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Se veía venir a la legua: Carmen Jordá, palos hasta en el carnet de identidad
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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Se veía venir a la legua: Carmen Jordá, palos hasta en el carnet de identidad

Las últimas declaraciones de Carmen Jordá sobre el potencial de las mujeres piloto han sido duramente cuestionadas ¿Tiene legitimidad moral la española para defenderlas?

Foto: Carmen Jordá junto a un monoplaza de Fórmula E.
Carmen Jordá junto a un monoplaza de Fórmula E.

- “Carmen, tú y yo somos miembros de la comisión de la Comisión de Mujeres de la FIA, establecida para promover la presencia de mujeres y chicas en el mundo del deporte del motor, un entorno altamente competitivo para todos los implicados. Tus comentarios hoy menosprecian la calidad de los pilotos de la Fórmula E y sus habilidades competitivas”.

- “Oh, Carmen, no estás ayudando a las pilotos femeninas con este comentario. Danica Patrick es suficientemente fuerte para conducir un coche de carreras. Es capaz de patearme el culo en el gimnasio y probablemente es tan fuerte como cualquier piloto de la parrilla de Fórmula 1 actual. La barrera física no es el problema que tienes tú”.

El primer y demoledor tuit era publicado por Leena Gade, una de las ingenieros/as más reputadas del mundo del motor, y ganadora en varias ocasiones con Audi de las 24 Horas de Le Mans. El segundo, con descarnada ironía británica, correspondía a Jenson Button. No han sido los únicos. Voluntaria o involuntariamente, Carmen Jordá se ha metido en otro charco aunque ya lloviera sobre mojado. Porque la española se ha reiterado en la discrepancia entre su perfil como piloto y la versión que de sí misma vende para su legítima promoción en campos comerciales ajenos a la competición.

Foto: María de Villota en un acto de febrero de 2013. (EFE) Opinión

¿Cuándo ha subido a un Fórmula 1?

Carmen Jordá acudió este pasado fin de semana a Ciudad de México para rodar con el monoplaza de la Fórmula E en una exhibición. El periodista de Espn.com le preguntó si era más duro físicamente pilotar el coche eléctrico que un Fórmula 1. “Es menos físico por la carga aerodinámica y la dirección asistida, es así. El desafío que tenemos las mujeres en Fórmula 2 o Fórmula 1 es físico, y creo que en la Fórmula E no lo tendríamos”, contestaba Jorda, poniendo el énfasis allá donde Button le refutaba con la americana Danica Patrick, quien durante años ha competido al máximo nivel en Estados Unidos, tanto en la Nascar, como en el Indy de monoplazas”.

Aún está por ver que Jordá haya subido a un F1 real para poder comparar con un Fórmula E conducido en ritmo de exhibición. Pero la española seguía pisando callos cuando le explicaba al periodista que la Fórmula E “es un campeonato de alto nivel, podemos ver a los grandes pilotos que hay aquí, y el coche que probé no es un coche superdifícil de pilotar, pero hay muchas cosas que aprender para gestionarlo”. El campeón del año pasado, Luca di Grassi, con experiencia en Fórmula 1 y el Mundial de Resistencia y Le Mans con Audi, define estos monoplazas: “El Fórmula E no es el coche más rápido que he conducido, ni el más potente, ni tiene la mayor carga aerodinámica, pero es uno de los más difíciles de controlar”. En definitiva, que hace falta talento. Al respecto de los pilotos de la Fórmula E también contestaba Leena Gade a la española.

¿Qué tipo de físico?

Viendo el contexto del artículo, es posible que el periodista le jugara una mala pasada a Jorda. Pero el pecado de la piloto/modelo española es que ha reincidido en esa línea de argumentación que tanto le reprochan las mujeres piloto y el deporte del motor en general: bajar el listón a las féminas en el mundo del motor y defendiendo que estas asuman unas determinadas limitaciones para renunciar a aspirar al más alto nivel. Button le recordaba que las suyas no eran precisamente las del físico. Al volante, se entiende.

Foto: Danica Patric en la Daytona 500 de la NASCAR (Foto: Reuters / Andrew Weber-USA TODAY Sports)

Carmen Jordá tiene el mérito de haber intentado en su día entrar a competir en un entorno predominantemente masculino. Ya es mucho. Pero en este mundo de las carreras se conoce sobradamente cuál es su techo deportivo. Aún así, Carmen Jordá ha vendido su condición de piloto de Fórmula 1 sin recato. Cuando Renault volvió a la Fórmula 1 y quiso promocionarla, la marca francesa le ayudó a competir en los turismos de la RS Sport, que se dividía en dos categorías de pilotos: pro y amateur. La española fue incluida en esta segunda. En todas las carreras quedaba en los últimos puestos, como en las tres temporadas de la GP3 en las que participó años atrás. No hacen falta juicios de valor. Solo hablan los datos. Y nada se puede reprochar a quien da todo lo que tiene.

La polémica elección de la Comisión de la Mujer

Pero la española ha sacado buen provecho comercial de su pretendida condición de mujer piloto de Fórmula 1. Su físico y su mensaje han ayudado a que numerosas marcas aprovecharan su figura, y Carmen Jordá ha tirado del ovillo. También ha tratado de ejercer un rol de 'influencer' para el público femenino en otros campos relacionados con el automóvil. En este contexto, se abrió más la herida cuando Carmen Jordá fue elegida para formar parte de la Comisión de Mujeres de la FIA, decisión muy criticada por sus colegas. Presidida además por Michele Mouton, quien en su día fue también muy crítica con Jordá. Sapo que tuvo que tragarse la francesa. Por ello, cuando ahora Carmen habla, se le espera con la escopeta cargada. Y si defiende una pretendidas limitaciones por condición de sexo, el personal ya directamente lo atribuye a las suyas personales, y entonces le disparan a bocajarro cuando da argumentos para ello. Mientras tanto, Sauber anuncia que la colombiana Tata Calderón probará pronto un Fórmula 1.

Carmen Jordá ha sabido abrirse paso profesionalmente hacia otros campos vendiendo una imagen que no se ajustaba a la realidad. Al menos, no la deportiva. Si el mercado más allá del automovilismo le compra su producto, sea. Pero en último extremo el problema no es suyo, sino de los seguidores y marcas comerciales que ingenua o deliberadamente le han comprado ese mensaje.

Su problema último es la disonancia entre sus méritos deportivos y los réditos comerciales, entre la autoridad moral que exhibe y la real que le avala como piloto. Entre presumir de romper barreras y seguir utilizando las tradicionales armas de mujer tan denostadas por su mismo sexo. Y es que esas fotos medio vestida y mostrando a la vez una glamurosa ropa interior…

- “Carmen, tú y yo somos miembros de la comisión de la Comisión de Mujeres de la FIA, establecida para promover la presencia de mujeres y chicas en el mundo del deporte del motor, un entorno altamente competitivo para todos los implicados. Tus comentarios hoy menosprecian la calidad de los pilotos de la Fórmula E y sus habilidades competitivas”.

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