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El emprendedor caníbal, en diez típicas frases
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Carlos Otto

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El emprendedor caníbal, en diez típicas frases

¿Eres un empresario medianamente empático con el mundo? Eso ya no se lleva, hombre. Coge la libreta y apunta las frases que deben acompañarte en tu día a día

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Los empresarios y pequeños emprendedores, junto a los trabajadores, forman la fuerza laboral más valiosa de nuestro país. Pero claro, siempre hay de todo: hay empresarios buenos, malos, diligentes, explotadores, generosos, dictatoriales, empáticos, soberbios... Igual que con los empleados, vaya.

La virtud siempre está en el término medio, claro, pero puestos a jugar a los extremos, ¿quieres saber en qué lado estás tú? Hemos hecho una recopilación de las diez frases que definen al perfecto emprendedor caníbal. Si te sientes identificado con todas ellas, enhorabuena: tus trabajadores están consiguiendo que las webs de empleo batan récords de audiencia, y tu aportación a la sociedad es tan valiosa como la del deshuesador de aceitunas, el rascador de espalda o el palo de selfie:

1.- "El Gobierno me fríe a impuestos"

Esta frase me la dijo hace poco un amigo que tiene una pyme, pero puede escucharse (casi) de boca del 100% de los trabajadores autónomos de nuestro país (entre los que, por cierto, me incluyo). Mi amigo me contaba que el Gobierno, en vez de apoyarle, lo único que hace es sacarle el dinero de mala manera. Cuando le pregunté por los detalles, me los desgranó: la cuota de autónomos, las liquidaciones de IVA, el Impuesto de Sociedades, la Declaración de la Renta,la Seguridad Social de sus dos empleados...

Después quise indagar en sus razones,le pregunté por qué exactamente esos impuestos le parecían excesivos yfue tajante: "Mira, yo no tengo ni idea de impuestos, sólo sé que pago muchos". Y esa, amigo emprendedor, es la frase a la que debes aspirar. Porque seguro que es lícito abrir un debate sobre los impuestos que pagamos los autónomos, y a lo mejor hasta tienes razón si piensas que pagas demasiados, pero los análisis sosegados están sobrevalorados. Tú pagas muchos impuestos y punto. Y si un día te los bajan, seguirás pagando muchos. Y si un día te quitan todos, entonces diremos que qué cabrón que es el Gobierno, que no te paga dinero con todo el empleo que tú creas.

2.- "Los empleados sólo quieren cobrar a fin de mes"

Dejémonos de paños calientes y vayamos al grano: túquieres construir un modelo de negocio, sacar adelante una empresa,crear empleo y beneficiar a la sociedad; tus trabajadores... pues no. Abandonemos los discursos políticamente correctos: tus empleados quieren cobrar a fin de mes y punto.

Da igual que el trabajo salga adelante, da igual que los resultados cuadren, da igual que se dediquen a calentar la silla y poco más: tus empleados, desde que llegan, cuentan las horas para irse a casa y los días para cobrar la millonaria nómina que les pagas. ¿Hay algo más injusto que eso? ¿Y encima tienes que pagarles una indemnización si los despides? Venga, hombre, no me jodas.

3.- "Lo público no funciona"

Otro clásicocon más razón que un santo. Todos sabemos que aquí los que levantáis el país sois tú y la gente como tú. Además, sois eficientes, rentables y creadores de riqueza. ¿Lo público? Lo público no funciona, hombre, eso lo sabe hasta el que asó la manteca. Ni es eficienteni es rentable: lo único que hace bien el Estado es atracar a los emprendedores y quitarles todo el dinero que ganan (punto número 1) para gastárselo en subsidios, subvenciones y mamandurrias. Cuanto más pequeño sea lo público, mejor.

4.- "Menos funcionarios y más Amancios Ortega"

Hablemos claro: España es un país de paletos que sólo aspirana ser funcionarios. Lo de querer ser empresario no sólo no se lleva, sino que además está mal visto. Fíjate en Amancio Ortega, por ejemplo: un tío hecho a sí mismo que construyó un imperio de la nada y que dirige una empresa con unos resultados inmejorables. Y la gente, en vez de reconocerle el mérito, lo critica.

¿Y todo por qué, por una explotación laboral por aquí, otra por allá y un truquito fiscal de nada? Mucha envidia es lo que hay.

5.- "Los emprendedores somos héroes"

Hay que revisar urgentemente el concepto de héroe que tenemos en este país. Porque claro, salvar a la humanidad y todo eso está muy bien, pero, ¿qué mérito tienes si ya naciste de manera innata con esos superpoderes? Pero mira los emprendedores: salimos de nuestra zona de confort, abandonamos la seguridad de la nómina, asumimos riesgos, generamos riqueza y creamos empleo por nuestra cara bonita. Entrepreneurs 1-0 Superman.

6.- "No hay que regular [tal sector]"

Recuerdas que antes decíamos que el Gobierno nos fríe a impuestos, ¿verdad? Pues siento ser pesado con esto, pero de verdad que a veces parece que disfrutan complicándonos la vida. En el diccionario del emprendedor neocon hay una expresión nueva que debes grabarte a fuego: regular un sector no es regular un sector. Regular un sector en realidad es poner puertas al campo, frenar la innovación o poner palos en las ruedas de los emprendedores. Porque pagar impuestos ni es disruptivo, ni es innovador, ni es nada de nada. Eso lo sabe hasta Monedero.

7.- "La gente se queja mucho, pero no hace nada"

Madre mía, la de gente que hay quejándose de los políticos, de los empresarios y de todo lo que pasa, ¿eh? Son como una plaga. Eso sí, desde el sofá de casa o el teclado del ordenador es muy fácil criticar todo, ¿a que sí?

Lo difícil es hacer como nosotros, que nos hemos creado nuestro propio trabajo sin reclamarle nadaa papá Estado y sin andar lloriqueando por las esquinas. Que quejarse es muy fácil, oiga; lo difícil es levantar el culo del sillón y ponerse a hacer cosas.

8.- "El que no trabaja es porque no quiere"

Haz una prueba: entra en Infojobso cualquier otro portal de empleo. ¿Está vacía la web? No, ¿verdad? ¿A que hay muchas ofertas de trabajo? Entonces, ¿cómo puede ser que siga habiendo paro en España? ¡Si los portales de empleo están llenos!

Sí, vale, a lo mejor no son las mejores ofertas del mundo, pero oye, ¿qué quieres? Con la que está cayendo, ¿pretendes que te pague un sueldazo, te dé vacaciones y te ponga un despacho con jacuzzi? Además, mejor será ganar poco que no ganar nada, ¿no? Ay, amigo, ¡es que estar cobrando el paro es muy cómodo!Un pico y una pala tedaba yo.

9.- "Si hubiese tanto paro, arderían las calles"

Mira, de hecho voy más allá: las cifras de paro en España no hay quien se las crea, está claro que mucha gente (no sé cuánta, pero muchísima) está trabajando en negro. Si de verdad hubiese el paro que dicen que hay, la gente estaría en la calle quemando contenedores y asaltando escaparates. ¿Por qué? Pues... no lo sé, pero... parece probable, ¿no? En mi cabeza suena lógico. O sea, yo aquí pagando impuestos como un idiota... ¿y esos tíos forrándose en negro?

10.- "Fracasar es bueno"

Hasta hace pocoel fracaso empresarial era un estigma social en España. Si te iba mal y cerrabas tu empresa, eras poco menos que un fracasado. Ahora, por suerte, estamos en una época bastante más empática: puede que te haya ido mal, pero seguro que has aprendido valiosas lecciones y, como poco, la gente valorará que lo hayas intentado. Pero esto no es suficiente: hay que ir más allá y convertir el fracaso empresarial en un mensaje aplicable a cualquier ámbito de la vida.

El fracaso es bueno, y tenemos que lanzar ese mensaje allá donde vayamos. A ver, sí, es verdad que a lo mejor a un parado o a undesahuciado esta frase le sienta mal o incluso le parece terriblemente cruel, pero hombre, está claro que no nos referimos a lo mismo. No estamos hablando de perder la casa, sino detener que cerrar la empresa pero mantener intacto nuestro patrimonio. Es que a la mínima se ofenden, chico.¡Un poco de empatía, señores parados y desahuciados!

P.D.: Si te identificascon algunas (sólo algunas) de las frases que has leído aquí, no te enfades, no pasa nada. Si te has identificado con casi todas y este artículo te ha resultado tremendamente ofensivo... pues chico, a lo mejor el problema es más tuyo que mío, ¿no?

Los empresarios y pequeños emprendedores, junto a los trabajadores, forman la fuerza laboral más valiosa de nuestro país. Pero claro, siempre hay de todo: hay empresarios buenos, malos, diligentes, explotadores, generosos, dictatoriales, empáticos, soberbios... Igual que con los empleados, vaya.

Amancio Ortega