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Spa Francorchamps, la dama con las mejores curvas
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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Spa Francorchamps, la dama con las mejores curvas

“A ver si alguno se da cuenta que la Fórmula 1 no es la PlayStation”. Lanzada a la estela de la dramática historia entre Villeneuve y

Foto: Spa Francorchamps, la dama con las mejores curvas
Spa Francorchamps, la dama con las mejores curvas

“A ver si alguno se da cuenta que la Fórmula 1 no es la PlayStation”. Lanzada a la estela de la dramática historia entre Villeneuve y Pironi, la precisa flecha de uno de nuestros lectores acierta de pleno ante un escenario como el de Spa Francorchamps. La afirmación de que la Fórmula 1 no es un juego de niños adquiere toda su dimensión en la fantástica pista belga, un trazado que desafía habilidad y coraje como ningún otro en el campeonato.

En el pasado, Spa era sinónimo de tragedia. Pocos circuitos han segado la vida de dos pilotos en accidentes diferentes en el plazo de quince minutos (como en 1960). La vida cambió para Jackie Stewart en 1966, cuando yacía boca abajo durante media hora, empapado de gasolina, en la bodega de una granja. La difunta chicane de Masta Kink fue la zona más terrorífica de la Fórmula 1 durante muchos años. En 1969, los pilotos hicieron huelga antes de la carrera ante los peligros de una pista que cuenta con un largo rosario de víctimas.

Afortunadamente, Spa ha dulcificado su naturaleza. Pero, aún así, no existe otro circuito igual. ¿Porqué Fernando Alonso confesaba estos días que es “el escenario más fascinante del calendario”? ¿Porqué todos los pilotos tienen palabras similares para este trazado?

Colinas, bosques y lluvia

Spa Francorchamps es una escultural y sinuosa dama de curvas sin igual, que en su mayoría enlazan fluidamente de una a otra a gran velocidad. La naturaleza ha obligado a dibujar su figura en un ondulado medio natural de colinas y bosques, lejos de los diseños asépticos y artificiales del arquitecto de circuitos Hermann Tilke. Por ello embriaga a los pilotos. Aunque solo aquellos de gran talento y determinación tienen a su alcance conquistarla. Porque en Spa el piloto sí marca las diferencias.

Pero como toda belleza femenina que se precie, procurará que su valor aumente con los obstáculos que ella misma interponga para su conquista. El agua es uno de ellos. El microclima de esta zona de las Ardenas amenaza siempre fuertes lluvias, cuando no de chubascos dispersos que empapan solo parte del trazado. Y si el circuito seco ya es de por sí exigente, con agua se convierte en una pesadilla para los pilotos y para la estrategia de los equipos.

Eau Rouge, montaña rusa

Seducir a toda bella dama requiere respeto a su persona, pero indiferencia hacia lo que representa. Al igual que con la famosa curva de Eau Rouge. Porque se necesita cierto desdén para el peligro en esta espectacular bajada/subida que se corona a 300 km/h. Ante el televisor, multipliquen por diez la sensación de inclinación que ofrecen las imágenes, que no hacen justicia a su acusado desnivel. Cuando se inicia la bajada, el piloto entra en una suerte de montaña rusa, pero con volante en las manos. Al llegar al fondo, se siente la enorme compresión que provocan las fuerzas “g” verticales. “Eau Rouge es como volar primero hacia abajo, para encontrarte una montaña enfrente cuando quieres subir”, explica Schumacher, “es posiblemente lo mejor que se puede experimentar, y la mayor satisfacción que puedes tener como piloto”. Si te equivocas arriba, acabas en Bruselas.

Porque se trata de coronar con una curva ciega en la salida, lo que exige colocar perfectamente el monoplaza en menos de lo que se parpadea para no perder velocidad en la larga recta que lleva hacia la curva de Le Combes. Las modificaciones en la pista, la aerodinámica y los neumáticos actuales permiten en el presente pasar fondo Eau Rouge. Hoy se da por descontado pero, anteriormente, el simple hecho de intentarlo era algo heroico en muchas ocasiones. Al llegar al circuito, en 1999, Jacques Villeneuve se apostó con sus mecánicos que pasaría Eau Rouge “flat out”, o en palabras de Senna, con “o pe sempre abaixo”. Fracasó. En un duelo de testosterona, su compañero Ricardo Zonta lo intentó poco después.

Este vídeo fue el resultado para ambos…

“A ver si alguno se da cuenta que la Fórmula 1 no es la PlayStation”. Lanzada a la estela de la dramática historia entre Villeneuve y Pironi, la precisa flecha de uno de nuestros lectores acierta de pleno ante un escenario como el de Spa Francorchamps. La afirmación de que la Fórmula 1 no es un juego de niños adquiere toda su dimensión en la fantástica pista belga, un trazado que desafía habilidad y coraje como ningún otro en el campeonato.

Fórmula 1 Fernando Alonso