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El día que 'Rubi' creyó ser Tebas con su infame Supercopa de Arabia y la final que tanto ansiaba
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Kike Marín

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El día que 'Rubi' creyó ser Tebas con su infame Supercopa de Arabia y la final que tanto ansiaba

"Para la RFEF es un tremendo honor organizar el partido más deseado del mundo", confesó sobre el Madrid-Barça, los clubes por los que cobra un extra si juegan esta competición

Foto: Rubiales, en la presentación de la final de la Supercopa. (RFEF)
Rubiales, en la presentación de la final de la Supercopa. (RFEF)

"De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes", recomendó el escritor y dramaturgo francés Jules Renard. Quién sabe, quizás siguiendo este sabio consejo, el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) se quitó la careta en la presentación de la final de su infame Supercopa de Arabia. "Para la RFEF representa un tremendo honor organizar el partido más deseado del mundo", dijo Rubiales, sintiendo o creyéndose presidente de LaLiga por un día.

El encuentro que este domingo enfrentó a FC Barcelona y el Real Madrid en Riad es lo que 'Rubi' llevaba buscando cuatro años. Concretamente, tal como desveló este diario, desde que empezó a repartirse 'palos' con su amigo Piqué, más conocido como 'Geri', quien da la casualidad que decidió retirarse cuando en la nueva Ley del Deporte se incluye una cláusula que evoca la relación comercial que establecieron el defensa del Barça, la RFEF y Arabia Saudí a cuenta de la Supercopa.

Foto: Luis Rubiales, durante una acto oficial. (EFE/Mariscal)

Eliminados Betis y Valencia, Rubiales ya tenía un Clásico para explotarlo él y no su envidiado Javier Tebas. Curioso cómo, a diferencia de lo que sucede con el de verdad, es decir, el Madrid-Barça o Barça-Madrid que se juega en la Liga, sus respectivos presidentes se mostraron encantados y encantadores con el que les esperaba en Arabia. "Nada mejor que un Clásico para promocionar el fútbol español en cualquier continente", dijo Florentino Pérez. "El Clásico es el mejor espectáculo mundial y lo entendemos como una herramienta de entendimiento, un puente entre diferentes personas y culturas", añadió su secuaz Joan Laporta.

Con esa sonrisa que casi siempre parece impostada, esta vez Rubiales no podía disimular su alegría de verse entre los dirigentes de los dos clubes que le tienen como aliado necesario, por más que lideren la Superliga europea, además, claro está, de los jeques que se hacen cargo de la fiesta. A partir de ahí, poco o nada le importó que los otros dos participantes no solo cobraran juntos menos que el comisionista Piqué, sino que tampoco pudieran estar acompañados por sus aficionados e incluso fueran silbados por madridistas y culés de pega y, en este caso, también de paga, pues no dejan de ser quienes se dejan los millones.

El despropósito empezó en la final de Tánger

Ya en 2018, en su primera temporada como sustituto de un Villar al que cada día que pasa hace mejor, el presidente de la RFEF dejó en un partido la Supercopa de España que ese año debían disputar FC Barcelona, campeón de Liga, y Sevilla FC, campeón de Copa. Y no solo eso, sino que también decidió que el encuentro se jugara un 12 de agosto en Tánger, Marruecos, por más que el club andaluz protestara enérgicamente. De nada les valió a los 'palanganas', como les llama Rubiales. El caos organizativo, la falta de seguridad y unas gradas semivacías fueron el anuncio de la gestión que esperaba en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

Los tres años siguientes, aunque el segundo se quedó en Andalucía a causa de la pandemia, 'Rubi' impuso el formato de final four y la Supercopa de España pasó a ser la de Arabia y dejó de ser un premio para los campeones de Liga y Copa. Que nadie se engañe, aunque de esta forma también se estira el chicle, lo que realmente se buscaba es que en todas las ediciones estén Madrid o Barça, pues, tal y como reveló este diario en abril del año pasado, en el contrato con los saudíes, la RFEF cobra más si están estos dos equipos. "Queda claro que conviene que vayan Barcelona y Madrid, no es muy difícil entenderlo", dijo Simeone.

placeholder Rubiales abraza a su amigo Xavi tras ganar la Supercopa. (REUTERS/Ahmed Yosri)
Rubiales abraza a su amigo Xavi tras ganar la Supercopa. (REUTERS/Ahmed Yosri)

Cuatro ediciones y ningún campeón de Liga o Copa

En 2020, el Real Madrid, que no había ganado ni Liga ni Copa, se impuso en la final al Atlético de Madrid por penaltis. En 2021, el Athletic de Bilbao, subcampeón de una Copa que ganó la Real Sociedad, derrotó al FC Barcelona en la prórroga. En 2022, el Madrid hizo lo propio con el conjunto vasco, en otra final en la que no estuvieron los campeones de Liga y Copa. Para seguir la tradición, este 2023, el Barça derrotó al Madrid, por lo que, por cuarta vez de cuatro posibles, la Supercopa se la llevó un equipo que no había ganado ninguno de los dos títulos la temporada anterior. Lo que empieza mal suele acabar mal, aunque no para todos.

Nunca está de más recordar que, además de las incoherencias deportivas y unas connotaciones políticas ante las que el Gobierno decidió ponerse de perfil y así continua, llevarse la Supercopa de España a Arabia fue un pelotazo forjado entre el presidente de RFEF y un jugador que entonces aún formaba parte de unos los participantes en el torneo, por el que se embolsará 40 millones en total, pues el acuerdo con Arabia se ha extendido hasta 2029.

Como muy bien escribió Pedro Simón en El Mundo, "si las semifinales de la Supercopa española en Riad han respondido al tradicional ambiente de fútbol copero, entonces el que escribe estas líneas es un especialista mundial en ornitología patagónica. En las finales coperas que nunca podremos olvidar, las aficiones tienen una presencia pareja y llenan los campos. Las gradas están abigarradas con los colores de ambos equipos casi a partes iguales".

Sin aficiones y televisión gratis... en Estados Unidos

Es posible que a los aficionados de Madrid y Barça esto no les afecte, pues desgraciadamente están acostumbradas a ver el Bernabéu y el Camp Nou llenos de hinchas tan postizos como los de Riad. Sin embargo, para las del resto de los otros 18 clubes que, les guste o no a Florentino y Laporta, forman LaLiga, privarles de ver a sus equipos disputando un título nacional en su propio país es una falta de respeto. Sin olvidar que mientras en Estados Unidos se vio por televisión en abierto, en España hubo que pagar. Es decir, que lo que tanto critica Rubiales a Tebas, con la diferencia de que este preside una liga profesional, lo hace él sin ningún rubor.

Y todo esto, además de lo que Simón definió como "la parodia vergonzante de Arabia Saudí". "Todo sucede en un lugar tremendo donde, en un solo día de 2022, por ejemplo, fueron ejecutadas 81 personas (...) y donde dejan entrar a un personaje perturbador como Luis Rubiales (...) Denuncias de pago de orgías con dinero federativo, investigación abierta por corrupción, subida de sueldo propia hasta los 29.000 euros netos al mes...". Difícil añadir más comentarios.

placeholder Aficionados y aficionadas en el Estadio Internacional Rey Fahd, de Riad. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)
Aficionados y aficionadas en el Estadio Internacional Rey Fahd, de Riad. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

Arabia, el mejor lugar para olvidar la paridad

Volviendo al acto de presentación de la final, Rubiales no dudó en repetir la cantinela de que la Supercopa de Arabia "hace posible el crecimiento de este torneo y suponen una enorme ayuda para todo el fútbol modesto de nuestro país". "Vamos a seguir trabajando para hacer un mundo mejor a través de fútbol y nuestro compromiso es firme", añadió el presidente de la RFEF. ¿Pero de verdad no hay nadie que le diga que deje de hacer el ridículo? No será porque no tiene gente a su alrededor, empezando por el equipo de Salobreña, para hacerlo. Al viaje a Riad, incluso se llevó a sus fieles presidentes de territoriales, lo cual merece un comentario.

"Luis Rubiales ha dirigido en Riad un encuentro muy productivo con los responsables de las federaciones territoriales". Así informaba la RFEF de la reunión de los citados presidentes, en este caso literal. Es decir, sin necesidad de añadir, como a buen seguro haría José Manuel Franco, "y presidentas", pues todos los reunidos en la capital de Arabia eran hombres. Pero, claro, tratándose de 'Rubi', en el Gobierno de la igualdad también hacen una excepción con la paridad. Según la RFEF, el encuentro fue "muy productivo" e "intenso", algo que puede comprobarse viendo las caras de los presentes en algunas de las fotos del acto que se difundieron.

Curiosamente, uno de los asuntos tratados en esta "cumbre", como definieron la reunión desde el ente federativo, fue la nueva Ley del Deporte, por lo que es de suponer que hablarían de la llamada cláusula anti-Piqué, en la que se deja muy claro que "para la organización de estas actividades y competiciones deportivas oficiales de ámbito estatal no se podrá establecer relación comercial con un deportista en activo susceptible de participar en las mismas". Como comentaba antes, 'Geri' ha colgado las botas, aunque sigue cobrando 4 'palos' por una gestión que tampoco le exigía estar en Arabia durante la Supercopa. Tenía cosas mejores que hacer.

Por último, y según siempre la información ofrecida por la RFEF, Rubiales explicó a sus fieles presidentes de territoriales, ya saben, una territorial, un voto, "el plan que hay que cumplir en los próximos meses de la candidatura para albergar el Mundial 2030 junto a Portugal y Ucrania". Lo extraño es que, en lugar de hacerlo esta semana en Mérida, donde ha llevado la Supercopa femenina, les reuniera en el país que, a la espera de confirmarse, encabezará otra candidatura para organizar ese mismo Mundial. En principio, lo hará junto a Egipto, que le garantiza los votos de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), y Grecia, que algo rascará en la UEFA,

Foto: Xavi y Rubiales, en el homenaje de AFE al catalán. (EFE/Miguel Ángel Polo)

A diferencia de Pedro Simón, que anunció que no vería la final de la Supercopa de Arabia con el argumento de que "habría estado bien ver una competición en igualdad de condiciones para todos y un presidente del fútbol español que nos diera menos vergüenza", un servidor no se la perdió. Cierto es que más por obligación que por devoción y sintiendo también vergüenza al ver cómo el fútbol español no solo contribuye a blanquear a un país como Arabia, sino que el presidente de una federación prioriza el dinero a los intereses de los aficionados y de los propios clubes, salvo dos, para lo cual basta con recordar la comisión que se lleva Piqué y que la Fiscalía Anticorrupción está investigando el acuerdo. En un país serio, 'Rubi' ya sería historia, pero es lo que tiene ser "amigo de Pedro", como él mismo dice.

"De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes", recomendó el escritor y dramaturgo francés Jules Renard. Quién sabe, quizás siguiendo este sabio consejo, el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) se quitó la careta en la presentación de la final de su infame Supercopa de Arabia. "Para la RFEF representa un tremendo honor organizar el partido más deseado del mundo", dijo Rubiales, sintiendo o creyéndose presidente de LaLiga por un día.

Luis Rubiales Florentino Pérez Joan Laporta Real Federación Española de Fútbol Arabia Saudí Javier Tebas