Los 'zags' de John Stockton y pocos más; esta 'americanada' universitaria merece un final feliz

A John Stockton, el mito de los Utah Jazz, los más veteranos seguro que lo conocen. Pero permítanme que les presente en esta carta a Mark Few, pues las biografías de ambos están unidas para siempre. Como su propio apellido indica, Few es un tipo al que conocen unos pocos, al menos fuera de Estados Unidos. Y sin embargo podría convertirse en el personaje más importante del mes, tal vez del año, en el deporte estadounidense. Les cuento. Few es un feliz marido y padre de cuatro hijos. Nació en 1962, justo el mismo año que Stockton. Quiso también dedicarse al baloncesto, y llegó a practicarlo hasta los 22 años. Desde 1989 vive y trabaja en Spokane, en el estado de Washington -casi en la frontera con Canadá-, la ciudad de nacimiento de Stockton.

Few llegó a la ciudad para ser entrenador asistente de la Universidad de Gonzaga (lo han adivinado; Stockton estudió en ella), y en 1999 le dieron el puesto de entrenador jefe. Entre las fortalezas de Mark Few destaca la manera inteligente de hacer jugar al equipo y, justo este año, su líder en cancha es un base novato pero con gran talento llamado Jalen Suggs, cuyas características físicas no tienen que ver con las de Stockton, pero sí por lo visto su liderazgo en pista. Dicen los expertos que también acabará jugando en la NBA.

'Bulldogs' o 'Zags'

La Universidad de Gonzaga, cuyo apelativo es los 'Bulldogs' (pero a cuyo equipo de baloncesto todos se refieren como los ‘Zags’) es una institución educativa que nació como muchas otras en el siglo XIX. Más de 120 años después, y dada su localización, no acoge a más de 7.000 alumnos matriculados en sus aulas. Pero resulta que sus ‘Zags’ son los claros favoritos para hacerse con el título de campeones de la NCAA, el objetivo final de la 'Locura del mes de marzo'. Esta temporada tan extraña, los ‘Zags’ han obtenido un récord de 26-0 en lo que podríamos denominar la Liga Regular.

Su imbatibilidad previa al torneo final que comienza este fin de semana, sólo se ha dado en otras cuatro ocasiones desde que, en la temporada 1975-76, la Universidad de Indiana llevara a término la última temporada perfecta del baloncesto universitario. Ni Indiana State poco después, ni La Universidad de Nevada Las Vegas, ni Wichita State ni la Universidad de Kentucky pudieron completar la hazaña. Todos cayeron derrotados en el torneo del ‘marzo loco’.

Los rivales de Gonzaga y de Mark Few en la lucha por el año perfecto son equipos universitarios cuyos entornos son, por supuesto, mucho más numerosos. La Universidad de Illinois es la clara alternativa al título final, junto a Baylor y tal vez la Universidad de Alabama, quizá Texas Tech… todas ellas con un número muy superior de alumnos en sus aulas. Este año, por cierto, y por primera vez en el siglo XXI, el torneo final no contará con la participación de la Universidad de Duke, los famosos ‘Demonios Azules’ que llevan siendo entrenados por el mito de apellido imposible, Mike Krzyzewski, desde 1980.

El mito de Spokane

Le preguntaban en 2015 a Few si cambiaría algo de lo que había vivido como exitoso primer entrenador de la Universidad de Gonzaga (su récord de victorias supera el 80%, y es uno de los mejores en la Historia de la NCAA), por llegar a una Final Four, a estar entre los últimos 4. “No. No lo haría -fue su respuesta-. Nuestro camino juntos son seis meses al año, y han sido muchos años de inmejorables sensaciones”. Conectando de nuevo la biografía de Few con la de John Stockton, resulta que el mito de Spokane jamás pudo conseguir ningún título universitario (ni siquiera soñarlo por aquel entonces), y en sus casi 20 temporadas en la NBA tampoco logró ningún anillo de campeón, pues se cruzó con rivales, entre otros, como los Chicago Bulls de Michael Jordan (y del Estado de Illinois, ay, ay, ay...) que le cerraron el paso.

Dicen, por último, que la ciudad de Spokane, a lo largo de su historia, ha sido reconocida por unas singulares cataratas, por su belleza paisajística, por su sabroso salmón. Este que les escribe las cartas solamente la conocía porque era el lugar de nacimiento de John Stockton... y de muy pocos más. Es evidente que debemos estar atentos estos días porque, si la hazaña de Few y sus ‘Zags’ se completa, Spokane se convertirá de repente en el centro deportivo y emocional del país con mayor capacidad de exportar sus historias al resto del mundo. Este marzo loco nos puede estar cocinando una ‘americanada’ con final feliz. O, en mi particular manera de entender el deporte, en Spokane se ha venido pariendo una preciosa historia de liderazgo, trabajo en equipo, ilusión y persistencia.