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La revolución de las baterías se está gestando en España
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

La revolución de las baterías se está gestando en España

En una fábrica de Yecla se producirán baterías cinco veces más capaces que las actuales de ion-litio. La empresa que ha desarrollado el producto se llama Graphenano

Foto: Las baterías de Grabat
Las baterías de Grabat

El coche movido por electricidad es el futuro del automóvil, según todos los expertos, pero lo que todavía está por ver es cómo conseguir esa electricidad de manera limpia para asegurar la movilidad de las personas. El hidrógeno es la alternativa a largo plazo, pero antes de que se pueda usar en los coches hay que solucionar los problemas de contaminación de las ciudades. Una empresa española, Graphenano, con sede en la localidad murciana de Yecla, está desarrollando una innovadora batería de grafeno. ¿La revolución de las baterías tendrá el sello 'made in spain'?

Poco a poco el coche eléctrico empieza a hacerse un hueco en el mercado. En 2015 se vendieron en Europa 75.000 vehículos movidos solo por electricidad, de los que unos 2.300 correspondieron al mercado español. Son coches cero emisiones en su utilización y, si la energía se obtiene de fuentes renovables, es un vehículo que no contamina.

Pero esta tecnología actual tiene un problema y es que la densidad energética de las baterías actuales hace que estos coches sean inutilizables en la inmensa mayoría de los casos. Su escasa autonomía, en torno a los 200 kilómetros como máximo y en las condiciones óptimas, a la que se une en el caso de España la escasa infraestructura de recarga hacen el coche eléctrico una quimera.

Esto podría cambiar muy pronto si finalmente se cumple todo lo que Martín Martínez, presidente de la compañía Graphenano, anunció la pasada semana en Madrid con motivo de la presentación de sus nuevas baterías de grafeno. Estas baterías, construidas con polímero de grafeno, tienen una densidad energética cinco veces superior a las actuales de ion-litio.

Es una batería más ligera y compacta que las de ion-litio, permitirá en el caso de un coche hacer más de 800 kilómetros y, lo mejor de todo, es que según las palabras de Martínez se van a comercializar al mismo precio que las de litio. Hay otro detalle importante, que es modulable. Con esta misma tecnología, y añadiendo celdas en serie o en paralelo se puede conseguir más tensión, más intensidad o más carga, en función de las necesidades, del tamaño y el precio. Y por si todo esto fuera poco se recarga 30 veces más rápido que una de ion-litio.

Pero esta batería no se limita solo al automóvil, aunque si tiene un gran campo de actuación en este sentido, por la necesidad de electrificar el automóvil. Una pequeña batería en una bicicleta permitiría hacer 100 kilómetros, y si hablamos de una moto podría superar los 300 kilómetros de autonomía. En el caso de los drones, el peso y la autonomía son claves, y esta solución podría dar muchas posibilidades a estos pequeños aviones. ¿Se imaginan un móvil con tres o cuatro días de autonomía, o un marcapasos que dure 10 años en marcha?

Los responsables de Graphenano mostraron en la presentación varias baterías e informes elaborados por TUV y Dekra, dos empresas alemanas de máxima solvencia, con las pruebas realizadas con las nuevas baterías. En ellos se demuestra la superioridad de esta tecnología frente a las de ion-litio en cuanto a ciclos carga/descarga, densidad energética y velocidad de recarga.

España es el país de las grandes sorpresas. Estamos entre los últimos en los informes de educación de Pisa, somos los primeros en corrupción, pero también tenemos mentes privilegiadas capaces de desarrollar la tecnología más avanzada a nivel mundial en cualquier campo.

Un prometedor futuro

En el caso de las baterías de grafeno, el proyecto tiene buen aspecto. El año pasado, el presidente de Audi Rupert Stadler anunció que en 2017 su marca tendrá en producción un todocamino 100% eléctrico, de 7 plazas y con 600 kilómetros de autonomía. Si esta tecnología funciona realmente, lo único que habría que hacer es montar estas baterías en un Q7 y ya tendríamos el todocamino con 600 kilómetros de autonomía.

Hace unos años hubo un proyecto, que también parecía muy interesante, financiado por el Gobierno de España y por el Gobierno Vasco. Se llamaba Hiriko y era un coche biplaza eléctrico y plegable al aparcar, que partía de un proyecto del prestigioso MIT norteamericano. Hasta Bruselas se interesó por este proyecto que parecía tener un gran futuro. Al final, 15 millones de euros de todos los españoles y otros 2,5 millones del Gobierno vasco que se perdieron por el camino. Hace ahora un año la Fiscalía de Álava presentó una querella criminal contra los promotores de Hiriko al considerar que pudieron incurrir en los delitos de malversación de caudales públicos, fraude a la Administración y blanqueo de capitales, entre otros.

El coche movido por electricidad es el futuro del automóvil, según todos los expertos, pero lo que todavía está por ver es cómo conseguir esa electricidad de manera limpia para asegurar la movilidad de las personas. El hidrógeno es la alternativa a largo plazo, pero antes de que se pueda usar en los coches hay que solucionar los problemas de contaminación de las ciudades. Una empresa española, Graphenano, con sede en la localidad murciana de Yecla, está desarrollando una innovadora batería de grafeno. ¿La revolución de las baterías tendrá el sello 'made in spain'?

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