perdiendo dinero. Y la multa por vender 10 Volkswagen Golf, por ejemplo, será de más de 20.000 euros, el 10% de la facturación aunque el beneficio por esas ventas haya sido de menos de 5.000 euros.

Quiero dejar claro el respeto que me merece el trabajo de los inspectores y profesionales de este organismo, que seguro que están haciendo bien su trabajo. Y que tienen pruebas de que se está haciendo algo mal en el sector. El problema es de los responsables que deciden hacia dónde hay que mirar e investigar y hacia qué lado hay que hacer la vista gorda.

El precio efectivo de los coches, el que realmente paga el cliente, ha bajado más de un 10% desde el año 2007. Pero ese año los coches llevaban un equipamiento muy justo y en la actualidad llevan de todo, e incluido en el precio final. Y sobre todo medidas de seguridad como el ESP, o equipamiento como el navegador o unas mecánicas que consumen menos carburante. Se puede estimar, por ello, que un coche de 2014 cuesta cerca de un 20% menos que uno equivalente de 2007, pero la Comisión de la Competencia debe estimar que hay que buscar más rivalidad entre los concesionarios, para que bajen más.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) parece que no se toma vacaciones, al menos en lo que se refiere a su particular lucha contra el sector del automóvil. En agosto del año pasado abría la caja de los truenos al iniciar un expediente sancionador contra la mayor parte de las asociaciones del sector y contra muchos concesionarios de una buena parte de las marcas instaladas en España.

CNMC