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Caso Martínez: entre tanta codicia y traición reconforta leer a un bilbaíno ecuánime
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Kike Marín

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Caso Martínez: entre tanta codicia y traición reconforta leer a un bilbaíno ecuánime

Un artículo de Jon Agiriano en El Correo, en el que reprocha al presidente del Athletic el fichaje de Martínez y retrata al ex jugador de la Real, demuestra que en el fútbol aún queda algo de cordura

Foto: Martínez, junto a Josu Urrutia, en su presentación como nuevo jugador del Athletic. (EFE)
Martínez, junto a Josu Urrutia, en su presentación como nuevo jugador del Athletic. (EFE)

"El fichaje de Iñigo Martínez causó el revuelo esperado entre la afición del Athletic y no digamos nada entre la de la Real, cuya tristeza e indignación entiendo perfectamente. Que uno de tus jugadores se vaya al eterno rival siempre es duro. Ahora bien, que ese futbolista sea uno de los capitanes, todo un emblema del club criado en sus categorías inferiores, y que además se marche en plena crisis deportiva, justo cuando más se le necesita, es como para renegar de este mundo y desear que una máquina del tiempo nos devuelva a épocas en las que había cosas que un hombre no podía hacer o soportar si quería seguir sosteniéndose la mirada en el espejo". ¡Glup!

No, el autor de estas líneas no es un periodista donostiarra y, por consiguiente, de la Real Sociedad, sino bilbaíno y, como tal, del Athletic Club, lo cual le da una legitimidad, si no mayor, pues la verdad solo tiene un camino, sí más convincente o autorizada, pues conocidas son las pasiones que mueve el fútbol y lo fácil que se descalifica a alguien al que no se le considera "uno de los nuestros". "Harían bien algunos conspicuos representantes del sector más radicalmente ombliguista del Athletic, los mismos que se reían y criticaban a la hinchada txuri urdin por su indignación con el central de Ondarroa, en ponerse unos segundos en su lugar. Hagan un pequeño esfuerzo e imaginen su reacción si esto hubiera sucedido a la inversa. Yo lo he hecho y, desde aquí, desde la trinchera rival, les digo a los realistas que entiendo su dolor". Dicen que lo cortés no quita lo valiente, aunque en este caso creo que es al revés: lo valiente no quita lo cortés.

Foto: Aymeric Laporte, durante un partido de la Liga Europa con el Athletic. (Cordon Press) Opinión

Athletic, de los principios a la cartografía

El artículo, que lleva por título 'Athletic: nervios, bandos y millones', lo firma Jon Agiriano y puede leerse en el medio más importante de la capital vizcaína como es 'El Correo'. Resulta gratificante que después de la fechoría ejecutada por Josu Urrutia -aunque, ojo, el principal responsable sea el 'pesetero' Martínez- alguien del mismo Bilbao se lo reproche públicamente, además de renegar de una forma de entender el Athletic que dista mucho de la que era. "Les aseguro también que mi idea de la filosofía rojiblanca poco tiene que ver con expulsar a niños riojanos que soñaban con jugar en el Athletic y, en cambio, no tener el más mínimo escrúpulo para poner sobre la mesa un fajo de 32 millones y contratar a un futbolista al que sólo le intereso por mi dinero y hace dos días confesaba que él 'jamás cambiaría de bando' y el Athletic era 'el enemigo'. Pero, en fin, soy uno de esos tipos anacrónicos a quienes les da pena comprobar que la filosofía del Athletic tiene cada vez menos que ver con los principios y más con la cartografía. Terminé de convencerme de ello en 2015 tras lo sucedido con Raúl García, que en unas pocas horas pasó de ser persona non grata a ilustre ciudadano de honor". Lo dicho, impecable.

Urrutia ha fichado a un futbolista "al que sólo le intereso por mi dinero" y "confesaba que «jamás cambiaría de bando» y el Athletic era «el enemigo»"

Y es que, como bien escribe Agiriano, "una vez metidos hasta las cejas en el peor barro del fútbol, seamos honestos y tengamos al menos el pudor de no seguir hablando de sentimientos ni dando lecciones a nadie. Ni, desde luego, tampoco quejándonos de que otros clubes más poderosos paguen las cláusulas de nuestros jugadores cuando nosotros hacemos exactamente lo mismo con los más débiles". Y concluye: "Por mucho que a Urrutia le encante el papel de paladín romántico de las esencias, por mucho que, imperturbable, todavía siguiera hablando de los valores de nuestros ‘aitites’, debería contenerse. Recitar églogas de Garcilaso mientras uno dispara con una metralleta es una broma de mal gusto".

¿Mantendrán el ‘One Club Man Award’?

Y hablando de bromas, espero que esta temporada el Athletic ponga fin al ‘One Club Man Award’, premio que el club rojiblanco entrega a aquellos jugadores que han desarrollado toda su carrera deportiva en un mismo equipo. Matt Le Tissier (Southhampton), Paolo Maldini (Milan) y Sepp Maier (Bayern) fueron los galardonados en los años 2015, 2016 y 2017. De mantenerlo, es posible que en breve no tengan más remedio que pensar en concedérselo al donostiarra Xabi Prieto, quien en más de una ocasión dijo no al interés del Athletic por ficharle, algo que, por cierto, valoraron, y mucho, en Ibaigane. Es decir, todo lo contrario de su ex compañero -y posible examigo- Martínez, a quien ha bastado un montón de millones para convencerle de que traicionara a la Real.

placeholder Josu Urrutia y Kepa Arrizabalaga, durante la firma de renovación del portero.
Josu Urrutia y Kepa Arrizabalaga, durante la firma de renovación del portero.

Jon también toca este tema, sobre el que deberían reflexionar en Bilbao. "Se hablaba mucho de la burbuja que se está creando en el Athletic con estos sueldos millonarios. Con Iñigo Martínez, de hecho, se ha superado una barrera, la de los cuatro millones netos por temporada, que en principio sólo iba a ser traspasada, dentro de un par de años, por Kepa y Williams. Ahora ya se habla de cinco (...) Debemos asumir que mantener la filosofía del Athletic sale muy caro. El tiempo dirá cómo nos va. A mí lo que me inquieta es otra cosa, no si estos dinerales van a ser sostenibles sino algo de lo que se habla muy poco: me refiero a cómo van a influir en la percepción del equipo por parte de los aficionados. Lo digo porque, aunque no tanto como los sueldos de los jugadores, la exigencia va a aumentar (...) O la inversión tiene un retorno digno o esto se va al carajo. Porque corremos un gran riesgo: que la filosofía sea vista por los socios como una condena a la mediocridad competitiva y un tremendo chollo para los jugadores".

Y así es. El histórico Athletic Club ha pasado de jugar con "once aldeanos", como se conocía al equipo que se impuso por 0-2 en el Bernabéu al Real Madrid en la final de Copa del 58, a jugar con once millonarios. Y el más millonario de todos, aunque Urrutia lo negara, el recién fichado por 32 millones Martínez, algo que no habrá gustado a los recién renovados Williams o Kepa y, por supuesto, a veteranos como Raúl García o Aduriz, al fin y al cabo quienes han mantenido estos últimos años al equipo rojiblanco en la zona alta de la clasificación y, como consiguiente, en Europa.

placeholder El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, con una imagen de Xabi Prieto al fondo, antes de su rueda de prensa en Anoeta. (EFE)
El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, con una imagen de Xabi Prieto al fondo, antes de su rueda de prensa en Anoeta. (EFE)

La verdad es que este artículo podría haberlo firmado a medias con Agiriano, pero, vista la lección de Periodismo ecuánime y sensato que hace Jon, creo que lo suyo era citarle y elogiarle. A pesar de que el fútbol hace tiempo que se fue (con perdón) a la mierda y que la gran mayoría de los futbolistas el único color que sienten es el del dinero, reconforta que al menos haya quien remueva las conciencias y diga las cosas tal y como son, sin ser sospechoso de decirlas por despecho sino, como es su caso, por vergüenza.

Por cierto, aquellos periodistas que comparando a los futbolistas con otros trabajadores intentan justificar que estos solo se muevan por dinero, olvidan que el fútbol es otra cosa. Así, no me imagino a un abogado llevando su nombre en la toga, a un ingeniero al que le pidan autógrafos por la calle, a un médico ovacionado cuando sale de su consulta o a un albañil que tenga una peña, aunque, ahora que caigo, sí a un periodista escribiendo al servicio, por ejemplo, de un empresario metido a presidente. Y es que, como dice el refrán, se cree el ladrón que todos son de su condición.

Foto: Kepa Arrizabalaga, durante un entrenamiento con el Athletic. (EFE) Opinión

Sí, me parece muy bien que el que quiera reconozca sus debilidades, pero, por favor, no confundan y tampoco generalicen. Todavía quedamos algunos para los que el dinero no lo es todo en la vida, y no digamos si como en el caso de Martínez la tuviéramos resuelta, y que valoramos ser fieles a lo que sentimos y poder ir por la calle sin que te llamen, y no sin razón, traidor o pesetero. Y en el caso de Martínez no lo digo solo por las calles San Sebastián, sino también por las del propio Bilbao. ¿O es que acaso se cree que en el Botxo no saben cómo, cuándo y, sobre todo, por qué está en el Athletic? Sabíamos que los de Bilbao nacen donde quieren. Lo que desconocíamos es que los de Ondarroa juegan donde pueden, pues Kepa Arrizabalga estaba -y está- como loco por irse al Real Madrid y su paisano Martínez se pasó todo el verano queriendo irse al Barça, aunque al final ambos se han encontrado en Lezama, un buen sitio, sin duda, aunque a diferencia de Roma, ahí sí pagan a traidores...

"El fichaje de Iñigo Martínez causó el revuelo esperado entre la afición del Athletic y no digamos nada entre la de la Real, cuya tristeza e indignación entiendo perfectamente. Que uno de tus jugadores se vaya al eterno rival siempre es duro. Ahora bien, que ese futbolista sea uno de los capitanes, todo un emblema del club criado en sus categorías inferiores, y que además se marche en plena crisis deportiva, justo cuando más se le necesita, es como para renegar de este mundo y desear que una máquina del tiempo nos devuelva a épocas en las que había cosas que un hombre no podía hacer o soportar si quería seguir sosteniéndose la mirada en el espejo". ¡Glup!