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Odegaard: el Real Madrid y el (estúpido) Balón de Oro aún pueden esperar
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Kike Marín

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Odegaard: el Real Madrid y el (estúpido) Balón de Oro aún pueden esperar

La decisión de Odegaard de jugar dos temporadas en la Real Sociedad le pueden ayudar a llegar al Madrid en el momento justo, sin adelantar su formación con objetivos tóxicos

Foto: Martin Odegaard, durante un partido con la Real Sociedad. (Reuters)
Martin Odegaard, durante un partido con la Real Sociedad. (Reuters)

"Tiene que pensar ya en el Balón de Oro". Sí, aunque suene ridículo, este es el consejo que Casemiro le ha dado a su compañero y compatriota Vinicius, quien con semejante presión no es de extrañar que se echara a llorar tras marcar el 1-0 a Osasuna en un Bernabéu que ya le ha silbado. Sirva el caso de brasileño para entender la sabia decisión de Martin Odegaard (Drammen, 1998) de jugar cedido en la Real Sociedad dos temporadas. Sí, dos, aunque legalmente solo se puede prestar un futbolista año a año, el Real Madrid llegó a un acuerdo con el club donostiarra y con el propio jugador noruego para que la estancia sea por dos.

"Creo que era lo mejor desde el primer momento y estoy disfrutando", comentó Odegaard al respecto. "Al final de la pasada temporada ya sentí que no sería bueno para mí volver a Madrid. En el Real Madrid hay muchos jugadores buenos y la competencia es muy grande. La decisión de ir a la Real la tomó él. Había muchos equipos interesados, pero Martin habló con la Real "y al escuchar las ideas, el plan que tenían conmigo y el proyecto de club, fue más fácil tomar la decisión". El hecho de que su agente sea el ex realista Bjorn Kvarme también ayudó, aunque la idea de estar dos años fue suya. "Es muy bueno para mí. Las últimas temporadas he estado cedido en los Países Bajos. Un año en un sitio, después en otro… Para mí es mejor tener algo más de estabilidad y quedarme en un mismo club por un tiempo".

Además de por su enorme talento para manejar el balón y su criterio a la hora de jugarlo, Odegaard está destacando también en la recuperación, algo en lo que pone especial empeño en los entrenamientos. Es un virtuoso, pero entiende el fútbol como el juego colectivo que es. De hecho, nada más aterrizar en San Sebastián el noruego dejó claro que su objetivo era "ayudar al equipo, es lo más importante y por lo que estoy aquí. Ayudar a jugar lo mejor posible, progresar para ganar partidos y estar arriba en la tabla. Personalmente, claro que quiero mejorar, marcar goles y este tipo de cosas, pero lo importante es que el equipo juegue bien". Además, tiene claro que el objetivo de la Real es estar la próxima temporada en Europa... y él con ella.

Todo esto no quita para que, evidentemente, la idea de Martin sea triunfar en el Real Madrid. "Mi objetivo aún es jugar en el Madrid. Por eso que firmé con ellos, porque quiero jugar allí algún día". Sin embargo, el noruego no tiene prisa. "Siempre me ha encantado LaLiga, el año pasado vi muchos partidos de la Real y practica un muy buen fútbol. Esa fue la razón más importante, la manera en la que juega. Antes de llegar hablé con Imanol y me convenció de que este era un buen paso para mí. Tiene muy claro lo que quiere, por lo que es muy fácil para mí entender cómo quiere que yo participe".

placeholder Odegaard celebra con Mikel Oyarzabal, de espaldas, y Aritz Elustondo el 1-0 de la Real al Alavés. (EFE)
Odegaard celebra con Mikel Oyarzabal, de espaldas, y Aritz Elustondo el 1-0 de la Real al Alavés. (EFE)

Anoeta, rendido a su fútbol

Como es lógico, las grandes actuaciones de Odegaard no solo están entusiasmando a los aficionados de la Real, sino también a los del Madrid, que siguen muy atentos la evolución del joven Martin. En cinco meses pasó de jugar en Noruega a debutar en LaLiga con el Real Madrid. Lo hizo sustituyendo nada menos que a Cristiano Ronaldo. En el Castilla coincidió con jugadores como Marcos Llorente, Mario Hermoso, Achraf, Reguilón, Febas, Fede Valverde, Melero, De Tomás, Mariano, Mayoral o su ahora compañero en la Real Diego Llorente. De todos ellos, solo el uruguayo Valverde y Mariano siguen en el Madrid... "Yo también tengo 20 años y todavía tengo tiempo de sobra para seguir creciendo", comenta el noruego mientras se exhibe en Anoeta con pases como el que le dio el pasado jueves a Oyarzabal....

Toda vez que Florentino Pérez ha eliminado la llamada 'cláusula del miedo', en estas dos temporadas que estará en la Real el noruego podrá enfrentarse al menos en cuatro ocasiones al Real Madrid, las cuatro de Liga, a los que podría sumar alguna eliminatoria de Copa y quién sabe si la temporada que viene incluso de la Champions. Ya sé que es complicado esperar tanto y tenerlo de rival, pero es lo mejor para su progresión, pues, como dijo Imanol tras su partidazo ante el Alavés, "si está jugando a tan alto nivel es porque los de alrededor le están ayudando. Tiene que seguir dando pasos y crecer, pues todavía no ha hecho nada y hay que tener cautela".

Por cierto, se nota que Martin ha recibido una buena educación y que no es el típico futbolista que se mueve únicamente por dinero. Su padre dio toda una lección al negarse a utilizar sociedades pantalla "por una cuestión moral". Abogados españoles le ofrecieron la posibilidad de reducir impuestos en paraísos fiscales, pero él la rechazó y alegó que su hijo igualmente ganaría mucho dinero. Todo un ejemplo moral que merece la pena ser destacado y que deja en evidencia a todos los demás.

Como comentaba al principio, según Casemiro, "cuando eres un jugador titular del Real Madrid tienes que pensar a lo grande. Pensar en Balón de Oro, en Once de la FIFA...". Pues bien, de momento los únicos balones de oro a los que aspira Odegaard es a los que pone a sus compañeros de la Real Sociedad, donde cuenta con socios como Illarramendi, Merino, Oyarzabal, Portu, Januzaj, William José, Barrenetxea o Isak, que brillan a su lado, pero también le hacen brillar a él. Sinceramente, me parece tóxico que un futbolista piense en ganar el Balón de Oro, por más que el negocio del fútbol esté montado así. Odegaard puede ser la excepción y por eso el Real Madrid, y no digamos el estúpido Balón de Oro, aún pueden esperar.

"Tiene que pensar ya en el Balón de Oro". Sí, aunque suene ridículo, este es el consejo que Casemiro le ha dado a su compañero y compatriota Vinicius, quien con semejante presión no es de extrañar que se echara a llorar tras marcar el 1-0 a Osasuna en un Bernabéu que ya le ha silbado. Sirva el caso de brasileño para entender la sabia decisión de Martin Odegaard (Drammen, 1998) de jugar cedido en la Real Sociedad dos temporadas. Sí, dos, aunque legalmente solo se puede prestar un futbolista año a año, el Real Madrid llegó a un acuerdo con el club donostiarra y con el propio jugador noruego para que la estancia sea por dos.

Casemiro