Es noticia
La industria del automóvil, un ejemplo de crecimiento
  1. Motor
  2. Automaníacos
Carlos Cancela

Automaníacos

Por
Carlos Cancela

La industria del automóvil, un ejemplo de crecimiento

La pasada semana ha tenido lugar en Madrid la segunda edición del Foro de Automoción organizado por ANFAC y PwC en el que este sector industrial

La pasada semana ha tenido lugar en Madrid la segunda edición del Foro de Automoción organizado por ANFAC y PwC en el que este sector industrial ha quedado como un referente para el crecimiento de la economía española. Y la demostración más clara es la presencia en dicha reunión de dos ministros y cuatro secretarios de Estado. Algo que con los anteriores gobiernos nunca pasaba.

La producción de vehículos en España en 2014 se situará en los 2,4 millones de unidades cuando solo dos años antes, en 2012, no se llegó a superar la barrera de los dos millones de unidades. Es decir, un 20% de subida en el peor año de la crisis, el 2013, y en el primer año en el que se empezó a hablar de cierta mejoría de la economía. El crecimiento sigue a buen ritmo y desde ANFAC ya se habla de 2,6 millones de unidades para el 2015, lo que supondría mantener la senda positiva.

La industria española relacionada con la automoción se ha posicionado como un referente en Europa. España ya fabrica más coches que Francia y solo Alemania, y sus más de cinco millones de unidades, nos supera con claridad. Y si hablamos de vehículos comerciales nuestro país es líder en producción en Europa desde hace muchos años.

Y lo mismo ocurre si se analizan las cifras de producción por países a nivel mundial, en el que España ha mejorado mucho en los últimos dos años. Las fábricas instaladas en España han hecho que nuestro país estuviera, desde los años noventa, entre los diez países que más vehículos producen en el mundo.

Pero la crisis nos apeó de ese ranking. Si en 2012 éramos decimosegundos, en el primer semestre de 2014, y como consecuencia del buen comportamiento de las fábricas españolas, ahora España ocupa el noveno puesto en ese ranking. Y es que el sello “made in spain” vende muy bien en Europa y en otros países fuera del Viejo Continente.

Se han hecho cosas muy bien, pero hay que mejorar otras muchas. Lo mejor, la magnífica relación que se ha conseguido entre los trabajadores, y sus representantes sindicales, con los empresarios, la buena calidad de fabricación de las plantas españolas, la mano de obra muy cualificada y un sector de componentes de automoción potente y muy bien articulado.

Y también unas empresas que han apostado muy fuerte por España y han hecho fuertes inversiones en sus plantas españolas para ganar competitividad. Todo eso ha llevado a posicionar a la industria automovilística española entre las mejores del mundo.

Pero no es un momento de autocomplacencia, pese a que la semana pasada la secretaria general de Industria, Begoña Cristeto, anunciaba nuevas inversiones para las plantas españolas, más de 5.000 millones de euros. También anunció la llegada de nuevos modelos para fabricar, lo que iba a permitir crear en los próximos años 6.000 nuevos puestos de trabajo en las fábricas y otros 25.000 empleos inducidos en el sector.

Son momentos de encarar el futuro con optimismo, pero también con nuevas fuerzas para seguir mejorando y mantener la competitividad, la clave en este y en todos los sectores. Y es que para seguir manteniendo la misma cuota de producción mundial que ahora, en el año 2020 habrá que hacer cuatro millones de unidades en España.

La cifra de los tres millones que plantea ANFAC con su programa para los próximos años se queda corta si realmente España quiere mantener esa cuota de producción. Y para lograr hacer cuatro millones de coches hay que trabajar en muchas direcciones, pero sobre todo en dos muy importantes, la logística y el precio de la energía.

La logística, porque España es el país fabricante más alejado del centro de Europa, donde están los principales mercados. Transportar hasta Alemania, o Bélgica o Italia, un coche fabricado en Francia es más barato que hacerlo desde España. Un vehículo hecho en Vigo, por muy bien hecho que esté, y lo está, tiene un sobrecoste frente a un vehículo similar hecho en París. La logística debe mejorar para que España no pierda puntos de competitividad.

El otro aspecto que debe cambiar radicalmente es el precio de la energía. España es el país de Europa en el que más cara se paga la energía eléctrica. Y eso pese a que también somos el que tiene más cantidad de horas de sol, lo que debería permitir tener una energía más barata y más limpia. Pero los déficit de tarifa, los costes de los peajes, los impuestos y tantas y tantas otras cosas que tampoco conozco muy bien nos hacen pagar la energía más cara.

Esos dos factores son los dos más importantes que juegan en contra de una industria automovilística muy potente, muy competitiva, y un ejemplo para la Unión Europea que necesita reindustrializarse rápidamente y que tiene en la industria española del automóvil un nuevo referente.

Y para España también es muy importante, porque tras la de bienes de equipo y el sector agroalimentario, la automoción representa el tercer sector industrial en España, supone más del 10% del PIB, más del 8% del empleo y contribuye al 11,2% del total de las exportaciones españolas. Es el momento de encarar el futuro.

La pasada semana ha tenido lugar en Madrid la segunda edición del Foro de Automoción organizado por ANFAC y PwC en el que este sector industrial ha quedado como un referente para el crecimiento de la economía española. Y la demostración más clara es la presencia en dicha reunión de dos ministros y cuatro secretarios de Estado. Algo que con los anteriores gobiernos nunca pasaba.

Industria automóvil Sector industrial