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Karim Benzema se siente más que amortizado en el Real Madrid
Karim Benzema ya hizo ademán de salir el pasado año, pero su agente de siempre, Karim Djaziri, se lo desaconsejó. Ahora ha cambiado de empresa y apunta a salir el próximo verano
Mal ha llegado este parón liguero para el Real Madrid. La falta de gol y la ausencia de triunfos, en los cuatro últimos partidos, han colocado a la entidad en un momento de apuro. El problema, añadido, es que hasta el próximo 20 de octubre no existe la posibilidad de remendar lo acontecido hasta el momento. En el foco de las iras, en primera línea de los créditos se sitúa el entrenador. No es el único señalado, aunque sí el gran señalado. Otro de los fijos en estas quinielas de opinión es el delantero centro del equipo, Benzema.
La ecuación es tan simple que a falta de goles la dirección de las críticas se encamina al mismo: el ‘9’. Karim Benzema, que luce un dorsal que por desenvoltura en el juego no le corresponde, arranca la novena temporada de blanco colgado inexorablemente de una etiqueta perversa: la de la sobreprotección que recibe de Florentino Pérez. Pocas veces se le ha dado el valor suficiente al rendimiento que ofrece en el césped. También se ha sentido acomodado a la sombra del gol de Cristiano Ronaldo, convirtiéndose en un perfecto escudero. Por eso, a falta de caballero, los golpes alcanzan al paje. Aunque esto sea algo redundante.
El cambio de guardia del francés, para protegerse bajo el paraguas de la empresa de asesoría futbolística de cabecera del club -aquella que aglutina a algunos antiguos empleados de Concha Espina-, permite realizar conjeturas sobre cuáles han sido los verdaderos motivos de una ruptura que tenía una década de convivencia. Benzema y Karim Djaziri, el asesor deportivo con el que trabajó desde los tiempos de Lyon, optaron por separar sus caminos tras un verano convulso. No están explicadas las razones, pero todo apunta a una disparidad de criterios sobre el presente del delantero.
Los suspiros de Wenger por Karim
Lo que es seguro es que el pasado mercado resultó uno de los más sonoros mediáticamente hablando para el galo. Se especuló demasiado sobre su salida del Real Madrid. Esta vez la Premier no figuró entre los platos principales, que dejó el honor a Italia. Tanto el AC Milan como el Nápoles de Ancelotti figuraron entre los clubes que sondearon las opciones. Atrás quedaron los años locos en que Wenger suspiraba, estación tras estación, por Karim. Nunca pudo seducirlo para sacarlo del Bernabéu.
El curso 2017/18 no resultó especialmente eficaz para Benzema. Lo cerró con una escasa docena de goles, una cifra seca para el portador del número nueve del Real Madrid. Apesadumbrando, entendió que el ciclo madrileño podría tocar a su fin. El jugador se sentía cansado de ser el ser más discutido de la plantilla. Unos meses antes había sido silbado con crudeza por el Bernabéu. Karim muestra cansancio ante la permanente reválida que debe pasar vestido de blanco. El compromiso mostrado durante más de ocho temporadas o mirar antes por el grupo que por él mismo lo expone como suficiente hoja de servicio frente al acoso de ser afligido por cada error.
La ruptura con Djaziri
Su entonces hombre de confianza, Djaziri, admitió el menoscabo de su cliente: “No entiende lo que pasa porque no se puede entender. Es una falta de respeto para un jugador que es el séptimo goleador en la historia del club, que ha participado en una de las épocas más brillantes del mejor club del mundo. Se puede pitar a todos y están en su derecho, pero nunca a un jugador que no ha saltado al campo. Es incompresible y de verdad que no es la mejor manera de ayudar a un jugador de tu equipo”, declaró al diario 'Marca'.
Pero el agotamiento de capar siempre al mismo condujo al jugador a sentir que su tiempo en Madrid estaba más que amortizado, que ya nada ni nadie era capaz de frenar la oleada de crítica permanente. El chico se cansó de sentarse en el centro del huracán. Benzema entendió que, quizá, lo mejor era cambiar de aires. Vamos, que apostaba por volar a otro nido. El problema, así se lo expuso quien hoy ya es pasado para él, era que con el rendimiento que había ofrecido durante el curso nadie le pagaría lo que cobra en el Real Madrid.
Se abrió la opción del mercado chino como opción preferente ante la persistencia de Karim. Pero el antiguo agente no apoyó la intención del francés y así la relación se transformó en ruptura. El posterior ingreso en una empresa de representación tan próxima al club de Concha Espina permite aventurar (o especular) que su salida será un hecho al final del próximo curso. Un adiós en el que finalmente ganen todos.
Benzema siempre ha manifestado su deseo de acabar su carrera profesional vestido de blanco. No hace tanto, en septiembre de 2017, el delantero rubricaba un nuevo contrato hasta junio de 2021, ampliando en dos temporadas más su relación con la entidad. Incluso, ‘France Football’ publicó que la rescisión contractual se trasladaba a 1.000 millones de euros, una cantidad inalcanzable en el mercado, incluido el futurista, como cláusula de rescisión. Hoy, Karim se recupera de la lesión muscular sufrida en Vitoria. Se habla de encontrar la plenitud en el partido del Camp Nou, donde convergerán tantas cosas en juego o donde el Real Madrid debe encontrar su punto de inflexión. Para el delantero galo, su tiempo presente es pasado. Él solicita nuevas aventuras que pasan por romper la cancela que a día de hoy le une irremediablemente con Florentino Pérez.
Mal ha llegado este parón liguero para el Real Madrid. La falta de gol y la ausencia de triunfos, en los cuatro últimos partidos, han colocado a la entidad en un momento de apuro. El problema, añadido, es que hasta el próximo 20 de octubre no existe la posibilidad de remendar lo acontecido hasta el momento. En el foco de las iras, en primera línea de los créditos se sitúa el entrenador. No es el único señalado, aunque sí el gran señalado. Otro de los fijos en estas quinielas de opinión es el delantero centro del equipo, Benzema.