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Los futbolistas, indignados con Tebas por manchar su honor sin pruebas
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Javier Gómez Matallanas

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Los futbolistas, indignados con Tebas por manchar su honor sin pruebas

Revelar y filtrar a la ligera que LaLiga estudia un partido cuando no existe ninguna prueba, demuestra una falta de rigor absoluta y da la impresión de que no con buena fe

Foto: Javier Tebas, presidente de LaLiga. (EFE)
Javier Tebas, presidente de LaLiga. (EFE)

En España no se ha condenado a nadie por amañar un partido. Desde diciembre de 2010, que se reformó el Codigo Penal para tipificar como delito los sobornos y fraudes en el ámbito deportivo, no ha habido ninguna condena. El artículo 286 bis de aquella reforma fija sanciones, multas o penas de cárcel para aquellas conductas que tengan por finalidad "predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva profesionales". Cada final de temporada la sensación que se instala es que en la Liga española hay gato encerrado en muchos partidos, especialmente en los que enfrenta a equipos que se juegan el descenso.

Lo grave del asunto es que sean las autoridades deportivas las que den pábulo a los rumores y comentarios de barra de bar. Javier Tebas se está mostrando cómo un irresponsable en este asunto porque crea la sombra de la duda sobre los futbolistas con sus declaraciones. El presidente de LaLiga, que tan bien ha actuado en lo referente al control financiero de los clubes y reducción de la deuda con Hacienda y la erradicación de los grupos ultras de la mayoría de los estadios, no ha logrado reducir las sospechas en el asunto de los amaños de partidos que, incluso, bajo su mandato han aumentado precisamente debido a sus declaraciones.

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Revelar y filtrar a la ligera que se estudia este o aquel partido cuando no existe ninguna prueba, demuestra una falta de rigor absoluta. Es poner a los futbolistas en el disparadero sin necesidad y, da la impresión, que no con buena fe. Desde que Javier Tebas llegó a la presidencia de LaLiga en la primavera de 2013, el ruido cada final de temporada ha aumentado. Y eso que aseguró a los cuatro vientos que iba a haber condenas para los futbolistas del Levante-Zaragoza del 21 de mayo de 2011. Ese juicio aún no tiene sentencia y los futbolistas están condenados para la opinión pública de antemano por las declaraciones previas de Tebas. Y cuando haya sentencia es complicado que sea condenatoria porque debe ser demostrado que hubo el presunto amaño.

Todo el impulso y seriedad que ha puesto Javier Tebas en las finanzas de los clubes, con su participación activa en confección de un decreto-ley del reparto de los derechos de televisión, y en la reducción de la violencia, física y verbal, en los estadios, le ha faltado en el tema de los amaños de partidos. En este asunto se ha limitado a señalar sin pruebas a los futbolistas provocando el lógico cabreo del colectivo con el presidente del sindicato, Luis Rubiales, a la cabeza. Los futbolistas están indignados con Tebas. Y muchos le conocen de su participación en la mayoría de concursos de acreedores que ha habido en España.

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Tebas ha sacado varias asignaturas con sobresaliente. Pero la de amaños de partidos la ha suspendido, no por su falta de empeño en que se terminen las trampas, sino por acusar sin pruebas y hacer declaraciones sin la responsabilidad que debe tener el presidente de LaLiga. Toda su buena gestión se puede ver marcada por su negligencia y frivolidad al afrontar este asunto tan espinoso. Los futbolistas merecen el máximo respeto. Son los artistas del circo del balompié y no se les puede manchar sin pruebas, Javier.

En España no se ha condenado a nadie por amañar un partido. Desde diciembre de 2010, que se reformó el Codigo Penal para tipificar como delito los sobornos y fraudes en el ámbito deportivo, no ha habido ninguna condena. El artículo 286 bis de aquella reforma fija sanciones, multas o penas de cárcel para aquellas conductas que tengan por finalidad "predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva profesionales". Cada final de temporada la sensación que se instala es que en la Liga española hay gato encerrado en muchos partidos, especialmente en los que enfrenta a equipos que se juegan el descenso.

Javier Tebas Luis Rubiales Código Penal