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Mucho cuidado en la carretera
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Mucho cuidado en la carretera

Les quiero pedir que, por su bien y por el de todos los que usamos las carreteras, tengan el máximo cuidado cuando circulen en un vehículo, cumplan con las normas de tráfico y no se distraigan

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Con el buen tiempo y el final de los colegios de nuestros hijos llegan las tan ansiadas vacaciones de verano. Los meses de julio y agosto acumulan la mayor parte del periodo vacacional de los españoles y son los momentos en los que se realizan el mayor número de desplazamientos por carretera. Y por ello les quiero pedir que, por su bien y por el de todos los que usamos cada día por las carreteras, tengan el máximo cuidado cuando circulen en un vehículo, cumplan con las normas de tráfico y no se distraigan. Y si están cansados paren y descansen.

Solo hay unas pocas normas que se deben cumplir para reducir drásticamente las cifras de accidentes en España. Pero desgraciadamente la siniestralidad en España sube por primera vez desde hace más de una década por culpa del aumento de los desplazamientos y de la mayor euforia económica que lleva a hacer poco caso de esas normas.

Pero todos los conductores debemos cumplirlas. No superar la velocidad máxima, respetar la distancia de seguridad y no sentarse al volante con una copita de más o después de consumir drogas sería un magnífico principio. Y si a todo eso le añadimos el respetar a los demás, eso ya sería un pleno por la seguridad.

Cuando uno tiene que hacer un desplazamiento de 300 o 400 kilómetros, por ejemplo en el viaje de verano para llegar a la playa, debe plantearse ese recorrido no como una carrera en la que debe adelantar al mayor número de coches posible. El objetivo es hacer un desplazamiento con una conducción serena y tranquila, sin complicaciones añadidas. Y con ello, podremos llegar a nuestro destino de una manera segura y relajada.

El verano pasado estuve dos veces en Estados Unidos y ese es un buen ejemplo de cómo conducir para hacer muchos kilómetros. Al menos en lo que yo pude ver allí, los conductores solo buscan hacer su desplazamiento de una manera tranquila y segura. El objetivo no es adelantar a muchos coches sino llegar bien. Cada uno va por su carril, mantiene la distancia y así hasta llegar al destino. Y se llega muy bien.

En España todo es diferente. Si queremos ir tranquilos nos ponemos a 110 km/h, nos vamos acercando al coche de delante y después de un rato de ir peligrosamente pegados le adelantamos “porque es un pesado”. Lo hacemos igual con el siguiente coche y a la tercera vez que repetimos la maniobra ya estamos permanentemente en la izquierda a 140 o 150 km/h, tensos y buscando los radares. Pero con el tráfico que hay y con las carreteras que tenemos, con un mal mantenimiento, emplear esta filosofía para hacer un viaje es ir arriesgando siempre, pagar multas de tráfico, poner en peligro a los demás. Y todo para ganar 10 minutos.

Yo no estoy de acuerdo con los radares, me parece una pasada que cada vez haya más cinemómetros instalados en las carreteras y en las calles de las ciudades, porque es una forma muy rentable de recaudar por parte de la Administración y de los ayuntamientos. Pero me parece peor que un conductor pueda pasar con total impunidad por una zona de 60 km/h perfectamente señalizada como tal a 140 km/h. Y eso todos los días y sin el menor rubor.

Eso es algo que veo cada día. Circulo con mucha frecuencia por la N-1 a la altura del circuito del Jarama y lo hago por el carril derecho a 120 km/h, que es el límite establecido. Me parece vergonzoso que haya coches que circulan por la vía de servicio de esta carretera, limitada a 60 km/h, por encima de 130 o 140 km/h. Sobre todo porque conducir a esa velocidad en esa zona se considera un delito. Es decir, que hay que presentarse ante un juez, como le ocurre a un terrorista, o a un traficante de drogas, o a un político corrupto.

Pero eso no es lo peor. Si circulando a esa velocidad chocamos con otro coche o atropellamos a un ciclista, la situación se nos puede poner mucho peor. O si para hacer un poco más emocionante nuestra conducción al límite también llevamos un niño en el asiento de atrás y sin cinturón, veremos cómo nuestro hijo sale despedido sin poder hacer nada por evitarlo.

Pero eso es lo que les digo siempre, un conductor que va circulando a 140 km/h en una zona de 60 km/h, con el hijo en el asiento de detrás o de pie entre los dos asientos para ver lo bien que conduce papá y sin el cinturón de seguridad puesto y hablando por teléfono o mandando un SMS y sufre un choque, eso no es realmente un accidente.

Con el buen tiempo y el final de los colegios de nuestros hijos llegan las tan ansiadas vacaciones de verano. Los meses de julio y agosto acumulan la mayor parte del periodo vacacional de los españoles y son los momentos en los que se realizan el mayor número de desplazamientos por carretera. Y por ello les quiero pedir que, por su bien y por el de todos los que usamos cada día por las carreteras, tengan el máximo cuidado cuando circulen en un vehículo, cumplan con las normas de tráfico y no se distraigan. Y si están cansados paren y descansen.