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De Casillas a Keylor Navas: cuando el César baja el pulgar en el Bernabéu
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Kike Marín

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De Casillas a Keylor Navas: cuando el César baja el pulgar en el Bernabéu

Aunque las circunstancias y los contextos son diferentes, el hecho de que el presidente del Real Madrid quiera fichar a De Gea pesa sobre el tico, tal y como ya le pasó con Iker

Foto: Los porteros del Real Madrid, Iker Casillas (i) y Keylor Navas (d), durante el entrenamiento del Real Madrid en Valdebebas, en 2014. (Foto: EFE)
Los porteros del Real Madrid, Iker Casillas (i) y Keylor Navas (d), durante el entrenamiento del Real Madrid en Valdebebas, en 2014. (Foto: EFE)

Salvo que de aquí al 30 de junio renueve su contrato con el Oporto, algo que no será fácil porque hasta ahora parte de la ficha actual se la ha pagado el Real Madrid, aunque también cabe la opción de que se viera obligado a seguir por contrato, el partido de este martes en el Juventus Stadium pudo ser el último de Iker Casillas en la Liga de Campeones, competición en la que ha disputado más encuentros que nadie (168). Los portugueses, que en la ida ya perdieron 0-2 contra la Juve en Do Dragao, volvieron a caer, esta vez por 1-0, con un gol de penalti de Dybala y de nuevo tras quedarse con 10 por la expulsión de Pereira.

Foto: El técnico del Sporting de Portugal, Jorge Jesús, felicita a Casillas después del partido disputado en Do Dragao. (EFE) Opinión

De esta forma, Iker no pudo despedirse —al menos provisionalmente— de la Champions con una victoria que, además, a buen seguro habría dedicado a su abuelo materno, Mariano Fernández, fallecido la semana pasada a los 95 años. Eso sí, el sábado el Oporto goleó al Arouca (0-4) y el guardameta español sumó su decimosexto partido invicto en la Liga NOS —a la que aún le restan nueve jornadas—, una cifra que jamás había conseguido en sus casi 20 años como profesional.

Casillas no oculta las razones del buen momento de forma que atraviesa en el Oporto. "La clave es la ilusión y que te dejen tranquilo. Mi etapa en el Real Madrid se estaba terminando y había demasiadas opiniones y gente alrededor que no me dejaba tranquilo. Aquí disfruto del fútbol, cosa que antes me costaba hacer", comentó hace unos días el mostoleño. Y tranquilidad es precisamente lo que le falta a Keylor Navas en la portería del Bernabéu.

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Keylor, con contrato hasta 2020 y un sueldo de los más altos de la plantilla que dirige Zinedine Zidane, está quedando demasiadas veces seguidas en evidencia. Las dudas le han creado una inseguridad que no puede disimular y que, como en el gol del Betis, le llevan a cometer errores incomprensibles, respondidos con pitos por una afición que le ha cogido la matrícula. Tanto en el Albacete como en el Levante, e incluso en su primera temporada a la sombra del mencionado Casillas, el tico se caracterizó y destacó por ser un portero muy activo y seguro, especialmente bajo palos, aunque sabido es que en el Real Madrid las exigencias son distintas, sobre todo porque generalmente el guardameta no tiene que intervenir tanto, pero cuando lo hace no puede fallar.

Aunque al actual seleccionador español pueda molestarle la comparación, el caso de Navas me recuerda al de Julen Lopetegui, un portero que se exhibió en el Logroñés, donde tenía que intervenir prácticamente durante todo el partido y lo hacía con un alto porcentaje de acierto, pero al que le fue complicado brillar en el FC Barcelona, donde apenas le llegaban tres o cuatro veces. Con decir que Carles Busquets fue quien arrebató la titularidad al guipuzcoano...

"El Bernabéu es un campo complicado, el nivel de exigencia es infinito y cuando los jugadores fallan necesitan cariño, a mí me ha pasado y qué menos", dijo Sergio Ramos al ser preguntado por los ánimos que se vio dar a Keylor Navas durante y al final del encuentro de la Liga contra el Betis. "Asumir la responsabilidad de ser el portero del Real Madrid no lo hace cualquiera, si no que le pregunten a mi amigo Iker", añadió el auténtico líder del equipo blanco, quien hace dos veranos también estuvo a punto de hacer las maletas, precisamente porque no siempre ha tenido a la grada —y al palco— de su parte.

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Contado está que Florentino Pérez se arrepiente de no haber fichado a David de Gea cuando la operación con el Manchester United y en la que entraba Keylor estaba prácticamente cerrada. Y no solo por el nivel del guardameta de la Selección española, el auténtico heredero de Casillas, sino porque el presidente del Real Madrid tiene claro que Navas no da la talla. "Yo me fui del Madrid porque tenía un gran cartel en el fútbol europeo. Me veo reflejado en la situación que vive Keylor", comentó hace unos días Santi Cañizares. "Su nivel es parecido al de Courtois y De Gea, pero ellos tienen mucho más 'glamour' y todo cuenta", añadió el que fuera portero del Real Madrid y el Valencia, entre otros equipos.

Pero el problema del actual portero titular del Real Madrid no es de 'glamour', sino de nivel futbolístico y, si se quiere, también mediático. Además, claro está, de una presión que parece haberle superado. "¡Buena parada!", le dijo Mateu Lahoz al término del partido del pasado domingo a un Keylor al que perdonó la expulsión, y su última intervención a remate de Durmisi le sirvió para compensar su grave error en el 0-1. Sí, esa parada sobre la misma línea de gol le valió para reconciliarse temporalmente con la grada del Bernabéu.

Foto: De Gea celebra un gol del Manchester United al West Ham en el London Stadium. (Reuters) Opinión

Sin embargo, para el guardameta costarricense la suerte está echada. El presidente del Real Madrid es como los emperadores romanos, que ordenaban la muerte o el perdón del gladiador derrotado en el circo colocando su dedo pulgar hacia abajo o hacia arriba. Públicamente, Florentino nunca lo va a reconocer, pero otra cosa es lo que dice en privado y cómo reaccionan algunos medios y un buen número de aficionados. Y si no, que se lo pregunten al amigo de Ramos, quien con su partido de Turín superó a Paolo Maldini y se convirtió, con un total de 175, en el futbolista que más encuentros ha disputado en una competición de la UEFA, por supuesto la gran mayoría con el Real Madrid.

Salvo que de aquí al 30 de junio renueve su contrato con el Oporto, algo que no será fácil porque hasta ahora parte de la ficha actual se la ha pagado el Real Madrid, aunque también cabe la opción de que se viera obligado a seguir por contrato, el partido de este martes en el Juventus Stadium pudo ser el último de Iker Casillas en la Liga de Campeones, competición en la que ha disputado más encuentros que nadie (168). Los portugueses, que en la ida ya perdieron 0-2 contra la Juve en Do Dragao, volvieron a caer, esta vez por 1-0, con un gol de penalti de Dybala y de nuevo tras quedarse con 10 por la expulsión de Pereira.

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