Es noticia
El margen de error del conductor
  1. Motor
  2. Automaníacos
Carlos Cancela

Automaníacos

Por
Carlos Cancela

El margen de error del conductor

Con mucha frecuencia se habla del margen de error y para mucha gente puede no quedar muy claro que cuando la legislación vigente establece unos márgenes

Con mucha frecuencia se habla del margen de error y para mucha gente puede no quedar muy claro que cuando la legislación vigente establece unos márgenes de error en la velocidad de los coches, en realidad el único margen que se da es en la medición de esa velocidad por parte del radar. Se debe a la poca precisión del aparato de medida. Pero da cero margen de error al velocímetro de nuestro coche y el mismo margen de error, cero, al conductor.

Cada día tenemos más radares en nuestras carreteras y en nuestras calles, parece una auténtica plaga, pero los aparatos de radar que miden la velocidad de los coches no son del todo precisos. Según el Instituto de Metrología, el ente encargado de analizar el funcionamiento de los aparatos de medida, los cinemómetros que miden la velocidad utilizados actualmente tienen un margen de error de un 5%, cuando están fijos o de un 7% cuando son instalados en un vehículo, los llamados móviles.

Esto significa que cuando uno de estos aparatos hace una foto de un coche y determina que va a 100 km/h, por ejemplo, significa que el aparato se puede equivocar en algún caso y puede ser que en realidad vayamos a 95 km/h o a 105 km/h. Y esa es la razón por la que hay que aplicar el margen de error. Ese margen de error no es un favor a los conductores, a los que se da un margen de cortesía, no, es el error del aparato con el que nos miden la velocidad.

Sería realmente vergonzoso que si el departamento que mide la precisión de un aparato dice que se puede equivocar, se sancionara al conductor también por esas veces en las que el equipo se equivoca. Y eso es lo que ha pasado con muchas multas impuestas por la DGT y por diversos ayuntamientos de toda España, que no han aplicado, en ocasiones, ese margen de error legal. 300.000 multas según la estimación de Automovilistas Europeos Asociados.

Pero más allá de esta situación, que según una sentencia de un juzgado de lo Contencioso no se ajusta a la legalidad, a mi me parece mal que ni el equipo de medida de la velocidad de nuestro coche ni el propio conductor tengamos el más mínimo margen de error en la conducción.

Está claro que la velocidad es un tema que hay que controlar. Circulando por las carreteras se ven muchos excesos que hay que parar, cueste lo que cueste. Y de ahí la existencia de los radares, que existen en todos los países. De lo contrario las carreteras serían la selva en la que cada uno hace lo que quiere, va como quiere. Y eso sería un peligro.

Pero los radares no pueden estar para ir pillando con 50 euritos a todos los que se pasan un kilómetro por hora de la velocidad y no puede ser una lotería en la que cada mes te toca pagar una o dos multas. Eso es recaudar. Es materialmente imposible que un taxista que hace 400 kilómetros al día por la ciudad no supere ni una sola vez la barrera de los 50 km/h genérica, o la de los 40 o los 30 en algunas zonas. Es imposible. Y la Administración debería tenerlo en cuenta.

Hasta hace unos años la Dirección General de Tráfico daba voluntariamente un margen de error. Durante años, fuera cual fuera el margen de error legal del cinemómetro utilizado, se aplicaban unos criterios sancionadores algo menos estrictos y no multaban hasta los 130 km/h como mínimo. Y creo que era un criterio acertado, pero que se ha eliminado porque ahora hay que recaudar cada día más.

Está bien que no se contemple el error de nuestro velocímetro del coche, porque de lo contrario habría usuarios que tendrían un error en su medidor de velocidad de un 20% o de más y la ley quedaría desvirtuada. Y el conductor tampoco debería tener “derecho” a circular a 140 km/h por su margen de error.

Pero si debería aplicarse una cierta permisividad porque no se puede exigir, en un país en el que no se exige nada a nadie nunca, que un conductor pase cada día por 10 radares y que siempre vaya por debajo del límite. Sobre todo porque no se trata de ir por debajo de 200 km/h, que sería fácil, si no que se trata de ir por debajo de 120 km/h ahora, o 100 a los 2 kilómetros, o 90, o 70 o a 40 km/h en algún cruce o incluso a 30 por unas obras. Y todo en un margen de 15 kilómetros.

Las carreteras españolas son una locura de señales de velocidad, parece que, junto con los radares, es la única inversión que se hace en la red viaria, y poco a poco detrás de cada señal habrá un radar con el que ir sumando multas hasta cuadrar las cuentas del Estado, del Ayuntamiento o de la Comunidad Autónoma. Y cuando se compren unos cinemómetros más precisos habrá que rodar a 119 km/h en las autovías. Porque la señal de velocidad limitada significa que no se puede circular a esa velocidad marcada. Un 50 km/h en ciudad significa que como máximo hay que ir a 49 km/h.

No es justo que un conductor pase cada día por 4 o 5 o 10 radares de control automático y permanente, con envío de multas informatizado. Si ese mismo control se hiciera con los peatones que cruzan por mitad de la calle sin mirar si viene un coche, o con las drogas, o con las armas o con el dinero de los políticos, sin duda a España le iría bastante mejor.

Tampoco es justo que a un ciudadano que se equivoca en un euro al hacer su declaración de la renta se le haga una “paralela” y se le imponga una multa, por ejemplo. Pero las inspecciones de Hacienda si deben existir y al controlar todo, deberían dejar pasar ese error de un euro, que no lleva a nada, y si darse cuenta de esas cuentas millonarias de empresas de políticos corruptos que con un solo empleado facturan millones de euros cada año, por ejemplo.

Para lo que yo creo que deben estar los radares, las cámaras de vigilancia y las cámaras para captar a los que se saltan un semáforo es para sacar de la circulación a los conductores realmente peligrosos, esos que circulan a 200 km/h sin respetar al resto de usuarios que sí va cumpliendo con sus límites de velocidad o a los que van por la M30 a 140 km/h poniendo en peligro a los demás. Pero no para mandar de manera automática miles y miles de multas de 100 euritos cada una a todo el que va a 126 km/h en una recta de una autovía sin poner en peligro a nadie. Hay que enseñar a conducir pero no hay que multar tanto.

Con mucha frecuencia se habla del margen de error y para mucha gente puede no quedar muy claro que cuando la legislación vigente establece unos márgenes de error en la velocidad de los coches, en realidad el único margen que se da es en la medición de esa velocidad por parte del radar. Se debe a la poca precisión del aparato de medida. Pero da cero margen de error al velocímetro de nuestro coche y el mismo margen de error, cero, al conductor.

Multa