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Las telecos pasan al ataque: palos a WhatsApp y (falsas) tarifas ilimitadas
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Manuel Ángel Méndez

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Las telecos pasan al ataque: palos a WhatsApp y (falsas) tarifas ilimitadas

Las operadoras en EEUU se lanzan a ofrecer tarifas ilimitadas que en realidad no lo son. ¿Llegará el 'engaño' a España? Aquí las operadoras tienen otra preocupación: frenar a WhatsApp

Foto: John Legere, consejero delegado de T-Mobile. (Foto: Reuters)
John Legere, consejero delegado de T-Mobile. (Foto: Reuters)

Se avecina un otoño caliente en el sector de las telecos. A este y al otro lado del charco las operadores están probando nuevas tácticas para mantener a raya a la competencia y ganar clientes a golpe de descuentos y tarifas locas. El problema es que siempre sale perdiendo el mismo, el consumidor. Dos ejemplos recientes muy sonados: el plan de la Unión Europea de poner trabas regulatorias a WhatsApp, Skype y compañía (tras años de 'lobby' y presiones de las telecos) y las nuevas tarifas ilimitadas de T-Mobile en EEUU que, de funcionar, podrían replicarse en Europa. Un vistazo a la letra pequeña deja claro que son de todo menos ilimitadas.

Foto: Thom Yorke, cantante de Radiohead, uno de los artistas más críticos de Spotify. (Foto: Reuters) Opinión

T-Mobile presentó esta semana su "revolucionaria" tarifa T-Mobile One. "La era de los planes de datos se ha acabado", sentenció su consejero delegado, John Legere. La propuesta es hablar y navegar en tu móvil a velocidad 4G de forma completamente ilimitada. Da igual cuántos minutos charles o cuántos vídeos veas en YoutTube, siempre pagarás lo mismo. ¿Cuánto? 70 dólares al mes por una línea; 50 dólares más si añades una segunda; y una tercera por 20 dólares extra. Supone el regreso a la 'barra libre' de datos que ya se había probado antes, salvo por el pequeño detalle de que la tarifa en absoluto es ilimitada.

Primera bofetada: la operadora limita el tethering a velocidades 2G. Es decir, si quieres compartir la conexión de internet de tu móvil con un portátil, tableta u otro dispositivo (algo casi imprescindible para muchos usuarios), tendrás que hacerlo a velocidades frustrantemente lentas. ¿Que lo quieres a velocidad 4G? Toca pagar 15 dólares extra al mes.

Segunda bofetada (y más dolorosa): solo puedes ver vídeo a resolución 480p, nada de 720p, 1080p ni, por supuesto, 4K (algo que ya soportan unos cuantos 'smartphones'). ¿Que quieres ver YouTube como dios manda? Tendrás que pagar 25 dólares más al mes. Haciendo números, los razonables 120 dólares al mes por dos líneas suben a 200 con todos los extra. Eso sin olvidar que la letra pequeña en realidad sí marca un límite de datos mensual: 26 GB. Vale, casi nadie llegará a consumirlos, pero llamar a esto una tarifa ilimitada es una tomadura de pelo.

El lanzamiento de T-Mobile en EEUU es más importante de lo que parece por dos motivos: puede suponer el inicio de una tendencia similar tanto en EEUU como en España y el resto de Europa y, más preocupante, es un peligro para la neutralidad de la red.

La nueva tarifa ideada por T-Mobile añade una grave distorsión: si quieres contenido de mayor calidad de imagen en tu móvil, paga por él

Sobre lo primero, el resto de grandes operadoras (AT&T y Verizon) podrían seguir los pasos a T-Mobile (Sprint ya lo ha hecho con una oferta similar de 60 dólares y sus propias limitaciones). Si eso ocurre, las telecos a este lado del charco bien podrían atreverse a dar el salto. Yoigo (ahora parte de MásMóvil) hace tiempo que lo prueba con la Sinfín, un ensayo de lo que podría transformarse en un futuro en una tarifa completamente ilimitada. Ojalá, siempre y cuando no intente colar limitaciones absurdas en la letra pequeña.

Pero más preocupante aún es lo que supone la estrategia de T-Mobile para los principios de la neutralidad de la red. Recordemos: un proveedor de internet no debería ser capaz de discriminar tráfico y favorecer a unas empresas de contenidos (digamos, Netflix) por encima de otras. La nueva tarifa ideada por Legere añade una grave distorsión: si quieres contenido de mayor calidad de imagen en tu móvil, paga por él. ¿Quién va a evitar que los operadores y los proveedores de contenidos cierren acuerdos bajo mesa para repartirse este mercado extra y, de paso, favorecer a unos sí y a otros no?

Operadores 1 - WhatsApp 0

La preocupación por esta nueva grieta en la neutralidad de la red llega justo en un momento muy delicado en Europa: la Comisión Europea se prepara para anunciar en septiembre nuevas guías en este frente y todo apunta a que las operadoras van a marcarse un doble tanto. Por un lado, tal y como está redactada ahora la regulación para el mercado único de telecomunicaciones, hay serios huecos que permitirían a las telecos favorecer los servicios de ciertos proveedores de contenidos (los llamados 'specialized services') o abrir la puerta a aplicaciones libres de consumo de datos (el conocido como 'zero rating'). Traducido, adiós a la neutralidad de la red.

Por otro lado, las operadoras están a punto de marcarse un importante tanto frente a los servicios OTT ('Over The Top'), como WhatsApp y Skype, que hasta ahora no estaban sujetos a la misma regulación que las telecos. Ha sido una de las peticiones históricas de Telefónica, Vodafone, Orange y compañía: someter a Facebook (WhatsApp), Microsoft (Skype) o Google (YouTube) a las mismas reglas de confidencialidad y seguridad con las que ellos juegan. El objetivo es evidente, impedir que sean capaces de rentabilizar con tanta facilidad los datos de sus millones de usuarios.

Según los borradores de la Comisión Europea a los que ha tenido acceso el Financial Times, Bruselas ya tiene lista una regulación mucho más estricta para WhatsApp, Skype y el resto de servicios de internet. Corresponderá luego a cada país implementarla, pero el daño ya estará hecho: las operadoras habrán conseguido en los despachos lo que nunca lograron en libre competencia.

Se avecina un otoño caliente en el sector de las telecos. A este y al otro lado del charco las operadores están probando nuevas tácticas para mantener a raya a la competencia y ganar clientes a golpe de descuentos y tarifas locas. El problema es que siempre sale perdiendo el mismo, el consumidor. Dos ejemplos recientes muy sonados: el plan de la Unión Europea de poner trabas regulatorias a WhatsApp, Skype y compañía (tras años de 'lobby' y presiones de las telecos) y las nuevas tarifas ilimitadas de T-Mobile en EEUU que, de funcionar, podrían replicarse en Europa. Un vistazo a la letra pequeña deja claro que son de todo menos ilimitadas.

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