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Malala, la niña a la que dispararon por ir al colegio
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Miguel Ayuso

Empecemos por los principios

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Miguel Ayuso

Malala, la niña a la que dispararon por ir al colegio

Tiene sólo 16 años pero es una de las favoritas para obtener el premio Nobel de la paz. Hoy se publica el libro en el que cuenta su estremecedora historia

Foto: Malala Yousafzai durante su discurso en la ONU. (Reuters)
Malala Yousafzai durante su discurso en la ONU. (Reuters)

Tiene sólo 17 años y ya era una de las favoritas para obtener el premio Nobel de la paz el año pasado. No pudo ser pero hoy sí ha sido. Además, el año pasado recibió el Premio Sajarov de Libertad de Conciencia que concede la Eurocámara. Malala Yusufzai (Pakistán, 1997) fue víctima, hace justo dos año, de un atentado perpetrado por un grupo terrorista talibán que disparó el autobús escolar en el que viajaba de camino al colegio. Malala fue una de las pocas niñas que se había atrevido a desafiar a los talibanes pakistaníes que, entre 2003 y 2009, prohibieron la educación de las niñas en la región que gobernaban del país, el valle de Swat.

Malala vive actualmente en la ciudad inglesa de Birmingham, localidad a la que fue trasladada desde Pakistán tras el atentado, y se ha convertido en una de las más potentes activistas en favor de la educación femenina universal y los derechos de las mujeres. La adolescente ha levantado tal atención mediática que, en su país, se ha extendido la idea de que su figura ha sido una creación occidental, que nunca escribió el blog de la BBC que la dio a conocer antes del atentado –un testimonio de primera mano de cómo vivían las niñas en el Pakistán talibán– e, incluso, que todo el atentado ha sido inventado por los medios.

Hace una año salí de casa para ir a la escuela y no regresé

Después de pronunciar un discurso en la ONU, en julio de hace dos años, una importante facción del clero pakistaní acusó a Malana de conspirar en contra de su país, una acusación de la que la adolescente se ha defendido con contundencia en una entrevista con The Atlantic: “Cualquier afirmación sobre mi participación en una conspiración contra Pakistán está totalmente infundada. Pakistán ya está en medio de muchas conspiraciones. La situación se ha ido deteriorando a lo largo del tiemo. No hay un sólo día en el que no oigamos hablar de tiroteos en Karachi. Quiero que la gente recuerde que Pakistán es mi país. Es como mi madre y lo amo. Incluso si su gente me odia, todavía lo amo”.

Del colegio a la política

Hace un año salió a la venta en España Yo soy Malala, un libro escrito por la propia adolescente en el que narra su historia y en el que se defiende de aquellos que les acusan de haberse vendido a Occidente. “Hace dos año salí de casa para ir a la escuela y no regresé”, confiesa Malala en el prólogo del libro. “Me dispararon una bala talibán y me sacaron inconsciente de Pakistán. Algunas personas dicen que nunca regresaré a casa, pero en mi corazón estoy convencida de que volveré. Ser arrancado del país que amas es algo que no deseo a nadie”.

Malala ha pedido que se mantenga el diálogo con los talibanes

El libro, que se publicó simultáneamente en numerosos países, es el relato de una familia desterrada por el terrorismo global, de la lucha por la educación de las niñas, de un padre que, él mismo propietario de una escuela, apoyó a su hija y la alentó a escribir y a ir al colegio, y de unos padres valientes que quieren a su hija por encima de todo en una sociedad que privilegia a los hijos varones.

Desde que sufrió el atentado, Malala está decidida a entregarse en cuerpo y alma a la política. En una entrevista con la BBC, explicó que “la mejor manera de superar los problemas y luchar contra la guerra es a través del diálogo. Ese no es un asunto mío, ese es el trabajo del Gobierno (...) y ese es también el trabajo de EEUU”. La joven considera importante que los talibanes expresen sus deseos, pero insiste en que “deben hacer lo que quieren a través del diálogo. Matar, torturar y azotar gente va en contra del Islam. Están utilizando mal el nombre de Islam”.

Tiene sólo 17 años y ya era una de las favoritas para obtener el premio Nobel de la paz el año pasado. No pudo ser pero hoy sí ha sido. Además, el año pasado recibió el Premio Sajarov de Libertad de Conciencia que concede la Eurocámara. Malala Yusufzai (Pakistán, 1997) fue víctima, hace justo dos año, de un atentado perpetrado por un grupo terrorista talibán que disparó el autobús escolar en el que viajaba de camino al colegio. Malala fue una de las pocas niñas que se había atrevido a desafiar a los talibanes pakistaníes que, entre 2003 y 2009, prohibieron la educación de las niñas en la región que gobernaban del país, el valle de Swat.

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