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"¿Es que nadie va a hacer nada para impedir que haya jefes psicópatas?"
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Luis Muiño

El consultorio psicológico del siglo XXI

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"¿Es que nadie va a hacer nada para impedir que haya jefes psicópatas?"

Muchas de las características de estos personajes suelen ser confundidas con sus virtudes laborales y producen una devastación psicológica sin precedentes

Foto: Christian Bale sujeta una motosierra en un fotograma de la película 'American Psycho'.
Christian Bale sujeta una motosierra en un fotograma de la película 'American Psycho'.

"Estimado Luis. En referencia al artículo 'Estoy desesperado: mi jefe es intratable, me humilla y su ánimo cambia constantemente' que he leído con atención quiero añadir una sugerencia. Echo de menos un artículo donde se trate de las acciones que se pueden llevar a cabo para impedir el acceso de psicópatas a puestos directivos. Estamos cansados todos de leer que la solución es la evitación o la resignación. ¿Hay algún movimiento con el objetivo de impedir el acceso de psicópatas a puestos directivos? Según los fundamentos de la psicoinmunología estamos ante una situación de epidemia (el jefe vampiro/psicópata) generadora de graves enfermedades en la población (cáncer, depresión, patologías inducidas, etc.)... y todo el mundo mirando para otro lado... pero el empresario es un "héroe". A ver si alguien ataca este problema de una vez con la verdad... Saludos de un estudiante de Psicología".

Hola. Me encanta tu email porque trasmite una preocupación que tenemos muchos de los que trabajamos en este ámbito. Los terapeutas atendemos continuamente víctimas de comportamientos psicopáticos. Este mismo consultorio es una muestra de las consecuencias de la frialdad de estos individuos. Aparte del que comentas, he respondido a varios correos de damnificados en los que he reseñado capacidades de resistencia para sobrellevar la situación.

El ascenso al poder de individuos con rasgos psicopáticos se observa en muchos ámbitos de nuestra sociedad

Entonces, ¿por qué no se enfrenta la sociedad a estas actitudes? Una de las razones es la gran impregnación social de estos individuos: están en todas partes. En el artículo que mencionas comentaba que el ascenso al poder de individuos con rasgos psicopáticos se observa en muchos ámbitos de nuestra sociedad. El psicólogo Vicente Garrido, autor del libro 'El psicópata, un camaleón en nuestra sociedad', nos avisa de que la tendencia de estos individuos a crear relaciones de control les lleva a conseguir infiltrarse en muchas más áreas de las que sospechamos. El imaginario colectivo relacionaba antes a estas personas con mundos criminales y últimamente con la empresa o la política. Pero los rasgos psicopáticos pueden ser también muy adaptativos en el mundo del arte, la enseñanza, los sindicatos, la abogacía, el periodismo o la salud física y mental.

La razón de este buen camuflaje es que muchas de las características de estos personajes suelen ser confundidas con virtudes laborales. Te pongo un ejemplo: ¿Dónde está la frontera entre el respeto a la jerarquía y la crueldad en el cumplimiento de las órdenes de superiores? En su libro 'Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal', la escritora Hannah Arendt analizó la personalidad de este oficial nazi responsable de la muerte de miles de personas en campos de concentración. Durante el juicio en el que se le condenó, Eichmann se presentó a sí mismo como un directivo eficaz que ejecutaba las órdenes de sus superiores con mano firme.

Estaba sorprendido por las acusaciones porque él, únicamente, había cumplido con lo que le habían encomendado

Otra de las razones de la falta de respuesta social es que no es fácil ver las consecuencias de su comportamiento. Se venden muy bien porque en un principio sus éxitos son públicos y sus daños privados. Como comentaba en aquel artículo del que me hablabas, los rasgos psicopáticos son muy fáciles de detectar, pero casi nunca se tienen en cuenta sus consecuencias negativas. La razón es que en un principio se tiende a creer que resultarán muy útiles para las organizaciones. Un ejemplo es el narcisismo: las personas que tienen una inmensa confianza en sí mismos y presumen de ello generan confianza. Es tentador creer que resultarán productivas para el grupo. Por eso el profesor de la Stanford Business School Jim Collins recomienda la selección de CEO con alta puntuación en el NPI (Narcissistic Personality Inventory). Según él, "detrás de todo gran éxito económico actual se encuentra a una persona narcisista". Edward Roberts, profesor de la MIT’s Sloan School, también ha investigado el ascenso meteórico de estos personajes, concluyendo que su desparpajo (mezcla de falta de empatía y narcisismo) genera muchas simpatías iniciales. El imaginario colectivo identifica rápidamente esa independencia resolutiva con emprendedores exitosos (Bill Gates, Jeff Bezos, Steve Jobs, Sergey Brin…).

Una plaga social de psicópatas

Estas son las razones por las que los individuos con rasgos psicopáticos son admirados. La sociedad los suele sostener ignorando sus repercusiones psicológicas. De hecho, muchos de sus factores de personalidad son aplaudidos por la mayoría de los libros de autoayuda. El psicólogo Kevin Dutton, por ejemplo, propone en 'La sabiduría de los psicópatas: todo lo que los asesinos en serie pueden enseñarnos sobre la vida' aprender de ese carisma que da la mezcla entre frialdad emocional y completa seguridad en sí mismos que caracteriza a los asesinos en serie… y a personajes históricos como Napoleón, Newton, Van Gogh, Kennedy, Picasso o Neil Armstrong.

Sin embargo, como has visto en mi artículo, cada vez son más los profesionales que alertan sobre la devastación psicológica que producen estos personajes. Es el caso del reciente 'Amor Zero. Cómo sobrevivir a los amores con psicópatas' de Iñaki Piñuel. Pero además, aquellos que luchan contra lo que consideran una plaga social empiezan a contar con un arma: los comportamientos psicopáticos han dejado de ser rentables para las organizaciones a largo plazo. Hoy en día, el psicópata corporativo acaba siendo negativo para los negocios. Un caso paradigmático ha sido el de France Telecom, donde varios directivos fueron juzgados por sus prácticas brutales tras la ola de suicidios que se produjo en la compañía (en un periodo de tres años se quitaron la vida más de cincuenta empleados).

Su arma era optimizar su prestigio social, aireando sus éxitos iniciales y desligándose de los posteriores fracasos

Lo ocurrido obligó a la empresa a reinventarse. Incluso en Japón, donde existe un término —'karoshi'— para los suicidios por exceso de trabajo, el presidente de Dentsu, una de las empresas de publicidad más importantes, renunció a su cargo para que no se siguiera hablando de su compañía como una cárcel laboral tiránica. En los últimos años, las conductas de estos individuos causan resultados que no se pueden ocultar. Y el mismo grupo que les ha contratado acaba arrepintiéndose de haberse aprovechado de estrategias que, a largo plazo, les generan pérdidas.

Por eso, muchos de los autores que te cito luchan divulgando las consecuencias de estos comportamientos. Durante muchos años, el psicópata corporativo característico de la crisis y de un entorno no digitalizado fue utilizado por las empresas para esclavizar a los trabajadores y reducir personal sin remordimientos. Patrick Bateman, el CEO de Wall Street protagonista de la novela 'American Psycho', capaz de asesinar a un compañero por conseguir una tarjeta de presentación, se convirtió en el estereotipo de ese tipo de directivo. Su arma era optimizar su prestigio social, aireando sus éxitos iniciales y desligándose de los posteriores fracasos: por eso cambiaban continuamente de nicho laboral. Contaban con que el brutal daño psicológico que producían en el camino permaneciera oculto. Eso es lo que está cambiando: las víctimas de los psicópatas empiezan a salir del armario. Quizás eso aumente tus esperanzas de que la sociedad empiece a afrontar este problema y que tú, como futuro psicólogo, seas parte de esa lucha.

"Estimado Luis. En referencia al artículo 'Estoy desesperado: mi jefe es intratable, me humilla y su ánimo cambia constantemente' que he leído con atención quiero añadir una sugerencia. Echo de menos un artículo donde se trate de las acciones que se pueden llevar a cabo para impedir el acceso de psicópatas a puestos directivos. Estamos cansados todos de leer que la solución es la evitación o la resignación. ¿Hay algún movimiento con el objetivo de impedir el acceso de psicópatas a puestos directivos? Según los fundamentos de la psicoinmunología estamos ante una situación de epidemia (el jefe vampiro/psicópata) generadora de graves enfermedades en la población (cáncer, depresión, patologías inducidas, etc.)... y todo el mundo mirando para otro lado... pero el empresario es un "héroe". A ver si alguien ataca este problema de una vez con la verdad... Saludos de un estudiante de Psicología".

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